Sufren en Chicapa de Castro por terremoto y la ayuda aún no llega
#ChicapaDeCastro 12 septiembre (#Istmopress).- La comunidad de Chicapa de Castro es una de las agencias municipales de Juchitán que se ubica a solo 60 minutos de la cabecera municipal y a cuatro días del terremoto la ayuda aún no llega de parte de sus autoridades y las que han llegado del gobierno de Oaxaca se han condicionado aseguran los afectados.
Aquí fueron unas 250 casas afectadas que son de adobe y teja según sus propios habitantes, y son ellos mismos los que se han organizado como voluntarios para realizar las labores de limpieza y ayuda a quienes lo perdieron todo. No hay presencia del ejercito mexicano y el agente municipal Leonides Santiago Carrasco, habilitó un albergue en una escuela primaria donde dijeron solo le da ayuda a “su gente”, a los de su partido, el PRD.
La casa de Beatriz Pineda López y Heriberto Márquez Pimientel se afectó severamente, se quedó sin techo y paredes, dos de sus cuatro hijos quedaron atrapados por más de 30 minutos, tiempo que fue una eternidad, pensaron que no los volverían a ver con vida.
Beatriz no tiene un empleo formal, trabaja como ayudante en casas y lavando trastos, de los apoyos que ha recibido como leche para su hija de 1 año de edad y comida enlatada ha sido de voluntarios que al verla sin hogar se acercan a darle una ayuda.
La joven madre de familia, que apenas y supera los 30 años de edad es la jefa de familia , su esposo sufre una incapacidad que no le permite trabajar, por lo que la búsqueda de alimento ha sido por su cuenta y la de su hijo de 15 años.
“Me alegra saber que tengo vecinos buenos, ellos me han dado un bocado, no pueden darme más porque también lo perdieron todo, esto que nos pasó no es culpa de nadie, pero lamentablemente los apoyos se politizan, no nos lo dan, si no fuera por unas personas de la comunidad de La Venta y de los propios paisanos, no tuviéramos para comer”, dijo.
Oddri Iztel de 10 años de edad , es una hija de Beatriz y Heriberto, fue una de las que estuvo durante 30 minutos en medio de los escombros, y su estado anímico actual es de miedo, no quiere comer y llora a cada rato.
“Mi hija requiere atención sicológica, ella sufre mucho, lleva tres noches sin poder dormir, realmente sufrió mucho la noche del temblor porque solo escuchábamos sus llantos, ella y su hermano dormían en un cuarto distinto, por eso fue difícil sacarlos”.
El terremoto ha significado la reconciliación para Beatriz, su vida ha dado un giro totalmente diferente, y aunque la comida le llega a cuenta gotas, está feliz porque tiene vida y a sus cuatro hijos vivos.
“Por un momento pensé que los perdería, el techo se cayó, y mi cocina también, mi vecina es la que nos presta su corredor de noche para dormir, ahí colgamos dos hamacas y ponemos dos colchones, es algo sumamente triste, desolador, no sabemos porque sucedió así, pero Dios nos dio una nueva vida y eso es feliz”.
*Vecinos se han unido para quitar escombros y limpiar casas
Al no ver la respuesta de las autoridades después de 4 días, Tomás Pérez y sus vecinos comienzan con las labores de limpieza de las casas, han quitado escombros, colocado tablas y muebles para evitar mayores desgracias.
Un personal de protección civil ha sido el único que ha recorrido la comunidad, visitó casa por casa el pasado sábado, tomó datos y fotografías y se fue, de ahí nadie más.
Más de 200 casas se derrumbaron y otra cantidad similar está a punto de colapsar, a la casa de Tomás Pérez no le paso nada solo el susto, pero a su vecino sí, su única petición es que lleguen maquinarias y las derriben, porque son un peligro para la ciudadanía.
“Aquí necesitamos mucho apoyo, y los pocos que llegan se desvían, de verdad que triste saber que es la misma gente que hace eso, muchos de mis conocidos perdieron todo, es momento de solidarizarnos y ayudar, no de hacernos daño con el desvío político o para preparar como ganar las elecciones el próximo año”, dijo.
Lorenzo Martínez, también perdió su casa, él junto con otros vecinos remueven los escombros, llora porque ya no volverá a verla, pero al mismo tiempo agradece a Dios de estar vivo.
“Un fuerte ruido me movió de la hamaca, salí como pude, porque ya no tengo la agilidad de antes, ahora tengo más de 70 años, no se como salí y fui a ayudar a mi hermana, a ella y mi sobrina le cayeron todos los escombros, ellas sí que están vivas de milagro, porque cuando llegué vi todo aplastado, me asusté mucho y en medio de la oscuridad entre y las arrastre en medio del piso a las dos, la nena de cuatro años fue la que pidió ayuda porque mi hermana estaba toda inconsciente”, expresó.
Lorenzo no ha recibido apoyos, en su pueblo, se politiza, pide que las autoridades hagan algo para que le llegué a él y a toda su gente que perdió su hogar, porque no tienen para comer y vestir, no tienen un solo peso porque son amas de casa, campesinos o pescadores.
*Álvaro Obregón, también con casas afectadas y sin apoyos
Al igual que Chicapa de Castro unas 200 casas de la comunidad zapoteca de Álvaro Obregón , agencia municipal de Juchitán están en las mismas condiciones, las familias piden apoyo a través de las redes sociales porque dicen que ninguna autoridad de su municipio los ha visitado.
Nanaxhi de Gyves y Latani Fernanda son dos mujeres feministas que han organizado colectas y han visitado el lugar, aseguran que prácticamente “se abrió la tierra” y desgajó las casas, la situación es difícil.
“La gente llora por lo que perdió, lo poco que le hemos llevado es de colectas que amigos y familiares nos hacen, no es mucho pero lo hacemos con cariño, que difícil es ver a la gente que no tiene nada y aún así está fuerte, tiene la esperanza de vivir”.
En esta comunidad, el 80 por ciento son pescadores, el resto campesino y las mujeres elaboran tortillas, la gente no tiene otra opción que pedir que la ayuda llegue, no hay de otra, señalaron.
Las últimas cifras oficiales informan que suman 76 fallecidos por el terremoto, 12 mil casas dañadas y más de 800 mil afectados en los 41 municipios del Istmo de Tehuantepec.
Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress
