Aprender a bordar para conservar el vestuario de la mujer zapoteca: Soraida Regalado Santiago, artesana
#Juchitán 10 Abril (#istmopress) – A los 12 años Soraida Regalado Santiago originaria de Juchitán Oaxaca se convirtió en artesana, elabora el vestuario tradicional de la mujer zapoteca desde hace 32 años, su mayor sueño es enseñar para que otras mujeres aprendan este oficio y elaboren su propia vestimenta como lo hacían antes las abuelas, quienes con un bastidor con una tela pegada, una aguja delgada e hilos elaboraban sus enaguas y huipiles.
Aprender a bordar y enseñar para conservar es lo que Soraida desea, razón por la cual lanzó una convocatoria a todas las mujeres del Istmo de Tehuantepec que deseen aprender de sus conocimientos y técnicas y durante un mes, del 22 de abril al 17 de mayo se adentren al mundo de la técnica textil de elaborar un traje regional.
“Como decía Netzahualcóyotl en uno de sus poemas, “Dejemos al menos canto, dejemos al menos flores” y eso es lo que deseo con este taller donde invito a las mujeres de mi tierra a que se inscriban , aprenderán todas las técnicas que uso, es un curso que tiene un costo bajo porque lo que anhelo es compartir mis enseñanzas y que se reproduzcan que puede ser una forma de vida económica , considero que sólo así no se perderá el bordado de la mujer zapoteca”.
El logro de Soraida Regalado ha sido conservar la técnica del bordado a mano o del falso satín que se elabora con la “aguja chica” que actualmente está en decadencia, ahora las mujeres prefieren “el tejido” y muy pocas elaborar el bordado tradicional por que lo consideran tardado y laborioso.
Soraida tiene 44 años pero con 32 años de experiencia, sus manos han bordado más de 100 trajes típicos que las mujeres usan en las fiestas tradicionales y eventos familiares, ahora su sueño es heredar esta tradición.
Conservar la vestimenta original es mantener vivo el bordado tradicional, el que se elabora con la de aguja chica es la prenda que identifica al pueblo zapoteca y en caso de qué se extinga morirá también una parte importante de esta cultura milenaria.
Para el curso que propone, Soraida espera como mínimo un numero equivalente a 10 participantes, a quienes les enseñará su técnica desde el dibujo en tela y el bordado a mano sobre un bastidor de madera.
“No se trata de hacer un negocio con la enseñanza del bordado sino es un trabajo de conservación, lo que deseo es que aprendan y elaboren sus propios diseños y ropa típica para que lo usen en sus fiestas, para que plasmen en cada flor o en cada hoja su amor por la vida, su amor por si mismas, bordar una hoja o una flor significa el amor”.
En cada trazo que pinta y que borda la artesana explica que va implícito su corazón y amor por la vida porque sólo así es que ha podido durar tantos años elaborando decenas de prendas.
Cada tres meses elabora un traje, aproximadamente unos 4 al año, le dedica 8 horas, para ella no solo es un oficio que le ha brindado una estabilidad económica es mucho más porque al bordar un traje también borda los sueños de quién lo usará.
Lograr que las flores bordadas tengan textura y profundidad es lo complicado del “falso satín” o bordado a mano pero ella ha podido hacerlo porque recuerda que sus tías, hermanas de su mamá de quienes heredó este oficio le mostraron la técnica de las abuelas y por eso ahora desea contagiar a las nuevas aprendices a que logren crear obras de arte.
Coincide que así como los historiadores y lingüistas buscan que el idioma “ zapoteco” se rescate, ella como artesana anhela que la técnica del bordado a mano también siga preservándose por mucho más tiempo porque significa conservar una identidad.
En sus planes todavía no habla de un retiro o jubilación, pero sí ya siente los estragos de los 30 años que lleva elaborando durante 8 horas todos los días estas prendas que caracteriza y representa a la mujer zapoteca.
Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress