Claudia Arely, niña artesana que elabora prendas de cadenilla para conservar su identidad zapoteca
#SanBlasAtempa, Oax. 7 Ago (#Istmopress) – Los pueblos indígenas también tejen sus historias por su vestimenta y Claudia Arely está cumpliendo su sueño, a los 13 años de edad es artesana textil, elabora el traje regional de cadenilla, que es una de las prendas tradicionales más usadas por las mujeres istmeñas para conservar y mantener viva su identidad.
Hace un año Claudia decidió conocer el arte de la cadenilla que es herencia de su madre María del Rosario y acudió a la casa de una de las artesanas de su natal San Blas Atempa ubicada en el Istmo de Tehuantepec, con el amor que le dedicó su maestra Isabel, recibió todos los conocimientos, aprendió a usar la maquina de costura, las agujas, las tijeras y a realizar mediciones para lograr trazos exactos que plasma en cada dibujo y diseño con la combinación de una variedad de hilos de seda.
Aprender esta artesanía fue divertida para la niña artesana, quién de inmediato dominó cada uno de los detalles que requiere este oficio y conforme avanzó el tiempo fue elaborando diseños más complicados, pasó de la costura tipo sencillo a la de tres picos donde mezcló las diversas figuras y los hilos.
Sin dejar aun lado sus estudios de secundaria, que en este nuevo ciclo escolar ingresará a tercero, Claudia tiene en mente seguir perfeccionado su técnica y rescatar las figuras antiguas de este arte que usaron las mujeres de su región istmeña.
Fue ella quién le insistió a su madre que le pagara un curso de cadenilla, después que le comprara su maquina de costura que oscila entre 20 y 25 mil pesos y posteriormente sus telas y todos sus hilos, fue así como comenzó este amor por conservar la vestimenta que heredó de los suyos.
Mientras sus pies mueven el pedal de la maquina de costura, con sus manos toma la tela y comienza a unir el hilo, Claudia pone su amor y corazón en cada textura, porque dice que sólo así se confecciona un huipil o una enagua.
Las prendas que elabora las usa como su vestimenta diaria, otras las tiene a la venta y también las ha obsequiado a su mamá; es la única niña que a sus 13 años está conservando el arte textil de su pueblo.
“Mi sueño es rescatar las figuras tradicionales de cadenilla que ahora muy poco se usan, hay una muy complicada pero que estoy dominando que es la figura de centavo, para elaborarlo requiero de muchas horas y varios hilos, para mi ha sido fácil aprender a usar la maquina con mis pies y las manos colocando hilo y moviendo la tela, muchos se admiran que a mi corta edad, pero creo que todo se puede cuando le pones la pasión que requiere”.
Se ha ganado el reconocimiento de las mujeres artesanas de su natal San Blas Atempa y sus diseños también han sido admiradas y reconocidas por otras mujeres de la zona.
“Me dicen que siga echándole ganas, que no deje de aprender y eso hago, ahora que voy a iniciar clases, le dedicaré un par de horas por la tarde, me gusta este trabajo que hago, a veces pienso en dejar la escuela y seguir emprendiéndome en este oficio, la combinación de hilos con las texturas de la tela, esa mezcla me gusta mucho”.
Claudia es tímida y prefiere expresarse con el corazón, porque asegura que en cada prenda que se confecciona lleva un toque de gracia, de paciencia y de amor, “si no tienes esos ingredientes, no se logra un buen diseño”.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress