Reconocen en un libro a Justina Oviedo, artista textil de San Mateo del Mar
#SanMateodelMar 05 Mayo (#Istmopress).- Hace 5 años murió Justina Oviedo a los 75 años de edad , artista textil indígena originaria de San Mateo del Mar sin embargo su esencia lograda a través de los hilos que plasmaron la cultura de su tierra fue la inspiración para que la escritora y antropóloga Flavia Cuturi escribiera el libro “El mundo ikoots, el arte de tejer de Justina Oviedo”.
Este libro fue presentado en la tierra natal de Justicia como un homenaje póstumo a su trabajo de renacer el arte textil de San Mateo del Mar no solo para los suyos sino para el mundo entero, pues muchas de sus obras recorrieron Italia, el país oriundo de Flavia Cuturi.
La presentación se realizó en los portales del palacio municipal de San Mateo del Mar gracias al apoyo del Centro comunitario Ikoots y la alcaldía, hubo música prehispánica inspiró aún más a los asistentes a descubrir sus tejidos, quién como mujer y artista plasmó a través de dibujos la vida cotidiana de su tierra.
Los asistentes entre ellos los hijos y amigos de Justina así como estudiantes de preparatoria conocieron la admiración que tuvo Flavia Cuturi por ella, de cómo la apreciaba y como logró proyectar también sus obras en espacios de arte como el Museo Textil de Oaxaca.
Alberto Lex, uno de los presentadores del libro narró en su lengua materna y en castellano las virtudes que tuvo Justina, de cómo una mujer analfabeta, que no asistió a la escuela y que bien pudo estar todo el tiempo en la cocina, decidió renacer y florecer el arte de su tierra ikoots.
“Müm Justina fue una grande, nos dejó un legado importante el de recuperar nuestros saberes a través de su tejido, eso es maravilloso y por eso se realizó este homenaje, agradezco a Flavia Cuturi por amar esta tierra, mi tierra”, dijo.
Flavia Cuturi llegó a San Mateo del Mar para conocer el trabajo de la mujer indígena y se sorprendió con la amplia sabiduría de Justina en cuanto al arte textil debido a que realizó tejidos de doble vista y por ello el reconocimiento a su talento.
Justina tuvo cinco hijos, tres mujeres y dos hombres, todos autodidactas del arte textil quienes ahora son los que realizan esta actividad artística de San Mateo para el mundo.
Además fue una protagonista excepcional porque a lo largo de toda su vida tuvo a voluntad de renovar las formas de los tejidos y los estilos figurativos, desafiar las fronteras técnicas y ampliar sus capacidades abriéndose a nuevos conocimientos, sin dejar el surco de coordenadas estéticas y simbólicas en las que la comunidad sigue reconociéndose.
Diana Manzo/Agencia de Noticias Istmopress