Libros y peces se multiplican
#UniónHidalgo 22 Nov (#Istmopress) – El maestro Félix de la Rosa, viaja todos los días a Huamuchil en su auto gastado, casi viejo, en ocasiones usa una camioneta de media tonelada, se va con otros de sus compañeros. El mar lo espera, el calor agobiante que solo la sonrisa de los niños apacigua, también.
Lleva algunos años, en la comunidad. Ahí labora junto con otros paisanos suyos, profesores de Unión Hidalgo, y vecinos de Chicapa de Castro, la escuela Olímpica, tenía una biblioteca equipada, con materiales reciclados y muchos libros de los programas de lectura a nivel nacional.
Ocurrió que durante el sismo (7S 2017) el local se dañó a punto de ser desplomado, cuando llegó la calma se pudo recuperar algunos de esos libros, felizmente se salvaron. De ese acervo el maestro Félix, junto con los niños y compañeros trasladaron todo a un nuevo salón donado por las fundaciones que se acercaron a la comunidad con este fin altruista.
Da gusto ver la nueva disposición de los libros, una manera ingeniosa, todos los libros cuelgan en una red que recuerda a las atarrayas oreándose al sol, es una pesca rica, de donde los niños pueden descolgar los libros con facilidad, al entrar se puede ver esa red con todo el acervo al aire.
Para usar la biblioteca tienen un horario especifico, y un maestro se encarga de apoyar que la biblioteca se mantenga en orden, que los libros no se estropeen, y lo más importante que los niños y sus maestros se acerquen en el día y hora que les corresponde.
Los libros y algunos salones son lo poco que quedó después del sismo. Animarlos a leer es siempre complicado y Félix, sabe eso de sobra, por eso decidió leerles a los niños durante los programas de homenaje, o pasar a leer cuando puede en los otros salones, lo hace por que le gusta, y además es parte de su comisión.
El maestro participó junto con otros docentes durante el año escolar 2018-2019, en el proyecto “Sendero literario” de su zona de adscripción, participó bajo una programación, se mostró entusiasta con el proyecto y asistió a todas las actividades que se acordaron.
En una de esas visitas a las escuelas el maestro Félix, jugó con los niños, les leyó un libro en blanco, era un libro que le surgían historias en cuanto uno lo abre. Se lo dijo a los niños y les leía las historias, es un libro mágico, les aseguraba, mientras avanzaba recorriendo páginas y páginas en blanco.
Muchos de los que estábamos en la sala, fuimos timados, el libro estaba vacío, y el maestro nos lo develó cuando mostro el libro de par en par, aun así, los niños querían verlo, tocarlo, olerlo, y hasta leerlo en voz alta. Varios de los presentes se animaban a leer el libro con páginas en blanco.
El día del cierre del proyecto Sendero Literario el maestro Félix, de ser uno de los que mostraban inseguridad y dudas, ese día era simplemente otro, trajo elementos del mar para ambientar el local que le tocó a su escuela, libros al igual que las otras, su esmero se notó, el maestro derrochó ánimo y creatividad montando obras de teatro y lecturas en voz alta. Los más felices fueron los niños, y en el fondo considero que Félix fue muy Feliz también.
Víctor Fuentes / Agencia de Noticias IstmoPress