Artesanos de Huaraches reactivan taller a pesar de vivir damnificados  

 

#Juchitán 11 octubre (#Istmopress).- El terremoto los dejó sin hogar pero no les quitó la  fortaleza , están motivados y han comenzado nuevamente, hace cuatro días Luis Alberto Luis junto con sus compañeros artesanos de huaraches decidieron montar en un espacio alterno para la talabartería y continuar haciendo lo que han heredado de sus abuelos y padres, el primer pedido de 12 docenas de huaraches de cuero se han entregado y con ello la reactivación de su negocio familiar.

 

El  pasado sábado acondicionaron el espacio, bajaron las hamacas que ahí colgaban para descanso y colocaron sus mesas de madera, así como sus utensilios y comenzaron a realizar sus huaraches, la primera producción se fue a San Blas Atempa, una localidad vecina que también resultó damnificada.

 

El primero en comenzar con el ritual es  Francisco Jiménez Luis de 66 años de edad, quién  corta delicadamente los moldes de la suela de llanta de autos que reciclan, frente a él Luis Alberto Luis les pone los clavos,  en el otro extremo Víctor Morales Noriega acomoda las cintas de los huaraches, mientras que en el fondo Francisco Jiménez Luis les pone el acabado final y así sucesivamente van haciendo cada uno de los huaraches de cuero y cinta de tela hasta concluirlos.

 

Sus viviendas colapsaron, de sus espacios solo quedaron los recuerdos, pudieron sacar sus materiales a tiempo y eso ha sido una fortuna, sin embargo la tristeza y nostalgia les invadió durante un mes, hasta que finalmente decidieron montar en un espacio que era una cenaduría  de antojitos típicos su taller, el cual ahora será el lugar donde sigan haciendo sus huaraches de cuero como forma de sustento familiar.

 

Son originarios de la octava sección “Cheguigo” en Juchitán, una de las secciones más afectadas por el terremoto, no hay un solo espacio  en esta zona donde una casa no presente grieta o afectaciones, aquí no se salvaron las de concreto, todas sin excepción están dañadas.

 

El  terremoto y las constantes replicas que aún siguen persistiendo terminó por dañar gravemente sus viviendas, Luis Alberto Luis quién es el responsable de la talabartería vive en el nuevo espacio, por las mañanas y tardes es utilizado como taller de artesanías de huaraches y por la noche un refugio para él y su familia.

 

Las ganas de trabajar después del terremoto se esfumaron explican los artesanos, quienes sin dejar un instante de mover las manos dialogan y cuentan su experiencia de vida, sin embargo un amigo los motivó a levantarse y ahora están listos para seguir con su producción artesanal.

 

“Después del terremoto lo que hicimos fue ayudar a nuestras familias, nos quedamos sin casas, eso ha sido muy doloroso para todos, no es fácil ver que de la noche a la mañana todo el patrimonio se haya hecho polvo, estuvimos muy deprimidos, pero un día llegó un amigo y nos comentó que solos debemos levantarnos y así le hemos hecho, reactivamos el taller y ahora estamos felices porque el primer pedido ya se entregó y estamos a la espera de los demás”, expresó Luis Alberto Luis Vera .

 

Luis Alberto tiene 37 años de edad, es soltero y  al igual que su hermano Julio Luis Vera  heredaron el oficio de su padre Valentín Luis Ramírez quién aprendió a elaborar huaraches hace más de 50 años por herencia de su abuelo.

 

Entre martillos, cuchillos, pinzas, maquina de costura así como el cuero, llantas, clavos, remaches y cintas de tela el taller ha comenzado a tener vida, los amigos de los artesanos disfrutan verlos trabajar, no falta el curioso que se acerca y les aplaude o el otro que les cuenta un chiste.

 

A las 7:00 de la mañana comienzan a trabajar y concluyen a las 4:00 de la tarde, en ese tiempo las horas pasan sin saber, pierden la noción de las replicas que han sido constantes y se ha vuelto hasta terapia para los artesanos.

 

“De tanto movimiento hemos perdido el número de réplicas sísmicas que aún continúan, nos damos cuenta cuando escuchamos un grito diciendo “temblor” o “Xu” en zapoteco, pero seguimos, no nos detenemos, hemos aprendido a vivir con los temblores y bajo una lona como refugio, es triste pero no podemos hacer nada”.

 

Aunque poco los apoyos siguen llegando para los damnificados, no falta un conocido que les lleve una despensa o una lona que es lo que más se requiere ante las constantes lluvias, sin embargo de las autoridades aún no saben si habrá o no apoyo para reactivar el comercio.

 

“No esperamos que los apoyos de las autoridades llegaran porque creo que nos moriríamos por eso reactivamos solos, pero es necesario que nos tomen en cuenta, ha sido duro levantarnos pero aquí estamos volviendo a comenzar de cero”.

 

Los clientes del mercado 5 de septiembre que le compraban a Luis Alberto y sus artesanos aún no hacen pedidos, lo han visitado para decirles que pronto lo harán porque también son damnificados, ellos siguen produciendo, lo han reactivado y nadie los detendrá.

 

Entre música en zapoteco que escuchan por su grabadora de pilas  y uno que otro chiste pasan sus horas, llevan cuatro días que aseguran serán de muchos, porque está artesanía la seguirán haciendo porque es herencia de sus abuelos y padres.

 

Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress

 

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