Fanny Leyva, niña prodigio de la ópera en Oaxaca, sin apoyo de Alejandro Murat
– Orgullosamente oaxaqueña, con tan solo 13 años de edad, se ha presentado en foros como el Teatro Telmex, Teatro Chapultepec y hace apenas tres días en el Castillo de Chapultepec, donde fue ovacionada.
-En Entrevista para Primera Línea, Fanny Leyva expone su gusto por la música y las peripecias que ha sorteado para que su voz fuera escuchada en foros de la Ciudad de México, “nadie es profeta en su tierra”.
#Oaxaca 27 Jul (#istmopress) – Con tan sólo 13 años de edad, Estefanía del Carmen Leyva Cosío o “Fanny Leyva” sabe que nadie es profeta en su propia tierra, pues ha sido víctima de bullying y de la insensibilidad de autoridades ante los nuevos talentos.
Pese a ser una promesa oaxaqueña, la niña soprano nacida en la capital del estado se topó junto con su madre María del Carmen Cossío, a la historia contada por muchos y por muchas artistas en años: “deje sus datos y nosotros nos comunicamos”, esto dicho por el secretario particular del Gobernador del Estado, con quien fueron remitidas por el mismo Alejandro Murat Hinojosa a principios de año.
A Fanny Cossío también se le quiebra la voz cuando recuerda cómo en escuelas primarias en las que cursó, compañeras y compañeros de clases le decían que no tenía talento, la imitaban de forma bufona y le decían que su sueño era el de su madre, no el propio.
“Es una niña sensible, pero los artistas son sensibles, de eso estoy convencida”, dice la madre, María del Carmen Cossío, mientras la acompaña en una de sus primeras entrevistas ante un medio de comunicación local.
EMPEZÓ DESDE LOS 6 AÑOS Y SU INSPIRACIÓN ES FARINELLI
Fanny Leyva nació el 12 de septiembre del 2003 y su primera canción fue “Lascia ch’io pianga” del cantante italiano, uno de los más famosos del siglo XVIII, Carlo Broschi, mejor conocido como Farinelli.
Como muchas otras niñas, soñaba con ser artista, lo que llevó a Fanny apoyada por su papá Manuel Leyva Alonso y su mamá a tomar clases de canto en la Academia del tenor Luis Adrián Ramos en donde descubrió que le gusta el bel canto u ópera.
“Me interesó mucho este tipo de melodías, pregunté al maestro de que se trataba y me dijo que podíamos probar con una pieza para ver si me gustaba, es ahí cuando me preparo para cantar por primera vez Lascia ch’io pianga”, comentó.
Al cantar, la niña soprano se dio cuenta que la ópera era algo que la llenaba, que la inspiraba a seguir adelante, pero al conocerse de su preparación en México a donde viajaba cada 15 días comenzó a ser víctima de burlas.
En uno de los eventos culturales a los que acompañaba a su mamá y papá, Fanny conoció a Ignacio Toscano, precursor del Festival Instrumenta Oaxaca, que conoció de su interés por prepararse en ópera y a los cuatro meses le dijo que la única forma de desarrollarse en este arte era tomando clases particulares en México porque no había escuelas en Oaxaca.
Para ese entonces, Fanny participaba en el Coro de la Ciudad en donde un maestro más, Israel Rivera Cañas, creyó en ella, la trató como a una artista y le dio su lugar al lado de personas adultas en ese entonces en la agrupación.
Ignacio Toscano puso en contacto a los padres de Fanny con el maestro en piano y director concertador de la compañía mexicana de Zarzuela Domingo-Embil, James Demster, con quien se preparó por tres años.
Tiempo después, la niña soprano presentó un examen en uno de los teatros más reconocidos de Oaxaca, el teatro Macedonio Alcalá, con la soprano conocida internacionalmente, la maestra Olivia Gorra.
“Di lo mejor que tenía, aunque me faltó más, era esa época en la que las burlas constantes y las frases de compañeros y compañeras del no puedes me tenían confundida”, dice Fanny, quien en ese entonces cantó “Lascia ch’io pianga”, “Mío babbino caro” y “Caro mío ben”.
Mientras pasa saliva para contener momentos de angustia por los que ha pasado, Fanny relata las cosas a las que se tuvo que enfrentar durante su preparación como soprano “me decían que no tenía la capacidad y el talento, incluso le decían a mi mamá que era su sueño, me sentí atacada y sufrí la burla de la escuela”, también reconoce que esos momentos los agradece porque la hicieron fuerte.
La niña de 13 años de edad se ha presentado en foros como el Teatro Telmex, el Teatro Chapultepec y hace tres días en el Castillo de Chapultepec, con los que asegura ha aprendido mucho pero está convencida que le falta mucho más por dar.
Fanny dice que en Oaxaca las autoridades no están dispuestas a apoyar a nuevos talentos, lo ha vivido en su propia historia, sin embargo, sabe que algún día cantará en un gran escenario para y en el gran pueblo de Oaxaca, tierra de artistas, su tierra que la vio nacer.
MURAT SIN APOYAR LOS NUEVOS TALENTOS ARTÍSTICOS
María del Carmen Cossío, relató que a principios de este año, en una Vela Istmeña buscó el acercamiento con el Gobernador del Estado, Alejandro Murat Hinojosa, aunque se encontró con muchos bloqueos para pasar los filtros, pero logró su objetivo.
Al estar con el Gobernador le dijo: “tengo una niña soprano, ella es una niña talento, me gustaría que la escuchara, no le estoy pidiendo dinero, le pido un reconocimiento que le sirva de motivación a ella pero también a otras niñas de Oaxaca”.
El Gobernador, aseguró, aunque fue amable no le creyó mucho, la envió con su secretario particular quien le tomó los datos y le dijo que después se comunicaban, han pasado varios meses y no han recibido una sola llamada del funcionario.
Comentó que es triste ver que no existan, primero, escuelas de ópera que preparen a niños y niñas, por lo que se tienen que pagar clases particulares; y segundo, que gobernantes no se tomen el tiempo siquiera para escuchar las peticiones que se les hacen y luego tomar una decisión.
“Como madre estoy convencida del talento de mi hija, cuando se decae por las duras críticas y burlas, le digo que para alcanzar las estrellas sólo tiene que pararse de puntas”, comenta María del Carmen Cossío.
Finalmente agregó que en el Castillo de Chapultepec, hace tres días, Fanny cantó sólo viendo videos en youtube y con todo el respeto que se merece, en zapoteco, vestida orgullosamente de Tehuana, uno de los muchos trajes admirables que caracterizan a Oaxaca.
FANNY ES EL ORGULLO DE LA FAMILIA Y LA GENTE LE APLAUDE
Manuel Leyva Alonso, padre de Fanny, refirió que la niña es el orgullo de la familia pero también ha arrancado miles de aplausos en foros nacionales en donde demuestra que tiene talento, y que no se trata de un capricho pasajero.
“Desde que la escuché cantar, a sus 6 años de edad, “Lascia ch’io pianga” supe que tenía talento, incluso me hizo llorar. La veo sufrir para compaginar sus estudios de secundaria con su preparación como artista pero creo en ella, en que puede llegar muy lejos”, puntualizó el orgulloso papá.
Jazmín GÓMEZ/ Colaboración
Felicidades éxito!
Hermos nena; sigue adelante y no te dejes vencer, los límites los pones tú. Te veré cantar en el Palacio de Bellas Artes. ¡Ánimo!