Columna: Alto Mando
Por Ernesto Salinas Matias
¿Héroe o villano?
A los militares se les reconoce como protectores de la soberanía nacional y como respuesta inmediata ante desastres naturales; por otro lado, los sigue un imaginario colectivo de corrupción y vínculos con grupos delictivos, entonces deberíamos preguntarnos ¿son héroes o villanos en la percepción de la sociedad?
Los soldados y marinos son representados como protectores de la ciudadanía, héroes que sacrifican sus vidas por el bien común. En otras, aparecen como figuras oscuras que, bajo el manto de la autoridad, cometen abusos o actúan en complicidad con el crimen organizado. Esta percepción de las fuerzas armadas se da en medios de comunicación, cine, literatura y relatos populares han contribuido a la construcción de una imagen errónea de nuestras fuerzas armadas.
Probablemente los casos de violaciones a los derechos humanos, abusos de poder o denuncias de corrupción dentro de las fuerzas armadas han alimentado la desconfianza de ciertos sectores de la población. A esto se suma el papel de las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico, una guerra que ha dejado un saldo de violencia de al menos 10 mil homicidios por año desde el 2008, de acuerdo con el Índice de Paz en México y ha cuestionado la eficacia de las fuerzas armadas y sus estrategias de seguridad.
Si bien es innegable que han existido casos de elementos corruptos o coludidos con el crimen organizado como el ex Secretario de la Defensa Nacional, el general Salvador Cienfuegos Zepeda, quien en 2020 fue capturado en Estados Unidos por presunción de venta de narcóticos, es igualmente cierto que estas acciones no representan a todos los generales, o soldados en activo, por lo que no deberíamos encasillar en el mismo prejuicio a todos, no me parece válido decir “por uno pagan todos”
Asimismo, me parece preciso destacar lo que mencionó el general de la 30 zona militar en Tabasco, Héctor Francisco Morán Gonzales, ante las acusaciones sugeridas tras la aparición de una narco manta con su nombre quien recomienda “no darle voz a los criminales cobardes” pues el Ejército y la Marina están compuestos por hombres y mujeres que dedican sus vidas al servicio del país, con riesgos que pocos estaríamos dispuestos a asumir.
Por un lado, esta estigmatización, podría desmotivar a los efectivos comprometidos con su trabajo; por otro, debilita la relación de confianza entre la población y las instituciones encargadas de su protección, ya que esto no solo afecta a los militares, también afecta a marinos, policía estatal, municipal y otro niveles. O eso creíamos hasta el 20 de agosto de 2024, donde la Encuesta MCCI – Reforma 2024, dio a conocer que tanto el Ejército como la Marina fueron valuadas en el segundo y quinto lugar, respectivamente, como las instituciones menos corruptas con menos de 50 por ciento de aprobación de las personas, esto como resultado de las más de 246 funciones asignadas a estas instituciones.
¿Héroes o villanos?
La respuesta no debería tener sesgo, sin embargo, las fuerzas armadas en México son un reflejo de la complejidad social y política del país, siendo a quienes las decisiones de los altos mandos afectan, con luces y sombras deben ser analizadas sin prejuicios ni idealizaciones. Por lo que las fuerzas armadas deben ser vistas como su rol lo determina “protectores de la nación”.
Pie de foto:”Soldados del Ejercito mexicano rindiendo honores a la bandera”