Expone Andrea Vite, “Amar.gura” una propuesta visual estenopeica y textil, en Galería Gubidxa
#UniónHidalgo 10 Jul (#Istmopress) – Egresada recién de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, UABJO, y participante de una decena de tallares y diplomados, en el CaSa, de donde ella, es originaria. Este Centro de las artes ha sido un referente en su formación profesional.
La inquietud de Andrea Vite, va más allá de solo mostrar las imágenes, lo que ha producido con fotografía estonopeica, crece su interés en construir y ofrecer talleres para el armado y fabricación de estas cámaras obscuras.
En esta ocasión la Galería Gubidxa, ubicada en Unión Hidalgo, Oaxaca. Alberga parte de su obra, para los residentes y para todas las personas de la región que quieran conocer un poco de lo que se expone. Estará abierto al público, hasta la primera semana de agosto del año 2022.
De esta manera apreciaran que con un ojito, le echa ojo al mundo, con ese ojo esparce el campanario, las jacarandas de su paso, paisajes y edificios, las flores de su andar, y los jardines.
La tarde cómplice, un sol cálido y luz propicia, todo juega a revelarle los mundos, el de fuera y el interno, viene el goce que se desprende desde adentro, muy dentro.
Amar.gura, es una aproximación al oxímoron, a la vez, invento y acertada manera que nos muestra lo inconmensurable y (lleno de arbitrariedades) propias del lenguaje, al mismo tiempo se acerca lo poético, al que dota de una carga metafórica, es el lenguaje quien ayuda a liberar, y soltar o acercar la savia de amar, y se pregunta ¿Cómo hablar sin llorar?
El ojo, estenopo de la cámara, rendija medular por donde se mira la fuerza interna de la artista. Manera generosa de conectar los sinsabores, lo silencios guardados, y el grito interno que viaja a capricho de la luz, capturada en las imágenes.
Amar.gura, va más allá, de captar imágenes, hay voluntad de extender y multiplicar, las cámaras hasta ahora recreadas por ella, no solo tienen un estenopo, sino dos ojos, cuatro, y cinco, y puede que se juegue con más, esta experimentación extiende la mirada puntillosa que no va a parar.
Andrea Vite, reconecta el bordado con la acuarela, con la pintura, puede bordar los ciclos de la vida. Puede bordar los ocasos y los amaneceres, interrogantes desde donde se ve y se compenetra, de sutil puntada clama su voz, hecha palabra, y la voluntad casi imprescindible de curar (sanar, soltar).
En lo blanco y negro, se inventa un conjunto armonioso de lo que es aún capaz el ojo dejar a capricho de la luz, destellos en el color donde se enjuician las armonías voluntarias de lo que Andrea, desea decirnos en el más sublime lenguaje poético.
No dejemos pasar, esta propuesta de reencontrarnos con el tiempo, que se nos acelera desde fuera, el tiempo nuestro del que podemos disponer sin prisas, así como el estenopo se toma su propio tiempo para revelarnos esa imagen que ni siquiera podemos imaginar, la Galería Gubidxa los espera.
Víctor Fuentes / Agencia de Noticias IstmoPress
