Ser maestro en Oaxaca es sinonimo de delincuente

#Juchitán 21 mayo (#istmopress).- Nieto de un revolucionario e hijo de Alejandrina López de Magariño, luchadora social  en los tiempos gloriosos de la Coalición Obrera Campesina Estudiantil del Istmo (COCEI) es Heriberto Magariño López quién hace 240 horas su esencia física se esfumó de las calles  de su natal Juchitán, pero no su lucha por una educación digna opuesta a la reforma educativa.

Heriberto Magariño López  de 53 años de edad es profesor y en los últimos años dirigente  magisterial de la sección 22 de la CNTE,  su único pecado por el cual esta recluido en un penal de alta seguridad en Hermosillo Sonora según sus familiares es haber dicho la verdad y oponerse a la reforma educativa de Peña Nieto.

El 10 de mayo “Día de las madres” en México, su madre recibió el peor regalo a sus 78 años, saber que su  hijo estaba encarcelado y que se lo llevaron sin dar aviso alguno a su familia, desde entonces todos en su casa “lloran” con lagrimas de rabia y coraje,     exigen su traslado a un reclusorio en Oaxaca y su libertad plena.

Las lagrimas no han sido las suficientes para Alejandrina quién no  ha dejado de pedirle a  “San Vicente Ferrer” y a la “Santa Cruz” que le regresen a su hijo, el tercero de siete hermanos.

Mientras ven pasar las manecillas del reloj,  la angustia  para la familia aumenta porque  ninguno lo ha visto físicamente desde aquel martes “negro”  cuando se lo llevaron los policías federales y estatales acusado por el delito “de robo de libros y desmanes a un particular”, catalogados como delitos del fuero común.

Dos días después de su detención, una llamada con numero desconocido entró en el teléfono convencional de la familia Magariño, era del reclusorio  de Hermosillo informando sobre el encierro del profesor y del cual un abogado de oficio llevaría su caso, de inmediato se opusieron sus familiares y después de varias quejas fue aceptado para darle seguimiento el jurídico de la Sección 22 de la CNTE.

Para su esposa Griselda Otilia Sánchez Moreno con quién el profesor procreó un hijo de 16 años de edad que lleva su mismo nombre “Heriberto” no hay palabras para describir lo que siente, “Me dijo una abogada de la sección 22 quién después de varios días le concedieron una entrevista a modo de videoconferencia y que a mi esposo le  raparon el cabello, se mira diferente  y porta su uniforme de recluso como si fuera un preso de alta peligrosidad”.

Su consuelo es que desde los separos del penal, el profesor exhortó al magisterio de la sección 22 y del país seguir la lucha y no dejarse intimidar por  las “detenciones” que ha encabezado el gobierno para callar las voces ante una reforma laboral y no educativa como lo plantean.

“Mi esposo siempre ha sido un luchador de las causas sociales, desde que lo conozco sus compañeros lo han buscado para que atienda las diversas  problemáticas, cuando me platicó que sería parte del Comité Ejecutivo Seccional de la 22 simplemente acepté porque es lo que le gusta y a pesar de que hoy está recluido, él sigue luchando”, señaló.

Sus hermanas y su madre ven pasar los días como el calvario que vivió Jesucristo y su único anhelo es volver abrazarlo y recordar los bellos momentos de justicia que ha encabezado.

“A mi hermano se lo llevaron por unos libros de textos gratuitos, entonces nos preguntamos, el gobierno atentará contra todos los mexicanos, porque estoy segura que alguno de nosotros en algún momento hemos tenido un libro en nuestras manos cuando se supone es propiedad de la nación, es algo incongruente, a el lo quieren callar teniéndolo en la cárcel, por eso en México es un país donde no hay justicia”, expresó su hermana.

Su madre no olvida los pasajes de la historia  que ha vivido al lado de su hijo y retrocede afirmando que su hijo Heriberto es un hombre de mucha lectura, siempre informado sobre lo que acontece en el país y siempre solidario con las buenas causas.

Estudió su formación educativa en la Universidad Pedagógica Nacional además de tomar diversos cursos de formación en el área pedagógica y psicológica.

Asunción Magariño López, una de sus hermanas no deja de sentir coraje y rabia por el gobierno de Oaxaca y de México, describió la primera vez en que al profesor Heriberto lo detuvieron violándole sus derechos humanos y garantías individuales.

Alejandrina no sabe como concluirán sus días, si podrá ver a su hijo libre algún día o se morirá antes, pero de lo que esta segura es que no se cansará de luchar hasta hacer justicia.

“Veo con tristeza como a los grandes delincuentes, a los que roban y matan están libres, por eso responsabilizo a Peña Nieto y Gabino Cué, dos personajes que han hecho que todo lo mal llegue a Oaxaca, ahora no hay empleo, el campo se esta acabando al igual que la pesca, ¿Cómo quieren que vivamos? Si todo es injusticia”, dijo.

La familia de Heriberto Magariño desde aquel 10 de mayo no se ha detenido en sus protestas,  ha realizado campañas informativas en escuelas y también en plazas publicas sobre la situación del magisterio oaxaqueño y la concientización a rechazar la reforma educativa, al igual colocado carteles  para dar a conocer que el profesor no es un delincuente sino un preso político que el estado desea callarle la voz y  diversas protestas en  diversas dependencias de justicia en la capital oaxaqueña.

“No nos vamos a detener, la lucha ha comenzado y estamos dispuestos a asumir la responsabilidad, mi hermano no hizo nada para estar preso como un delincuente y lamentamos que para el gobierno de Oaxaca ser maestro es sinónimo de delincuente”, concluyeron.

 

DIANA MANZO / Corresponsal

 

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