El lesbianismo y su lucha contra la lesbofobía
#Juchitán 17 mayo (#Istmopress).- Ser mujer y lesbiana ha sido una lucha constante de las mujeres oaxaqueñas e istmeñas, tan solo por su condición de mujer ya son violentadas sumado a la lesbofobía que viven, el cual es una discriminación y rechazo que cada vez las convierte en invisibles. Su anhelo es poder gritar a los cuatro vientos su preferencia sexual, lo único que buscan es ejercer su sexualidad libre, visibles y encaminadas al respeto de sus derechos humanos.
Además del rechazo social, las mujeres lesbianas también sufren en lo laboral, educativo y en cuestión de salud; difícilmente en las instituciones son aceptadas por la forma de vestir, muchas de ellas no concluyen la preparatoria o solo se quedan en este nivel.
Ser lesbiana aseguran no meramente es vestirse de forma masculina, con pantalón y camisa, sino es como se acomode. “Tenemos amigas que son sumamente femeninas, se pintan y se arreglan, son un estuche de monerías y otras que no, que usan camisa y pantalón, a ellas son las que más discriminan y no las dejan ser en su escuela y trabajo”.
Reconocen que en sus hogares no ha sido fácil aceptar su sexualidad, son juzgadas y maltratadas e incluso violentadas de forma constante tanto física como verbal. “En mi casa al principio me rechazaron, no aceptaron cuando les dije que me gustaban las mujeres, que era lesbiana y así quería vivir, mi papá y mi mamá me aceptan como soy, no así mi hermana que incluso ha llegado a golpearme por mi preferencia”, expresó Erika, originaria de la sierra mixe zapoteca.
En Oaxaca no existe un registro del número de lesbianas, sin embargo se han creado colectivos que luchan por la visibilidad, la lesbofobía y el respeto a los derechos humanos.
Elvita Alavés Ruiz, de la Red Oaxaqueña por la Diversidad Sexual, precisó que a pesar de que se han logrado avances en cuanto al reconocimiento de los derechos de las mujeres, aún siguen siendo víctimas de violencia, discriminación y hostigamiento sexual, que en muchos casos llega al asesinato.
Las lesbianas de Oaxaca y todo México sufren doble discriminación, primero por ser mujeres, luego por ser lesbianas y su constante es exigir alto a las agresiones y violencia, cada vez más frecuente son los feminicidios.
En el Istmo de Tehuantepec existe un solo colectivo ligado a la Red de lesbianas de Oaxaca llamado “Gunna Gubidxha” que en castellano significa “mujer sol” pero por empoderamiento lo conocen como “sol” y que es liderado por Yesenia Esteva Valdivieso.
“Frecuentemente nos organizamos para hablar sobre su sexualidad y como impulsar nuestra visibilidad, no ha sido nada fácil ir abriendo la mente de la sociedad, primero comenzamos con nuestras familias ese paso y recibir apoyo es lo mejor, sin embargo muchas de nosotras no lo tenemos y salimos a la calle a buscarlo, por eso cree este colectivo porque considero que las mujeres lesbianas sufrimos la constante de lesbofobía, si nos ven besándonos nos juzgan y más aún si vivimos juntas”, dijo.
Recientemente en el Istmo de Tehuantepec, Yesenia ha documentado dos casos de violencia contra lesbianas, la primera con una mujer que fue golpeada por su hermano y la segunda por ser lesbiana, por lo que supone es un caso de lesbofobia.
Lamentó que en ambos casos la denuncia no procedió, las autoridades lejos de relacionarlo con violencia contra la mujer por condición de género, lo achacó con tema de riñas pasionales, por lo que nada paso.
“La lesbofobía u homofobía siguen visibles en la sociedad, más aún cuando la mujer se viste de hombre y va agarrado de la mano de otra, muchas de las veces nos han dicho que somos marimachas, machorras, en fin una sarta de cosas, sin embargo aquí no hay hombre o mujer, las parejas son de mujeres y lo único que cambia es el rol”, expresó.
Dijo que a diferencia de los homosexuales o la comunidad muxe como se les llama en esta zona de Oaxaca, han tenido más oportunidades que ellas como lesbianas, porque las políticas publicas son nulas así como la atención en las autoridades municipales.
“La comunidad muxe nos ha solicitado respaldo y ahí estamos, sin embargo nosotras seguimos invisibles, hablar de lesbianismo se ha vuelto tabú, la gente todavía nos llama “marimachas, machorras” y otros calificativos, y se admiran cuando le digo que tengo pareja, e incluso se atreven a preguntarnos como son nuestras relaciones sexuales”, resaltó.
*24 meses juntas …
Yesenia y Erika llevan 2 años, 24 meses y 730 días de estar juntas, de compartir sus risas, sus sueños y su amor, sí, las dos son mujeres lesbianas que decidieron romper con los estereotipos y disfrutar de su cariño sin importar el que dirán.
Les ha costado expresan, han sufrido violencia física y discriminación familiar y social, sin embargo no les importa, su sueño es casarse en este año y convertirse en la primera pareja lésbica en contraer matrimonio por la vía civil en Oaxaca.
Yesenia de 24 años de edad es estilista y artesana y Erika de 19 años trabaja en una repostería, ambas se turnan los roles en cuanto actividades de su hogar, no son activas y tampoco pasivas sino intermedio así ambas son mujeres y se aman.
“Mucha gente viene a la estética y nos pregunta qué somos, la respuesta es que somos “pareja”, se admiran, pero no es cosa de otro mundo, cada una es libre de ejercer su sexualidad como mejor le parezca, todo encaminado en el respeto y la tolerancia, rechazamos la lesbofobia y exigimos visibilidad”, abundaron.
El pasado mes de diciembre, Erika le pidió matrimonio a Yesenia y por supuesto aceptó de inmediato, actualmente están realizando los trámites para que el registro civil de Oaxaca las case en el estado y no en la Ciudad de México como ha ocurrido con muchas.
“Queremos hacer historia y que todo mundo se entere que nos vamos a casar, me siento muy contenta por este gran paso, somos mujeres y nos sentimos a gusto de ejercer una sexualidad en el lesbianismo, y pedimos respeto, solo eso”, recalcaron.
Según datos de Yesenia, en el Istmo actualmente unas 20 parejas de lesbianas viven en unión libre, y más de mil 500 lesbianas existen en diversos colectivos en Oaxaca, su mayor lucha es visibilizar que existen, que las políticas públicas se aterricen y que vivan lejos de la violencia y la discriminación.