Lo local ante el mundo. Sobre los derechos humanos de la diversidad
Iniciaré con una búsqueda que hice en el vocabulario en lengua zapoteca de Juan de Córdoba del año 1578, ahí aparece para la palabra Mujer que nombramos lesbiana, de ella se hace esta descripción.
Mugervarolil: pènigònnà naquijo làchi natipalàchi.
Mujer machorra: vide efteril. Coxijcho, cohuèche, cocòo,cotòba.
Y para la palabra Hombre que le decimos muxe’ en el istmo. La hallé como afeminado:
Afeminado hombre, Pèninataagelàchi,nahuìni lachi.
Busqué la palabra empezando con Muxe’, que se asocia a la palabra Mujer, una derivación de ella, que se encuentra en el vocabulario de hispanismos en el idioma zapoteco que Andrés Henestrosa, público por el año de 1964, “que vino a significar, afeminado, pusilánime, apocado, cobarde, se usa peyorativamente solo para los hombres”. Con esa suplantación de mujer que se usa actualmente para decir que una persona varón, es homosexual.
La palabra homosexual, descansa en los tratados científicos, hace relativamente poco más de 50 años, cuando en el país de los Estados Unidos, se inicia la lucha LGBT; por el derecho de la comunidad Gay, y que, con el paso del tiempo va agregando más letras a la lucha por los derechos individuales de los grupos segregados.
Me detengo a buscar en la cotidianidad de la comunidad de Unión Hidalgo, donde se desarrolla la vida del muxe’. Como si fuera un lugar que no está supeditado a los acontecimientos del exterior.
Así encuentro que para decir homosexual esta la palabra gay, primeramente muxe’, mampo, deyor, marica, mariquita, maripozón, se le voltea el calcetín, se le hace agua la canoa, rompe catre, salta la tranca, puñal.
Cada palabra tiene su propia connotación y carga semántica que le da un toque emocional para quien la recibe como para quien la dice.
En nuestra legua zapoteca, existen términos relacionados al comportamiento de las personas que prefieren relacionarse con otros de su mismo sexo. Muxe’ huiini /niño homosexual, muxe gupa/ homosexual miedoso, muxe nguiiu’/homosexual varón, muxe dipa/ homoxesual exitado, nagueenda ná’/manolarga, manoseador.
Asimismo para referirnos a quien es Mujer en este caso lesbiana, nguiiu’/ lesbiana, analesbi, machorra, lencha, nanguiiu’/ que parece hombre.
Y toda una lista que se aumenta conforme le lengua cambia. Y el memento que se vive.
El muxe’ en la comunidad de Unión Hidalgo, es una persona que sin mayor preocupación ocupa un lugar, que si bien no es el privilegiado, no es un asunto menor, en comparación con los movimientos que se espera participen las comunidades LGBT, en la marchas del orgullo, el roce social con el afuera ha permeado y da apertura en la historia de la localidad, una primera marcha de este tipo en el año 2022.
Desde niño los otros, describen como se le ve a un muxe’ refiriendo a la persona como: nagunaabe/es como mujer, maca muxe’/ya pinta a homosexual, laabe rului’be muxe’/el parece homosexual. Lo mismo pasa con la mujer Lesbiana. Nanguiiu/ que parece hombre, runnibe xhiiña’ nguiiu/ trabaja cosas de hombre.
Otro momento que renombro acá es la anticipación a los movimientos de lucha por los reconocimientos de los derechos de las minorías, antes del movimiento gay, y la marcha del orgullo, existieron uniones en matrimonio de personas del mismo sexo. Y existe en la actualidad nuevas parejas, y el incipiente, pero abierta unión de parejas mujeres que comparten sus vidas, quizás con mayor arrojo que las parejas varones.
En Unión Hidalgo, desde niño se aprende a aceptar como te dicen, como se te nombra en la calle, o en la casa, a veces con el respeto, en muchas otras existe una repulsión que hace que se pierda la armonía, y se ve al homosexual como algo raro, extraño, irreverente, la creciente vida occidentalizada y plagada de consumo, ha provocado que se sectorice, existe desde hace una década muxe’ que optan por vestirse todo el tiempo con ropa femenina. Salen a la calle, se enfrentan a señalamientos, otras veces mofas de los más pequeños.
Causan asombro. Y adaptan a las costumbres festivas, a través de la réplica de la vela de los muxe’ de la comunidad vecina de Juchitán que desde hace 47 años, festejan con esta celebración la diversidad. Este sector, en Unión Hidalgo realiza un convite, un desfile que asombra a la población en general por su colorido, por su afán de ser reinas, por ser vistas, organizan durante la velada una pasarela, es un día de fiesta donde las que prefieren asumirse como mujeres, esa noche lo logran entre aplauso, luces y alegría.
En un arranque supeditado a los antojos de las cerveceras, provocó la división entre el gremio, surgió un bando de “Las ricas” y otras denominadas de “las pobres”. Ambas realizaban sus festejos de manera paralela, y por fortuna entre altibajos ha imperado por ahora la conciliación.
En la localidad, no se está exento de crímenes por ser gay, cuatro casos a lo largo de la vida de Unión Hidalgo, que se tiene memoria oral, el primero que permea se refiere a la muerte de Rosita Cantón, se creó un corrido que fue censurado en un velorio. El corrido da cuenta qué ocurrió. Rosita disparó a la que era su pareja, creyó haberla matado y se suicidó en el acto. Uno más aunque desconocemos el móvil, que no se aclaró, el muxe’ era fuereño, llevaba tiempo radicado en Unión Hidalgo, pero la memoria colectiva guarda ese acontecimiento tan vívido, el joven murió sentado en una estaca, a las orillas de la población, otros asesinatos acuchillado, y de suicidio.
Si miramos estos acontecimientos desde la complejidad, y no desde lo cotidiano, tenemos poco qué pedir a los movimientos de fuera, tenemos poco qué pedir por los derechos humanos de este sector, tenemos una tarea por al contrario de búsqueda, tenemos una tarea que empatice con los derechos de todos.
El homosexual es violentado y explotado, hay un sector que vulnera hasta con la mirada, hasta hace poco, la vela revela de cómo es el otro, quién es, esa pareja del otro, quizás es un familiar, un primo, un hermano, un amigo, el marido de la amiga, quien ocupa ese sitio, a esta figura tampoco se escapa en el argot de la comunidad. Recibe el nombre de mayate, nabata xii/ tiene ancha la nariz, maca rula’dxibe xho’/ de por si le gusta el tufo, riababe bañu / le entra al excusado, saca frijol, joyero, entre otras denominaciones. Para el caso de la pareja de lesbiana, se les dice hule, hulises, huleberta.
Quizás aquí radica el lugar que todo homosexual pretenda liberarse, no sería justo ocultar que a este personaje llamado mayate, se le pague por servir de acompañante, fugas, o por su servicio sexual, quizás en este intercambio de dinero por sexo, haga sentir minimizado a quien paga.
En una comunidad tan abierta como lo es Unión Hidalgo, podría existir consensos no dichos, reuniones de grupos, apoyo moral, y decidir por una larga lista de derechos universales.
El homosexual abiertamente, y no de closet, esta propenso a una vida desdichada, pero si un homosexual se comporta como hombre, o considera que lo es, lleva una doble vida, muchos de la localidad, lo saben y lo disimulan, se cuenta que en los velorios se acuñó esta frase, guiranu nga muxe’, xi si guiruti guayaba laanu/ todos somos homosexuales, solo que no nos han caído.
La comunidad se empeña en masculinizar o acentuar la femineidad, sucede en los nombres propios, si es Hortensia, se le dice Tencho, o Gilberto ya finado, se le conoció como Darda o Gil Darda, Pepe, se le conoció como Pepin muxe’, o uno más afortunado que, en el nombre tenía su sobrenombre es el caso de Floriberto, se le dijo simplemente Flori.
Este recurso se lo apropian las mismas muxe’, para ser conocidas o destacar en la comunidad, unos hermanos de apellido Guzmán se dicen Marimar, Susimar, y en este tono de los hermanos los trabajadores, compañeros del varón de nombre Daniel, lo llamaban Danimar. Y el seguro de su sexualidad lo tomaba a broma.
Un recurso más, hasta el punto de la ironía es el nombre que eligen para sentirse de abolengo, de clase, eligen por ejemplo en el caso de Sandro, que se le dice, Sindy, Sandy, una ocasión es Jaqueline Bracamontes y luego en una segunda festividad, ya era Priscila Perales, según surja una nueva miss universo. Lo hace como muchas, sin mayor empacho. O el caso de un maestro de educación preescolar Julia de la Rosa, en honor al apellido de su abuela. Para Julio Fuentes, es una manera de involucrar a su familia, y acepte sus intervenciones en los concursos de belleza gay en los que ha participado.
Se le guarda el respeto al homosexual pasivo, no así al libertino, el que provoca, el muxe’ sin compromisos sociales se la verá difícil, este tiempo que nos toca vivir, es un momento que nos arroja a la cooperación, a la ayuda mutua, la sociedad avanza, pero sería loable se integre desde lo local, hacer valer nuestros espacios cotidianos, resistir los embates de los medios, de la política, y la enajenación que provocan para decidir al hombre y a la mujer que queremos ser.
La crecente incursión en la literatura para la comunidad LGBT, y la difusión en el arte dedicado a este sector, podrían ser ventanas para reflexionar, si lo local, es tan importante reivindicarlo, o seguir las modas pasajeras en detrimento de las libertades cotidianas ya citadas.
Si revisamos la memoria viva de Unión Hidalgo, y cómo ha definido al muxe’, sin duda es un lugar que a ellos le tocará preservar, en franco desafío de las miradas e imposiciones venidas de fuera.
También sería recomendable que entre todos los sectores, abonar para mejorar sus derechos, cuando se los otorgan, se los otorgan no solo al muxe’, si no a sí mismo, como legítimo derecho a la vida.
Víctor Fuentes
*Ponencia presentada en el cierre del proyecto: “Promesa muxe’, más que un género”, sobre los derechos humanos de los mismos. Llevado a cabo en Unión Hidalgo, el 19 de Noviembre 2022. Por parte de la Fundación 100XOAXACA A.C.