Insensibilidad y discriminación a caravana de madres migrantes en cárceles del istmo
#Tehuantepec 13 dic (#istmopress).- En su primer día de estancia en el Istmo de Tehuantepec, las madres migrantes centromericanas que representan la undécima Caravana llamada ““Una madre nunca se cansa de buscar” que visita el territorio mexicano, denunciaron la falta de sensibilidad de los servidores públicos en las cárceles de esta región oaxaqueña.
Las 39 mujeres acompañadas de defensores de derechos humanos llegaron la madrugada del sábado al Albergue Hermanos en el Camino que se ubica en Ciudad Ixtepec que fundó hace más de una década el sacerdote Alejandro Solalinde Guerra.
Las madres de los migrantes centroamericanos quienes buscan desde hace once años a sus hijos e hijas en territorio mexicano, manifestaron su tristeza ante el comportamiento insensible que reflejaron los custodios cuando ingresaron a los penales de Tehuantepec y Juchitán.
Vestidas con playeras que identifican la caravana y portando imágenes de sus familiares en sus pechos, las mujeres señalaron que recibieron un trato discriminatorio al momento de ingresar a los penales.
“A tres de nosotras estuvieron a punto de desnudarnos en el filtro para poder ingresar, cuando lo único que vivimos es con la esperanza de encontrar a nuestro ser querido, en esta ocasión notamos mucha discriminación de parte de los encargados de los penales y de los custodios principalmente”, abundaron.
Martha Sánchez Soler, coordinadora del Movimiento Migrante Mesoamericano y de la Caravana expresó su indignación ante estos hechos en que el migrante llega a México y desaparece, es decir “Aquí no pasa nada” a los que dijo que en este pais los migrantes son parte de un crimen perfecto.
“En el Distrito Federal interpusimos denuncias por desaparición forzada contra el estado Mexicano, esta caravana ha dado frutos, ha habido reencuentros y eso nos da mucha satisfacción, de esta undécima nos sentimos orgullosas de decir que en Tabasco una madre se encontró con su hijo, son experiencias únicas que nos da esta caravana”, refirió.
Un mural y música para las madres migrantes
Después de abandonar el penal de Juchitán , la caravana se dirigió en la parte trasera del panteón municipal, en un espacio utilizado como fosa común de la Subprocuraduría de Justicia en el Istmo, sitio que el año pasado las madres conocieron por primera vez y del cual se sabe existen al menos diez migrantes sepultados en estado de No identificado.
La combinación de los sonidos que desprendió la banda de música envolvió a todos los presentes y de inmediato las lágrimas corrieron por el rostro de las mujeres.
Envueltas en su dolor, cantaron, aplaudieron y coloraron algunas ofrenda como flores y velas que traían para sus compatriotas difuntos.
Al igual sembraron plantas en señal de que la esperanza no ha muerto y que mientras tengan la oportunidad visitaran el sitio en las posteriores caravanas en el estado mexicano.
Isis Rivera y Sandra Pérez, ambas de nacionalidad Hondureña reprobaron el trato que brinda el estado mexicano a los migrantes, porque dijeron son tratados como mercancía.
“Si un migrante muere, simplemente lo entierran o lo tiran, quien sabe, en México se olvida que es ser humano y que merece un trato justo; de lo que se habla es que en este país existen más de 70 mil migrantes centroamericanos desaparecidos”, abundaron.
Integrantes del colectivo Bicu Yuba (perro Rabioso) y la Galería El Ocote a modo de homenaje, presentaron un mural en el área de 18 metros de la barda del camposanto.
El mural titulado “Que lejos estoy del lugar de donde soy”, que hace referencia a una frase de la canción mixteca oaxaqueña.
A este encuentro también asistió el titular de la Dirección de Vinculación del Ayuntamiento de Juchitán, Humberto López Gómez, quién se encargó de la limpieza del sitio logró convertirlo en un espacio digno y que a partir de ahora habrá vigilancia permanente.
Diana Manzo / Corresponsal