“Ser madre discapacitada es vivir en una lucha constante”: Katya Santiago, sobreviviente de un ataque armado que nunca recibió justicia
#UniónHidalgo 09 May (#Istmopress) – Justicia para esta joven madre que vive con discapacidad desde hace 4 años tras sobrevivir de un ataque armado en Oaxaca no existe, para Katya Santiago Ruiz esa palabra todavía es lejana en su vida y mientras llega, vive en una lucha constante por conquistar sus sueños, que es trabajar en un ambiente laboral inclusivo y ser ejemplo para su pequeño hijo.
Katya, de origen zapoteca y originaria de Unión Hidalgo, Oaxaca tiene 27 años y es madre de Danilo de 6 años de edad, para ella ser mamá en una condición de discapacidad no la convierte en un ser especial, al contrario en una mujer de retos.
En mayo 2019, sobrevivió a un ataque armado donde fueron asesinadas seis personas, las balas le atravesaron el cuerpo pero no la mataron y desde entonces ser valiente es su principal escudo y como ella misma lo narra, no cualquiera sobrevive a un año de cirugías y una cama de hospital.
“Yo no puedo caminar, no tengo intestino grueso y parte del delgado, vivo en constante terapia y esto que les cuento no es para que me tengan lastima o me discriminen como ha ocurrido, sino para recibir un poco de comprensión y acompañamiento, por fortuna mucha gente me ayudó económicamente y me sigue ayudando, y les agradezco mucho, yo como otras madres de familia también tengo metas y sueños y ando en la búsqueda de alcanzarlos”, contó.
Su familia: su papá, quién falleció hace un año, su mamá y sus dos hermanas han sido y son su todo, son esa red de apoyo de 24 horas y 365 días que Katya reconoce que sin ellos, ella no estaría contando ni hablando de su vida, pues no sobreviviría.
“Mis padres y hermanas siempre han estado conmigo, mi hijo por ejemplo dice que ahora tiene cuatro mamás y aunque para él el proceso de ver a su mamá en silla de ruedas no es nada sencillo, me comprende, está consciente y esto es motivador para mi, pues después de derramar muchas lagrimas, hoy ya puedo sonreír, porque mi motor principal es él, mi hijo”, señaló.
Sobrevivir a un ataque armado que le cambió la vida no es fácil de asimilar reconoce, amigos cercanos se fueron, pero llegaron otros, y uno de ellos la apadrinó con la fundación Altia, donde conoció al grupo “Vida Independiente” donde le han enseñado a ser autosufiente y entender con la ayuda de psiquiatras su discapacidad.
Katya ya convive con su discapacidad, su silla de ruedas es su fiel compañera de aventuras, ya viaja sola, ha recorrido la Capital de Oaxaca, Ciudad de México, Yucatán, Tabasco y otras ciudades sola, y eso ha sido posible al grupo de Vida Independiente, donde aprendió a valerse por sí misma, desde bañarse sola en un cuarto de hotel hasta viajar a diversos lugares sin acompañante.
***En el Istmo no existe la inclusión laboral para personas con discapacidad ***
Como mujer de retos, la joven madre ya está lista para cumplir el próximo y será trabajar en un empleo donde la inclusión será el principal valor, y por eso ya sólo espera festejar al lado de su mamá, hermanas e hijo el “Día de las madres”, y emprender el vuelo.
En Oaxaca, de acuerdo con el Censo INEGI 2020, viven un total de 824 mil 598 personas con alguna discapacidad o limitación, de los cuales, 273 mil 876 son personas con discapacidad, de los cuales, el 52.7 por ciento son mujeres como Katya que usan una silla de ruedas en su vida diaria.
Katya reconoce que en estos 4 años, a partir de su discapacidad, también se ha enfrentado a la discriminación y la falta de inclusión laboral, ninguna empresa de esas que presumen ser inclusivas y socialmente responsables qué hay en el Istmo la quisieron emplear con el pretexto de que no hay condiciones.
“Estudié la licenciatura en español, y como tal me sé desenvolver, pero ninguna empresa me quiso contratar, finalmente laboré en el ayuntamiento municipal y hace una semana renuncié, y buscaré mejorar mi vida laboral en otro sitio y eso es motivo de alegría, porque mis sueños ya se están cumpliendo”, expresó.
Sobrevivir con discapacidad es vivir en una constante discriminación y revictimización, desde como la miran, tratan, sin embargo la lucha por su bienestar es una constante.
Respecto a la movilidad tampoco hay condiciones en las calles ni avenidas, no hay rampas ni espacios, pero se las ingenia y para su traslado conoció a Raymundo, un joven mototaxista que desde hace un par de años la lleva a diversos destinos, por ejemplo para esta entrevista fue en una cafetería del pueblo.
También reconoce que la discapacidad genera muchos gastos, desde la alimentación que debe ser balanceada y nutritiva, los gastos médicos de su Ileostomía, y sus terapias, todo ha sido costeado por su familia, porque de las autoridades como víctima no ha recibido un solo centavo.
Sonriente y asertiva, Katya reconoce que ser madre discapacitada no es fácil, que es necesario dejar de romantizar las discapacidades y ser inclusiva, esa es su lucha diaria como joven madre, aprender sobrevivir con su discapacidad por el resto de su vida.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress
Fotos cortesía de Katya