El drama de la extinción del Zapoteco / Victor Terán
En el municipio juchiteco, cada día que pasa, se debilita y deteriora la lengua de los binnizá, la lengua diidxazá, la que los nahuas llamaron, zapoteco. Si los binnizá no nos preocupamos por preservarla, fenecerá mucho muy antes que lo que había predicho el poeta Gabriel López Chiñas: ¡Ay!, didxazá, diidxazá,/ diidxa’ rusibani naa,/ naa nanna’ zanítilu’,/ dxi guiniti gubidxa cá (¡Ay! zapoteco, zapoteco/ lengua que me da la vida,/ Yo sé que morirás/ el día que muera el sol). Y con la muerte de esta lengua “maravillosamente musical” (Carlos Montemayor dixit), desaparecerá una manera particular de entender y hacer la vida (la cosmovisión zapoteca), una manera -entre muchas- de ser hombre en el mundo.
En el año 2000, según INEGI, el 62 % de la población del municipio hablaba zapoteco, el censo de 2020 reporta que el porcentaje de hablantes es 56.17 %. Esto nos dice que el número de hablantes del zapoteco en nuestro municipio descendió un 6 % en 20 años. ¿No es para ustedes alarmante esta situación?
¿Cómo contener esta crisis y empoderar a nuestra lengua y cultura? Necesitamos emprender urgentemente una campaña intensa de alfabetización (enseñar a leer y a escribir) en lengua diidxazá en los espacios de recreación de la ciudad y de las agencias, y, en las escuelas oficiales del nivel básico; necesitamos fomentar el cultivo del zapoteco a través de academias, centros de traducciones, de publicaciones de periódicos, revistas y libros, de la producción de programas de radio y televisión. Todo esto sumado al compromiso de todos los hablantes zapotecos de hablar su lengua en sus relaciones en todos los espacios públicos, y el compromiso de los padres de familia de enseñar a sus infantes, desde temprana hora, a hablar nuestra hermosa lengua.
También nos urge una profunda reforma constitucional en materia de derechos de los pueblos indígenas: una reforma que reconozca la personalidad jurídica de derecho público y los derechos territoriales de los pueblos indígenas, y, aplicar los derechos conquistados en la materia y los establecidos en los tratados internacionales. Los mexicanos estamos cansados de simulaciones, hasta ahora la Cuarta Transformación le ha importado más los megaproyectos elaborados por los negociantes multinacionales, que elaborar proyecto con los pueblos originarios para que dejen de ser colonizados y puedan conformar una sociedad igualitaria y multicultural.
Sin embargo, de los hablantes indígenas dependerá en gran medida el destino de las lenguas mexicanas. Mientras empujamos esta reforma constitucional que rectifique la política cultural y económica del Estado con los pueblos indígenas, debemos construir y operar estrategias, desde nuestras localidades, que propicien no sólo la perduración de nuestras lenguas, sino también su enriquecimiento.
Por eso VOTAR ES UNA DECISIÓN SUMAMENTE IMPORTANTE, el próximo 6 de junio tendremos la oportunidad de elegir a buenos presidentes municipales y diputados, autoridades que promuevan el acceso de la población a las expresiones artísticas y la persistencia de nuestras lenguas indígenas y culturas. Que los mercenarios de la política no nos manipulen con sus regalos y prebendas en estas elecciones, para que el resultado de nuestro voto sea favorable al desarrollo y bienestar de nuestros pueblos.
Diidxazá stinu risaca, cadi gudxii déchenu laa, laani nga rini rudii guendabiaani’ laanu ti ganda guiénenu ne guibáninu ndaani’ guidxilayú. Cadi gusia’ndanu diidxazá xtinu, cadi gudi’nu guiniti ni, pa guinítini zácanu binni riga, zadxé lunu ne qui zindanu ra guní’ xcaanda’ ca binnigola zá: ra nuu guendanazaaca, ra nuu guendaracané saa, ra sicarú.
Octavio Paz decía que “la lengua es un signo, el signo mayor de nuestra condición humana. El lenguaje nos da el sentimiento y la conciencia de pertenecer a una comunidad, estamos unidos por la lengua a una tierra y a un tiempo, somos una historia.”, por eso el Dr. Miguel León-Portilla puntualiza: “Cuando desaparece una lengua, muere una parte de lo más íntimo y valioso de la humanidad”, por todo esto exalto la exigencia de José Saramago que reclama: «Y que el respeto y el trabajo y la entrega y la dedicación que la lengua española merece como lengua de comunicación nacional tiene que compaginarse con el respeto que merecen otros idiomas de comunidades que vienen del principio de los tiempos, comunidades que ya estaban aquí antes de que llegara la lengua castellana a América». ¡Larga vida al idioma zapoteco!
Guidxi Guié’quichi’, Lulá’,
gande gubidxa lu beeu biropa,
iza 2021.