La destrucción de los templos del Istmo rebasa al INAH
#Oaxaca 17 septiembre (#istmopress).- Las 47 parroquias de la diócesis de Tehuantepec, así como decenas más en la de San Cristóbal de las Casas y en la arquidiócesis de Oaxaca, resultaron gravemente dañadas por el sismo del pasado jueves 7.
El sismo que golpeó sin misericordia las zonas más pobres del país no sólo echó por tierra las casas de los más necesitados, también las construcciones tradicionalmente sólidas –buscadas con frecuencia como refugios ante eventualidades de esta índole– están caídas o a punto de derrumbarse: se trata de los recintos católicos de Oaxaca y Chiapas. Ni la emblemática Catedral de San Cristóbal ni la totalidad de los templos de Tehuantepec se salvaron.
Varios de esos templos son monumentos históricos de los siglos XVI, XVII y XVIII y por lo tanto, un valioso patrimonio cuyo resguardo corresponde al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), instancia que ya quedó rebasada por la magnitud de la catástrofe.
En este rubro, la de Tehuantepec fue la diócesis más perjudicada, al grado que su catedral y muchos de sus templos fueron cerrados, por lo que las celebraciones religiosas se realizan en la calle. Hasta la casa episcopal resultó dañada, por lo que el obispo Óscar Campos Contreras ha tenido que dormir en un catre, a cielo abierto.
El vocero de esa diócesis, José de Jesús Gutiérrez, comenta sobre la magnitud de los estragos:
“Las 47 parroquias en que se divide nuestra jurisdicción territorial quedaron dañadas por el sismo. ¡Todas! Algunas de ellas llegan a atender hasta 80 comunidades con sus respectivas iglesias y capillas. También resultaron afectadas casas parroquiales y otros edificios eclesiásticos anexos.
“Actualmente las celebraciones religiosas se están haciendo en las calles, pues no podemos exponer a los fieles realizando el culto al interior de las parroquias, unas dañadas en mayor y otras en menor medida”.
–¿Ya se tiene el número total de parroquias, iglesias y capillas afectadas?
–No. Aún no concluye el conteo. Estamos en eso. Hay inmuebles eclesiásticos situados en zonas muy apartadas y de difícil acceso a los que primero se debe llegar para después hacerles un peritaje. Hasta el momento se ha logrado detectar 71 iglesias dañadas. El INAH ya intervino, pero no tiene el personal suficiente para realizar recorridos por todo el istmo. ¡Es imposible! Actualmente se está echando mano de jóvenes estudiantes de arquitectura que ayudarán a realizar los peritajes.
Rodrigo Vera / Fragmento del reportaje especial publicado en Proceso 2133, ya en circulación