Dedican mural a los artesanos de la palma en Unión Hidalgo; enfrentan vulnerabilidad por pandemia y falta de apoyo
* “Na Catalina Antonio Méndez”, artesana de 75 años de edad que realiza petates y accesorios de palma
#UniónHidalgo 18 Oct (#Istmopress) – Una mujer vestida con su enagua y huipil y sentada en una butaca de madera tejiendo un petate de palma cuyo nombre es Catalina Antonio Méndez, artesana de zapoteca, es la imagen del mural que el artista istmeño, Pedro Hernández dedicó a los artesanos de la palma de Unión Hidalgo, Oaxaca.
En este municipio zapoteca existe una reserva comunal llamada “El palmar” conocida también como “Zila Gaayu’ o cinco palmas” que consta de 829 hectáreas de terreno donde se cultiva la palma real y campechana, pero que en la última década vive amenazada diversos factores, entre ellos el cambio climático y proyectos eólicos.
Las personas que se dedican a vivir y cosechar la palma de se les llama “palmeros”, ellos a su vez lo cortan, rajan y lo secan para después venderlo a tejedores de la mixteca oaxaqueña y poblana. Con la palma seca también se elaboran petates como el que teje desde los 10 años, Catalina Antonio Méndez.
A 19 meses de la pandemia del Covid-19, palmeros y artesanos de la palma se encuentran vulnerables y desprotegidos, a este sector, el gobierno brinca poco o nulos apoyos, por lo que actualmente viven afectados en su economía.
Con este mural, el artista visual Pedro Hernández refiere que busca visibilizar este oficio que por décadas existe pero que lamenta poco se valore entre la sociedad.
“Na Catalina vendió mucho tiempo, pero debido a la pandemia de COVID-19 que azota hoy en día en todo el mundo, se ha limitado a reducir su producción y sólo estar en casa siendo ya de la tercera edad cómo el sector más vulnerable, pues es la situación que sufren muchos artesanos hoy en día ocasionando un duro golpe a la economía de varias familias que dependen de esta labor ancestral, y que el gobierno poco apoyo otorga a dicho sector”, agregó el artista.
Resaltó que Na Catalina a sus 75 años de edad, con sus manos ha dado formas a múltiples utensilios domésticos creados con esta fibra natural conocida como palma, que desafortunadamente con el paso del tiempo ha sido sustituido por utensilios con las mismas características y diseños , pero ahora hechas por la industria en plástico.
**Palmeros, los hombres que protegen una reserva comunal en Oaxaca**
Antes de que el sol despierte , Laureano Toledo López a quién los palmeros conocen como “El palmerito” , uno de los principales defensores y cuidadores de este espacio natural; toma su motocicleta, su machete y su morral y recorre parte de esta reserva, así lo ha hecho desde hace más de 40 años por herencia de su abuelo y su padre con el único fin de conservarlo.
“El palmerito” ama esta tierra porque le ha dado de comer y también para mantener a su familia, pero también está preocupado porque el palmar está viviendo una amenaza latente por la llegada de dos proyectos eólicos, y por la quema clandestina que ha provocado una gran deforestación, que no ha sido atendida por ninguna autoridad ambiental.
El palmar ha dejado de producir las enormes cantidades de palma campechana y real que es la que se cultiva en esta zona debido a la quema clandestina y la sequia provocada por el cambio climático, aunado a que tampoco los palmeros están incluidos en algún tipo de fideicomiso de parte de la federación o de algún programa de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Seder).
De acuerdo a un mapa elaborado por el Comisariado de Bienes Comunales de Unión Hidalgo, El Palmar lo marcan dentro del polígono donde se proyectan los desarrollos eólicos Piedra Larga de Desarrollos Eólicos Mexicanos de Oaxaca 1 (Demex), en donde están instalados 152 aerogeneradores, así como su expansión Piedras Largas II, comparte la zona de El Palmar el proyecto Eólica Unión, aunque éste aún no tiene permiso de construcción, sí tiene apartados.
“Ahora llegamos apenas a 15 millares de palma al mes, es decir, 30 toneladas. Actualmente, apenas y llegan a 15 millares de palma al mes, ni siquiera la mitad, cantidad que hacen rendir las 40 familias que viven de ella”, dijo el Palmerito.
Los palmeros han usufructuado la palma para sobrevivir, la venden con los tejedores de la mixteca oaxaqueña y poblana, pero también con los suyos, en esta comunidad, las mujeres tejen cintas de palma que venden para la elaboración de diversos artículos como sombreros, abanicos, tapetes y manteles.
Además de los palmeros, a esta zona también llegan habitantes de otras comunidades, algunos usan la palma para realizar techos, otros para cubrir sus parcelas, esta zona se comparte sin distinción alguna y el único requisito que se pide es su conservación.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress