Sin casa viven más de 200 damnificados por sismo de 2017 en San Dionisio del Mar Oaxaca
*Han pasado más de 3 años y continúan viviendo en refugios temporales
#SanDionisiodelMar 12 Ene (#Istmopress) – Han transcurrido 40 meses desde que ocurrió el sismo del 7 de septiembre de 2017 y más de 200 damnificados ikoots de San Dionisio del Mar Oaxaca siguen sin vivienda, en su mayoría viven en espacios improvisados y otros con familiares que les brindaron un refugio mientras esperan que la Secretaría de Desarrollo Territorial y Urbano (Sedatu) les otorgue un folio y una tarjeta con ayuda para la reconstrucción de sus viviendas.
Los afectados que en su mayoría forman parte de la Asamblea de Pueblos de San Dionisio del Mar que viven en resistencia contra los proyectos eólicos, señalaron que la falta de un folio y de los recursos para la reconstrucción podría ser por la defensa de su territorio, porque denunciaron que desde hace tres años e inclusive el año pasado han solicitado la ayuda y las autoridades les dicen que sí, pero no llega.
En esta comunidad indígena, los hombres se dedican 100 por ciento a la pesca y las mujeres a la elaboración de totopos y también son amas de casa, la pobreza es alta, por lo que el 70 por ciento migra a los Estados Unidos, Ciudades del norte del país y a otros pueblos vecinos en busca de mejores oportunidades de vida.
Datos de la Sedatu, señalan que 953 folios se asignaron a la comunidad ikoots, sin embargo hasta la fecha 230 personas siguen sin recibir los apoyos para la reconstrucción de sus viviendas, es decir viven sin casa o en espacios no dignos para su vida.
Recordaron que en el 2017, Isaul Celaya, integrante de la asamblea denunció la falta de atención de la Sedatu, pero desde entonces no hay respuesta, han enviado infinidad de documentos y fotografías pero no les atienden y siguen viviendo bajo riesgo, sin casa.
Informaron que el 27 de noviembre del 2020 firmaron una minuta de trabajo con la delegada de programas para el desarrollo en el estado de Oaxaca, Nancy Cecilia Ortiz Cabrera, quien se comprometió a dar atención y respuesta a sus peticiones, pero han transcurrido más de 40 días y no hay nada, siguen sin casa.
Señalaron que a Nancy Ortiz, la delegada de programas para el desarrollo en el estado de Oaxaca le especificaron que existen viviendas no foliadas, no terminadas por la falta de dinero en las tarjetas, tarjetas que llegaron sin un solo centavo, y otras que fueron defraudadas por constructoras y de ser necesario procederán vía legal.
“Vivimos en condiciones no aptas para nuestra vida, desde el sismo de 7 de septiembre, primero fue Sedatu y ahora por Conavi, seguimos debajo de un techo inseguro o de una lona, y más aun con nuestros hijos, muchos son adultos mayores, que viven solos, por eso hacemos un llamado al gobierno federal para que nos escuche, por que nuestros gobiernos en Oaxaca nos ignoran, ya hemos caminado mucho y no nos dan respuesta”, señalaron.
María Ramírez Toledo de 59 años de edad, es una de las 230 damnificadas quien lamentó la falta de ayuda del gobierno y expresó que desde el 2017 sigue esperando su folio que Sedatu le prometió, pero no llegó.
“No sé porque a mi no me dieron folio, no tengo casa porque colapsó, mi terreno está vacío, no hay nada, ahora duermo en mi cocina que también se dañó, no nos hacen caso, somos gente adulta que estamos padeciendo un espacio digno donde vivir”.
Lo mismo ocurre con Macrina Trinidad Muriel, su vivienda colapsó y no recibió un solo centavo como apoyo para reconstrucción, su esposo y ella viven en casa de su nuera quien le prestó un espacio improvisado para poder vivir mientras, espera que la ayuda le llegue.
Rufino Orozco Flores de 76 años de edad, es otro de los afectados, tuvo que irse a vivir con su hijo en la ciudad de Juchitán Oaxaca que se localiza a una hora de distancia y dejar su vivienda que tiene todas las paredes agrietadas y flojas.
Finalmente, Onesima Juárez, quien es defensora comunitaria recalcó que no se detendrán en la exigencia de sus demandas, y seguirán accionando y pidiendo audiencias con las autoridades, porque desafortunadamente nadie los escucha, están abandonados.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress