En Oaxaca no hay derecho a nacer prematuro
#Juchitán 13 oct (#Istmopress) .- El 7 de octubre pasado nació un bebe prematuro (uno mas) en el Hospital General de Juchitán “Macedonio Benítez Fuentes”, el domingo 9, falleció, había nacido con 32 semanas con bajo peso y con síndrome de dificultad respiratoria. En este hospital como el de Ciudad Ixtepec, las Unidades de Cuidados Intensivos (UCIN) están en obra negra desde hace más de seis meses, la excusa para no concluirlas “falta de presupuesto económico” y el único que funciona pero sin medicamentos se encuentra es el Hospital de Salina Cruz.
Diariamente se violenta el derecho a la salud de miles de oaxaqueños en la región del istmo. No existe un solo nosocomio con la capacidad ni la infraestructura adecuada para atender nacimientos prematuros o con complicaciones, las áreas que existían se quedaron desde hace varios meses en el olvido y desde entonces se improvisan pasillos o corredores para tratar de atender hasta donde es humanamente posible a los recién nacidos.
La idea de un área, departamento u oficina que le de continuidad a los bebes prematuros como son los Centros de Seguimiento Pediátrico en donde a partir de que son dados de alta y hasta los seis años los menores de edad tienen que acudir a recibir terapias sobre estimulación neromotora, de lenguaje, audiología, pediatría y soomatometria es un “sueño lejano”, tampoco existen.
La falta de continuidad en los menores provoca que frecuentemente observemos niñas y niños con discapacidad, algunas motoras como el simple hecho de poder caminar por si solos, otras de lenguaje como el hecho de poder comunicarse de forma adecuada, o niños con un neurodesarrollo mucho menor a la media nacional
Luis Aquino Santiago, Médico pediatra Neonatologo – uno de los cuatro que hay que una región en la que nacen al mes al menos 50 prematuros- llegó al nosocomio hace seis meses y desde entonces no ha dejado de atender a diario entre 8 y diez nacimientos entre prematuros y pacientes a termino, mensualmente nacen 50 bebes prematuros en los Hospitales del Istmo de Tehuantepec.
Muchos de los casos en que nacen los bebes prematuros según el especialista es la falta al control prenatal originado por la pobreza de las mujeres que carecen de alimentos ricos en vitaminas y minerales, o por el nivel educativo de las madres, esto sumado a la obsesión de los gobiernos por preocuparse mas por obtener cifras en sus reportes mensuales que atención médica de calidad, dejando a un lado el verdadero sentido de la medicina preventiva.
Un bebe que recibe tratamiento de una Ucin es altamente costoso, en la iniciativa privada un día de cama Ucin oscila en 20 mil pesos , los recién nacidos tienen que permanecer un mes aproximadamente por lo menos para salir del peligro, por lo que sus padres estarían pagando aproximadamente 600 mil pesos .
En esta unidad de salud como en todas las de la entidad, se vive un colapso por la falta de medicamentos, insumos y personal medico desde hace un año y medio cuando era Secretario Germán Tenorio Vasconcelos. En el Hospital General de Juchitán suman 400 trabajadores- y laboran las 24 horas del día en cuatro turnos.
La pobreza, la educación y la falta de empleo son los fieles acompañantes del más del 60 por ciento de los Oaxaqueños o inclusive más, según un informe presentado por las organizaciones sociales Oxfam de México y Servicios para una Educación Alternativa A.C (EDUCA) determinaron que la Refineria “Antonio Dovalí Jaime” que se ubica en el puerto de Salina Cruz y los 22 parques eólicos que se han instalado en el Istmo de Tehuantepec han sido causa de desigualdad social y disputa de tierras.
El escrito resalta que la Refineria se ubica en la segunda ciudad con mayor crecimiento economico de Oaxaca, pero los istmeños carecen de capacitación y solo ofertan mano de obra barata y temporal, lo cual les elimina la seguridad social aunado a la muerte de la actividad pesquera.
Respecto a los parques eólicos que se ubican en la zona istmeña (Juchitán, el Espinal, Santo Domingo Ingenio, Asunción Ixtaltepec y Unión Hidalgo) se resaltó que son fuentes de desigualdad aunado a una disputa interna en las comunidades de la zona.
El cierre de la Ucin en Juchitán
Hace cuatro semanas, el 15 de septiembre , médicos y enfermeras del área de pediatría cerraron la UCIN de Juchitán debido a que la obra de rehabilitación que comenzó en el mes de marzo solo tiene el 30 por ciento de avance y la misma situación se vive con la UCIN de Ciudad Ixtepec, “llegaron los labañiles, lo tiraron todo y ahora la Secretaria de Salud de Oaxaca simplemente hace oídos sordos a escasos 40 días de que concluya la administración de Gabino Cué Monteagudo.
La lenta y tardía rehabilitación de las tres áreas que la componen (Terapia intensiva e intermedia y etapa de desarrollo) hicieron que durante seis meses la Ucin y el área de pediatría se fusionaran es decir bebes prematuros y los no prematuros convivieron con el riesgo de que se pudiera “pescar” una infección y morir.
¡No había de otra! Explica el Neonatologo, “durante 180 días recibimos a los bebes prematuros y los unimos con los no prematuros, mientras unos estaban con sus madres recibiendo el calor, los otros en un cunero con tubos para respirar y cables recibiendo los cuidados intensivos, hasta que dijimos basta, así no podríamos arriesgarnos y tampoco a las madres y bebes, lamentablemente este fin de semana falleció un bebe que nació prematuro que se encontraba un pabellón improvisado que también se ocupaba como bodega de materiales del area de remodelación, el no tener una UCIN, una obra que se prometió culminar en este 2016 está cobrando vidas”.
El ambiente es desolador y de total silencio en el área de pediatría, la impotencia y la molestia se reflejan en los rostros de los médicos y enfermeras cada vez que llegan a sus guardias observan al final del pasillo una gran bolsa de plástico de color negra que ha permanecido desde marzo, simula la puerta que da entrada a la UCIN, un área que no pidió rehabilitarse pero que ahora exige concluirse.
¿La respuesta de las autoridades? De total “indiferencia”, como si se tratara de una pared que no se pinto o de un piso que no se colocó, con la misma resignación de cada 6 años los que nos dan la cara nos dicen que ya no se terminará este año, que ya se van los que estaba, “son vidas”, no son objetos.
¿ Y el dolor de Maribel ?
Maribel a simple vista parece de 35 años de edad, su piel es gruesa de tez clara y sonriente, sus manos simulan un desgaste porque no son suaves, desde muy niña trabaja para ganarse la vida.
Originaria de Juchitán, Maribel no parpadea, hace tres días antes de que su bebe falleciera no le quitaba la mirada y a la par sonreía, ¡Esta muy bonito, verdad! esa fue la frase que rompió el hielo de la charla, mientras lo observaba agregó ¡Es mi tercer hijo!.
Sin dar a conocer que nombre le pondría a su tercer hijo, Maribel platicó que su primer embarazó fue a los 15 años de edad y a los 16 nació su primera hija, cuatro años después el segundo, ambos frutos de su primer pareja.
Hace cuatro años Maribel conoció al papá de este pequeño, joven también igual que ella y de oficio mototaxista y decidió embarazarse.
Desde el primer mes acudió a control prenatal a su centro de salud, sin embargo en la semana 31 de gestación inicio con sangrado y al hacerle un ultrasonido se detectó una placenta de inserción baja por lo que el embarazo se calificó como de alto riesgo por lo que la hospitalizaron en repetidas ocasiones, sin embargo el bebe nació prematuro.
Maribel y su esposo no concluyeron el nivel primaria por falta de recursos económicos y para sobrevivir se dedica al comercio, es vendedora de chayotes.
No tiene casa propia y vive con su madre, a las 3:00 de la mañana ambas acuden a comprar su materia prima que son los chayotes al mercado conocido como Central de Abastos en Juchitán y posteriormente los pone al fuego con leña.
A las cinco comienza el ritual de venta, aproximadamente a las 9:00 o 10:00 de la mañana Maribel y su madre han vendido 300 chayotes de los cuales obtienen 400 pesos que son repartidos en partes iguales.
La mamá de Maribel la acompaña porque ella no sabe hacer cálculos matemáticos, sin embargo recuerda que desde sus diez años, hace 17 años, su sueños son interrumpidos a las 3:00 de la mañana.
Diana Manzo/Agencia de Noticias IstmoPress