Juchirap, cantan en zapoteco para conservar la lengua de los abuelos
#Juchitán 21 Nov (#Istmopress) – Cosijopi, Antonio Gudalupe y Carlos Lenin conservan la lengua que heredaron de sus abuelos a través del rap, un genero musical que ha ido extendiéndose en los últimos años para conservar la voz de los pueblos indígenas, ellos además usan señas y gestos que crean sonidos, así nació “Ladxidua Ripapa (Mi corazón late), uno de los temas musicales más cantados que los distinguen.
Este trío de jóvenes entre 21 y 23 años de edad encontraron en el rap una forma de mantener viva su lengua materna con la cual crecieron en su infancia allá en la séptima sección de la ciudad de Juchitán, de donde son originarios.
Los ritmo y sonidos los crean al igual que las canciones que así como le cantan a la vida, también lo hacen a la realidad social que viven y hasta temas de su infancia comparten.
Cantar rap ha sido resiliente para este trio de raperos que viven en una sociedad donde la violencia va en aumento, no en balde la ciudad de Juchitán es considerada la segunda más violenta de Oaxaca según datos de las autoridades.
De la violencia han sabido resurgir y con su música le cantan a su pueblo, a las mujeres y también a la vida. “Hacemos rap de protesta, pero también de la vida misma, de cosas que nos pasa a los chavos, de la situación económica, de nuestro mercado, de nuestra lengua, música, artistas y también cuando fue el sismo del 2017 hablamos del Xu’, el terremoto”.
En el año 2012 la vida decidió juntarlos y fue a través de sus amigos realizaron “Batallas o Retas” con la finalidad de mostrar sus temas y composiciones; los primos Cosijopi y Antonio conocieron a Carlos Lenin, con quién de inmediato fusionaron y desde entonces Juchirap se presenta en diversos escenarios.
Sabidurías de la abuela “María Chion” también los han convertido en temas de su material discográfico, que a pesar de que fue grabado en un estudio no profesional es reconocido por el contenido temático de sus letras.
Antonio, relató que a sus escasos 20 años ha vivido en demasía, relató que la violencia de su hogar causada por su padre alcohólico lo ha hecho madurar mucho, recuerda que la primera canción escrita fue para su madre y hermana.
“Los tres hemos vivido muchas anécdotas personales, Cosijopi es el más serio, él le canta al amor, mientras que Carlos Lenin, quién quedó huérfano de madre ha sido difícil superar la batalla en que vive, lo mismo ocurrió conmigo, mi padre es alcohólico y eso me ha enseñado a ser muy agradecido con la vida”, expresó Antonio.
Para Lenin, interpretar temas en zapoteco no lo hacen para “obligar” a nadie a aprenderlo, sino por su gusto y amor al dialecto.
“Le cantamos al didxaza’, como le hacemos al amor, el que quiera aprender su dialecto lo hará por convicción y no por obligación; todo lo que hacemos lo sacamos del pecho y la cabeza, así somos los Juchirap, viajamos porque los disfrutamos, caminamos por que nos gusta conocer y cantamos por que queremos un alto a la discriminación, que a los jóvenes no les de pena hablar en su idioma, sea cual sea”, expresó Carlos Lenin.
Cosijopi es el más serio de los tres pero es el qué comunica con los gestos y ademanes, en su colección tiene más de cien canciones, y a pesar de que no saben escribir bien el zapoteco, lo interpretan con amor y con pasión, porque aseguran que desde su nacimiento lo han escuchado de los cantos y palabras de su abuela.
Están por grabar su segundo material discográfico y les emociona, los “tres mosqueteros” como también los identifican se han presentado en diversos escenarios de Oaxaca y a nivel nacional, se han convertido en un icono, Juchirap es ya conocido por muchos músicos y bandas.
Estos jóvenes llevan la lirica entre sus venas, cantan y hablan el zapoteco como su principal alimento de vida, y cada vez que lo hacen es para recordar a la “Abuela maría Chión” y todos los abuelos zapotecas que añoran que sus hijos sigan preservando su cultura a través de su lengua.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress