“Lo hice como un acto de sobrevivencia”: Carlos Alberto Morales, el sensei oaxaqueño que construyó un oasis en el Cerro del Fortín
#Oaxaca 22 Mar (#Istmopress) – La fuerza de sus manos lo dice todo, Carlos Alberto Morales cavó con sus manos, picos y un talacho dos oasis 3 y 4 metros de longitud para que las aves y animales que tienen al Cerro del Fortín como su hogar sobrevivieran ante un sinfín de amenazas con las que conviven todos los días.
Maestro de karate y defensor ambiental desde hace 10 años, el Sensei como lo llaman recorre todos los días durante 3 horas el Parque Estatal “Cerro del Fortín”, área protegida que abarca 87 hectáreas ubicada en la capital de Oaxaca.
Construir un oasis que brinde agua a los animales pensó Carlos es una acto de resistencia ante la indiferencia no solo institucional sino de los que hablan que defienden el bosque, pero en realidad no hacen nada.
Un oasis en pleno bosque dónde hay un sinfín de veredas, dónde la gente construye como quiere, dónde hay cientos de perros abandonados, dónde la indiferencia es lo que existe, ha sido el mayor acto que Sensei ha realizado con el apoyo de su esposa Dulce María García García.
De tenis, pans, su gorra y siempre cargando sus botes de agua, el sensei sube a diario el cerro, y lo primero que observa es la cantidad de agua que tienen sus dos oasis, el cual alimenta semanalmente invirtiendo 1000 pesos de su bolsillo.
Al preguntarle porque lo hacía, el por qué invertir dinero en un cerro, Carlos Alberto de 47 años de edad, respondió que es un modo de vida que quiso vivir para dejarle un pedacito de amor al planeta.
Para el ambientalista, ver que dos calandrias o dos perros estén bebiendo agua del oasis es la mejor forma de celebrar el Día Mundial del Agua, porque se trata de dar vida, y eso es lo que hizo al construirlos con sus propias manos y recursos.
“No hay mejor celebración que ver a las aves llegar al oasis y llenarse el buche de agua, y me alegra que alrededor también se esté formando un ecosistema, eso es la vida, eso es lo que queríamos y lo estamos logrando”.
Al recordar como comenzó su amor por los animales, narró que el Fortín ha sido parte importante de su actividad deportiva, y que veía constantemente a muchos perros abandonados, pero tampoco podía llevárselos a su casa, entonces creó junto con su esposa y familiares una asociación civil, a la que nombró “Cuenta conmigo, Colmillo Blanco”, con la esperanza de recibir donativos y ayudar a más animales, pero ha sido muy lento el proceso, todos los recursos invertidos son por su cuenta.
***La criminalización por cuidar el Fortin***
Oaxaca junto con Chiapas y Guerrero son estados de México más mortales para la defensa de los derechos de la vida y territorio, de acuerdo con Educa AC.
Este colectivo civil señaló que en cuatro años, de diciembre de 2018 a noviembre de 2022 fueron asesinados 141 defensores de derechos humanos y ambientalistas en México, de los cuales, 34 asesinatos ocurrieron en esta entidad sureña del país.
La violencia y la criminalización no ha sido excepción para Carlos, quién lamentó que por el cuidado y la protección del Cerro del Fortín todavía sea un pensamiento y no una práctica para muchos, debido a que constantemente es víctima de incendios, reforestación, invasiones, construcción de espacios sin orden territorial, apertura de veredas sin saber las afectaciones que genere y un sinfín de acciones que lo único que hacen es desgastar a este espacio natural de vida animal y vegetal.
De todo lo que comenta y reflexiona hace un suspiro, y prefiere no desesperarse, Sensei sabe que hacer conciencia ambiental cuesta mucho y lo es doble cuando se trata de actuar, por lo que mientras pueda asegura que seguirá subiendo el cerro todos los días como lo ha hecho desde hace una década.
“Hoy son dos oasis, y ya vamos por el tercero, y así iremos clavando sin importar las horas ni los días porque no hay nada más feliz que ver a un pajarito llegar cansado y beber agua, para después perderse en el cerro y así ver llegar a otros zorrillos, perros y sinfin de animalitos abastecerse de agua para su vida, eso para mi lo es todo”, señaló.
En Oaxaca, la defensa ambiental cuesta la vida, y aunque Sensei ha vivido criminalización por su la lucha, no la suelta ni la soltará, para él el Cero del Fortín debe cuidarse y protegerse y no solo servir como adorno para colocar monumentos, luces, auditorios, casas y un sinfín de construcciones.
“Todavía hay vida en el cerro, todavía se puede luchar por recuperar, los oasis ya están, ahora toca que nos unamos, que colaboremos, que sea un trabajo en conjunto para todas y todos”, concluyó.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress