Expone Alehida Méndez “Cartografía de mi ser” en Galería Gubidxa.
#UniónHidalgo 30 May (#Istmopress) – En la exposición “Cartografía de mi ser”. Que se encuentra en turno en la Galería Gubidxa de Unión Hidalgo. Podemos apreciar un oasis que nos lleva a los grandes temas que ha ocupado a los artistas de todos los tiempos. La pasión por el desnudo, es que, gran parte de las piezas expuestas ocupan la sala con estos desnudos, producto de las sesiones de dibujo con modelo, que ella suele organizar.
En las piezas están los grandes temas, la preocupación por la relación humana con la naturaleza y lo que está relación representa con las otras especies. El desnudó como reivindicación a lo que ha sido, el sentido que se le ha dado y dignificando, la manera que se narra se presenta cuestionado. Es acá donde el discurso se compromete con las causas sociales, la lucha feminista. O el cuidado ambiental.
Sorprende que una joven egresada recién de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, en la licenciatura de Artes plásticas y visuales, haya madurado su concepto y su preocupación y ocupación en los temas que hace tangible en sus piezas.
En “Cartografía de mi ser” Alehida Méndez, nos muestra sus obras, si no todas, la mayoría hacen una cuna donde se junta el pasado en el manejo de las técnicas, y así, el presente se abre a muchos senderos que parecen no tener estación. El relato de la extinción está presente en los bocetos, en las piezas acabadas, el grafito del culto al cuerpo y cabezas de aves, el lenguaje de lo que se pueden extinguir hace mella en el inconsciente de la artista.
De la serie, hay una pieza que llama la atención, (no es que en las otras no ocurra) nos hace casi esclavos, demanda nuestra vista. El retrato a medio cuerpo, el vestido que es una gama de lo rojo, anuncia la ausencia de su rostro, el pelo cae a la nuca, pero el rostro compuesto de ocho pichones, polluelos de aves que abren el pico en signo de hambre, de encontrar el mundo, nos guía al parto, ese instante de la bocanada de aire y uno se vuelve ser en este mundo.
Este retorno de Alehida, a la búsqueda de sí en su cartografía, emplea las aves de cautiverio, se piensa en todas las que sufren el maltrato del ser, la sobreexplotación de las granjas en hacerlas morir, es un sufrimiento que se piensa a veces exclusivo de humanos ¿Cómo se pinta el dolor? Es el ímpetu que motiva los pinceles, el arte que aproxima a la artista a detallar el cuerpo y el dolor y decantar, los discursos reales.
Alehia, está atenta a su mundo y el momento que le toca vivir, hace gala de las técnicas que los medios digitales ofrece, pero conversa con los elementos que narran el mundo de los cuerpos, ese mismo cuerpo, que los griegos exacerbaron y los judíos menospreciaron.
Algo nuevo se antoja a la vista, es un cuerpo encontrado, que lejos del erotismo, anuncia una ola de reivindicación, nos cuenta nuevas maneras de encontrarnos con los propios cuerpos, reales, se vale de los pigmentos, y colores de la naturaleza, para asegurarse que nada esta alterado, que todos hacemos lo mismo por situarnos en el cuerpo fresco de su paleta.
Este remanso se ofrece solo así, y no solo a la contemplación, la realidad grita, se anuncia y se asfixia, para ubicarnos en esta mundo que se viaja de ida y vuelta, parece perturbador, pero ubica el retorno a merced del arte.
El lugar que ocupamos por largo tiempo y quizás sea el único signo evidente que somos humanos, se quiera o no, copados en lo tecnológico, consumidos a la vuelta de la otra esquina, a la que nosotros nos atamos y afanamos más. Sea el arte el oasis siempre alucinador.
Por lo que, sí estás en el istmo, sería interesante que visites y aprecies el trabajo de esta artista. Tienes todo el mes de junio para hacerlo. Nos ubicamos sobre la calle Emiliano Zapata #15. Colonia el Pescador.
Víctor Fuentes / Agencia de Noticias IstmoPress