Desplazados ikoots viven un calvario desde hace 7 años tras ser expulsados por no votar por el PRI
*Exigen justicia y reparación de daño
*Piden a la CNDH atraer su caso
#Juchitán 18 Feb (#Istmopress) – La falta de justicia y reparación de daño mantiene viviendo en un calvario y zozobra a 14 familias de origen ikoots desplazadas desde hace siete años, en el 2014 fueron expulsados por Homero Salinas, agente municipal de la comunidad de Pueblo Viejo perteneciente al municipio de San Francisco del Mar Oaxaca por no votar por el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
Ante la lentitud de las autoridades y la omisión con que han actuado, este martes sostuvieron una reunión con autoridades de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca (DDHPO) y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) con la intención de exigir una pronta reubicación y reparación de daño.
De las 14 familias desplazadas conforman un total de 30 personas entre mujeres, infantes, jóvenes y hombres además también hay adultos mayores, quienes han tenido que vivir con sus familiares o en espacios en renta tras una respuesta del gobierno del estado de Oaxaca por la violación a sus derechos humanos y que ha sido eterna y omisa.
Ellos ya no quieren volver a la comunidad que los vio nacer porque no hay condiciones además denunciaron se sigue practicando el hostigamiento y la amenaza, tal y como lo vivieron hace siete años cuando los expulsaron.
Oliver Ocampo Martínez, es uno de los desplazados ikoots que asegura continúan las mismas practicas. “Al menos cinco familias hoy en día padecen esos hostigamientos, les quitan el agua, no les permiten pescar en la laguna y seguramente mientras se acerque el proceso electoral aumentaran por que así nos han hecho”.
Recalcó que en esa comunidad de San Francisco del Mar “Pueblo Viejo” no puedes tener un libre pensamiento para decidir por quién votar. “Allá si no es por el PRI, te expulsan y por eso ya no queremos regresar, no hay condiciones”.
La petición generalizada de los 30 desplazados es la reparación del daño que significa la reubicación en otro espacio geográfico, actualmente 11 familias viven en la cabecera municipal y 7 en otra agencia llamada “Puerto Estero”.
“La exigencia al estado oaxaqueño es un espacio seguro y que tenga todos los servicios básicos, porque es lamentable que en pleno siglo XXI no podamos tener libre pensamiento y eso haya provocado que nos corran de nuestra casa, porque significó perderlo todo”.
Las familias desplazadas señalaron que al ver la falta de respuesta de las autoridades en el mes de julio del año pasado nuevamente interpusieron una queja ante el órgano publico defensor de Oaxaca y en diciembre acudieron a la Comisión Nacional de los Derechos Humanos porque ha habido dilación en el proceso.
“Llevamos siete años que vivimos fuera de nuestra casa, perdimos todo, desde el hogar hasta nuestra forma de vida porque pescábamos en la laguna, este desplazamiento ha sido duro y complicado, pero aquí seguimos vivos, exigiendo justicia”.
Por último señalaron que habrá una tercera reunión y en caso de no haber resultado, será la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) quién atraerá el caso, porque la exigencia es de justicia.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress