Con un ritual, concluye campamento juvenil en Ixhuatán
San Francisco Ixhuatán.- Con un ritual ancestral y un baño de mar concluyó el Campamento juvenil 2015, en Ixhuatán, en el cual se congregaron jóvenes de los estados de Oaxaca, Veracruz, Querétaro, Chiapas, Puebla y Distrito Federal.
Tras una jornada de analizar su posición como jóvenes ante la “posmodernidad”, afirmaron que los problemas son impuestos por “aquellos” que conquistan los bienes naturales de los pueblos. En la “modernidad” los “invasores” saqueaban los bienes naturales, ahora en la “posmodernidad” agregan al saqueo, la destrucción del entorno.
Durante la semana, del 13 al 19 de julio, estos jóvenes se reunieron en talleres diversos, cuyos productos fueron presentados por las tardes en los distintos barrios recorridos: “Una pieza de hip hop, metarrelatos de nuestra historia, trípticos, un mural colectivo que ahora luce una de las paredes de la escuela, esténciles que servirán para continuar la fase informativa del proyecto consultas comunitarias por la vida”.
Esta actividad de igual forma se englobó en la jornada “Los Zapatistas no están solos” convocada por las agresiones a las comunidades y ejidos zapatistas y al compañero de la sociedad civil las abejas Manuel López Pérez, en ese sentido exigieron el cese a los ataques como destrucción de casas, robo de pertenencias y la agresión directa a niños, hombres y mujeres en la Garrucha, el ejido Pojkol y el Rosario y se llama a la solidaridad internacional con las luchas de estos pueblos hermanos.
De acuerdo a los organizadores, el formato del campamento, aunque estuvo preparado con anticipación, fue un ejercicio de “compartencia”, de toma de decisiones en conjunto de manera asamblearia, en donde se analizaron las causas e impactos de los megaproyectos eólicas, salineras, mineras, Fracturación Hidráulica (fracking) y el tema de la consulta libre previa e informada, acompañada de constantes visitas al río Ostuta cuyas aguas peligran por la instalación de la minera en Chiamalapas.
Con asistentes de otros estados y con la participación de jóvenes de Juchitán, Chimalapas, Ixtepec, Chahuites, Tehuantepec, Álvaro obregón e Ixhuatán, se conformó una red de jóvenes que se solidarizan con los pueblos del istmo en la defensa de su territorio frente a las transnacionales, teniendo como centro de gravedad la preparatoria por cooperación José Martí.
Sobre las consultas a los pueblos indígenas
Entre los planteamientos colectivos se expresó que someterse a un proceso de consulta, de acuerdo a los tratados internacionales, es ilegal porque las concesiones han sido otorgadas previamente, además es desgastante, porque para el gobierno y las empresas actúan bajo la premisa que la instalación de sus proyectos es un hecho; buscan convencer a la gente y no consultarlas.
Otra de las premisas es que la consulta en el modelo juchiteco es una consulta a dueños de tierras y trabajadores de las empresas y no una consulta popular, libre previa e informada y de acuerdo a los tiempos y formas de toma de decisiones locales.
“En el caso de Juchitán, la población y las organizaciones sociales llegan a la consulta fraccionados, lo cual ya es un factor determinante en que las empresas ganen la consulta. (esto es contradictorio porque se consulta para llegar a acuerdos no para competir)”.
En ese sentido afirmaron que esto hace necesario que las comunidades se movilicen a sí mismas, internamente para estar unidos, en un mismo consenso.
“Las comunidades deben valorar sus propios bienes naturales pensando en lo que a futuro se va a comer, los espacios para trabajar, convivir. Necesitamos pensar en las otras formas de vida y no solo en los seres humanos. ¿cómo vivirá el armadillo, la iguana, la tortuga, la liebre, el venado? ¿Deberán ellos estar encerrados para dar libertad al enriquecimiento de los mismos que destruyen el mundo?”, cuestionaron.
Para finalizar en el documento consensuado por los integrantes del taller, afirmaron que cada día se hace historia: “La nuestra es una historia que tienen raíces profundas más allá de los griegos y más allá de la escritura. Estamos anclados en un pasado histórico de dar vida y contra su muerte. Estamos presentes en un mundo de lucha por defender la vida y decolonizarnos para ser gente de nuestro tiempo. Los pueblos indígenas que logremos acceder a la ciencia y la tecnología (como un derecho humano) respetando la vida, somos el modelo idóneo para el futuro del planeta.