La búsqueda de Clementina, 28 años en espera de sus hijos
Diana Manzo / #Istmopress.- Jorge y Mabro Orlando Funes desaparecieron hace 28 y 13 años respectivamente, su madres Clementina Murcio González, hondureña de 74 años de edad los ha buscado en cuatro ocasiones en la Caravana de Madres Migrantes, es una mujer que aprendió a la fuerza a vivir con el dolor de no saber donde están sus hijos y al mismo tiempo vive con una luz de esperanza de que algún día sabrá de ellos, no sabe si vivos o muertos, pero los volverá a ver.
A la vida no le lamenta su desgracia, pero sí al gobierno de México, en donde dijo es un territorio que el sueño lo convierte en cenizas porque del llamado “sueño americano”, al menos para Clementina, solo ha sido un camino de muerte, desde hace más de una década no sabe nada de sus dos únicos hijos varones.
Sus manos delicadas y suaves como de la palma de un bebe, pero el rostro firme como de una guerrera, han sido la fuerza para el caminar de Clementina, quién en cuatro ocasiones ha visitado con la caravana de madres el territorio mexicano.
“Una madre nunca se cansa de buscar a su hijo, no perdemos la esperanza de ver a nuestros hijos vivos, no somos 39 sino más de 70 mil madres que buscan a sus hijos e hijas desesperadamente en México, mis hijos huyeron para mejorar sus condiciones de vida, no para ser asesinados y tampoco desaparecidos”, expresó.
A pesar de llamarse clementina, lo menos que busca es clemencia, al contrario busca el apoyo de los defensores sociales y organismos para encontrar a sus dos únicos varones, quienes se dedicaban a la mecánica automotriz en su natal Honduras.
Asegura que para ser participe de esta undecima Caravana las cosas son cada vez más difíciles, desde los tramites hasta el miedo de vivir violencia a su llegada a México.
“Cada vez somos más las madres que nos sumamos a esta caravana, somos uno sola, lloramos, gritamos, pataleamos, nos abrazamos, pero lo más sorprendente es que seguimos caminando, en mi caso no llevo once años, sino 28 de buscar, pero gracias al Movimiento del Migrante Mesoamericano, todo esto ha sido realidad; cada que una mamá encuentra a un ser querido, la alegría es para todas, estamos conectadas con el mismo dolor y la misma satisfacción”, expresó.
Su hijo Jorge Orlando Funes desapareció hace 28 años en Guadalajara Jalisco y el segundo (Mabro Orlando Funes) hace trece años en Tuxtla Gutiérrez Chiapas.
“De mi segundo hijo, recibí la ultima llamada en el mes de Abril de hace 13 años, me dijo que estaba en una localidad llamada Agua Azul, que ahí trabajaba y que estaba bien, pero también comentó que había mucha violencia y discriminación contra los migrantes, de ahí no supe más de él, por eso considero que para los migrantes el sueño americano ya se terminó, ahora lo que atraviesan es el camino de la muerte”.
La madre centroamericana expresó que la migración en centroamerica no es por gusto, antes era por el sueño americano, por mejorar ingresos, actualmente es por la violencia de las pandillas, que intentan desaparecer la libertad del joven, reclutándolo.
“Mucha gente migra, familias completas, y no lo hacen por gusto, la pobreza y la violencia han invadido países de centroamerica, es triste saberlo pero nos pone más triste saber que llegan a _México y son desaparecidos, por eso esta caravana 11 está denunciando penalmente, no podemos ser más, no podemos sumar más desaparecidos, no queremos ser estadísticas”, abundó.
Para poder seguir viviendo, Clementina vive fortalecida con Dios, es evangélica de una secta religiosa además acude a terapias psicológicas y lo más triste como ella lo define “Se ha acostumbrado a vivir con dolor”.
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Con el paso del tiempo, Clementina fue perdiendo progresivamente la audicion y, en sus ultimos anos, tuvo que utilizar un gran audifono . Sin embargo, y a pesar de tener mas de 80 anos, la princesa seguia viajando regularmente a Paris para hacer compras y estar al tanto de las novedades en el mundo de la moda.