“Tejemos para no olvidarnos de Irma Galindo” : Artesanas mixtecas elaboran blusas para exigir la aparición de la ambientalista
#Oaxaca 30 May (#Istmopress) – El pasado 27 de Mayo, se cumplieron 19 meses de la desaparición de la guardabosques Ñuu Savi (mixteca), Irma Galindo Barrios, quienes la conocieron, mujeres artesanas la recuerdan bordando prendas que gracias a ella lograron recuperar cómo identidad, es una forma dicen de exigir su urgente localización.
“Tejemos para no olvidarnos, recordar y exigir la aparición de Irma Galindo” recalca un grupo de 10 mujeres mixtecas que viven desplazadas de su comunidad y refugiadas en el albergue de Tlaxico, Oaxaca desde el 2021, fecha en que también la ambientalista fue vista por ultima vez y desapareció sin dejar mayor rastro.
La ambientalista Ñuu Savi de Atatlahuca en la Mixteca Alta de Oaxaca, desapareció el 27 de octubre del 2021 en la Ciudad de México, aun cuando tenía protección del Mecanismo Federal para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
Irma Galindo Barrios, de 39 años de edad, desapareció en la Ciudad de México, en un contexto de conflicto comunitario en las localidades del Municipio de San Esteban Atatlahuca, en el estado de Oaxaca, lugar en donde vivía y realizaba su labor de defensa de los bosques, que ha dejado como saldo más de 100 casas quemadas, 300 personas e infantes desplazados sin que tengan fecha de retorno.
Con sus hilos de algodón de varios colores, agujas delgadas , manta y sus bastidores de madera tipo aro, las mujeres tejen las blusas tradicionales de Atatlahuca Oaxaca , un municipio ubicado en la zona norte de la mixteca oaxaqueña.
Tejer para no olvidar y recordar dice Cielo, amiga de Irma, quién asegura que fue gracias a Irma que retomaron estos textiles para nombrar a su pueblo, su cultura y su propia identidad.
El arte textil de la comunidad de Atatlahuca es distinguido por grecas de colores vivos, como el rojo, verde y el fuschia tejidas sobre tela de manta color natural.
“Estamos desplazadas por la defensa del bosque, lo mismo que Irma también luchaba, y por el cual a ella la desaparecieron y a nosotras nos desplazaron, sin que hasta el momento existan garantías para regresar, dejamos todo, desde casas hasta nuestras parcelas y toda una vida”, dijeron.
El municipio de Atatlahuaca, Oaxaca, de donde es oriunda Irma Galindo está dividido por 9 agencias municipales, de las cuales Guerrero Grande, Mier y Terán y Ndoyonoyuji se han opuesto a la tala clandestina en 2 mil 640 hectáreas de bosque, que, aseguran, ejerce el presidente municipal, Rogelio Bautista Barrios, y el comisariado ejidal Eulogio Alvarado. La comunidad denuncia que esta última persona es la causante de la violencia que ahora viven.
“No sabemos donde encontrarla, Irma era una defensora comunitaria que siempre estuvo en peligro por la zona y lo que denunciaba”, reconoce Maurilio Santiago, activista y representante del Centro de Derechos Humanos y Asesoría de los Pueblos Indígenas (CEDHAPI, AC).
De acuerdo con la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, del 2015 al 25 de mayo del 2022, tiene 271 expedientes relacionados con violaciones a los derechos humanos cometidos contra personas defensoras en Oaxaca.
La Defensoría destacó que las violaciones más frecuentes son las detenciones arbitrarías, amenazas y hostigamiento y dilaciones en el proceso de acceso a justicia.
Respecto a las indagatorias relacionadas con personas defensoras de derechos humanos asesinadas se tiene un registro de 14 asesinatos del 2019 a mayo del 2022 y dos desapariciones, la ambientalista Irma Galindo y de la activista, Claudia Uruchurtu.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress