México necesita una Ley educativa, no una Reforma
#Ixtepec 11 mar (#Istmopress) .- Su voz firme y clara se esparce por el salón de clases, es imposible no mirarla, los estudiantes apenas y parpadean por la emoción que representa escucharla, es una mujer que su constancia, fe y su amor por la educación la han premiado, María Guadalupe López Carrasquedo fue reconocida recientemente por la Secretaria de Educación Pública (SEP) por arrojar un destacado puntaje en la evaluación educativa.
Con 48 años de edad, 23 de servicio y egresada de la Escuela Normal Urbana Federal del Istmo (ENUFI), María Guadalupe es una de las cuatro maestras oaxaqueñas que recibieron un reconocimiento, el cual consistió de un libro literario y también el aumento del 35 por ciento de su sueldo base que será retroactivo en la quincena del mes de Marzo.
Fue la única docente oaxaqueña que pertenece a la Sección 59 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) que obtuvo esta calificación, el resto de las premiadas eran docentes de la Sección 22 de la CNTE.
Imparte clases a estudiantes de primer grado en la Escuela Primaria “Cámara Junior” en su natal Ixtepec, en donde lleva más de cinco años dedicados al aprendizaje significativo, humanista y por competencias.
Guadalupe compartió que el año pasado se inscribió junto con sus compañeras de escuela al examen por invitación de su coordinador laboral de la Sección 59 y de inmediato comenzó a apoyarse de las redes sociales para conocer más sobre ello.
“El Facebook y el internet me apoyaron demasiado además de libros y la maestría de más de 20 años de servicio, desde que soy maestra constantemente me actualizo, acudo a todos los cursos formativos y estoy informada a través de libros y ahora con el internet, fueron meses de preparación y por fortuna los resultados halagadores”, expresó.
Señaló que fue la única maestra de su sindicato que recibió el reconocimiento aunado a otras docentes que pertenecen a la Sección 22 de un total de 150 mil 86 profesores de 28 entidades que fueron evaluados.
Según la SEP, a los evaluados se les calificó: normalidad mínima; planeación didáctica; dominio de los contenidos; ambiente en las aulas; prácticas didácticas, colaboración con la escuela; diálogo con los padres de familia; contextos sociales y culturales diversos, y referentes para la mejora continua.
Para el caso de los docentes de Educación Básica como la maestra Guadalupe, se incluyeron cinco etapas: informe de cumplimiento de responsabilidades profesionales, emitido por el director de la escuela; expediente de constancias de enseñanza, elaborado por el maestro; examen estandarizado de conocimientos y competencias; planeación didáctica argumentada, y en el caso de los profesores de inglés un examen complementario, indicó.
México necsita una ley educativa no una reforma
“Quién es maestro no tiene tiempo para un descanso” expresó Guadalupe, quién inicia su jornada laboral y de vida a las 5:00 de la mañana, atiende a su hijo que estudia en la Universidad y posteriormente comienza con el ritual de docente.
“Me baño, hago mi desayuno y me arregló, llegó a la escuela a las 7:50, diez minutos antes en donde comparto algunas palabras con mis compañeras y compañeros, posteriormente entramos a clases, a ese espacio mágico en donde las horas se convierten en calidad educativa y es lo que nuestro país necesita una Ley Educativa que brinde un verdadero aprendizaje, algunos lo hacemos sin necesidad de que sea ley, porque la llamada Reforma Educativa no es más que una reforma laboral para meter en cintura a los que no tienen titulo y han comprado su plaza”, puntualizó.
Dar clases es su todo, aunque confiesa que le hubiera gustado también ser abogada, porque le gusta servir a la sociedad y no servirse de los puestos que ha tenido.
Expresó que su mayor ilusión sería que los hijos de los políticos, aquellos que están frente a la cúpula estudiaran en escuelas públicas y no privadas, porque serian más sensibles a las necesidades que se tienen e implementarían proyectos reales y no ficticios.
La docente explicó que hoy en día México y la educación requieren de cambios pero impulsados desde una ley educativa, una serie de compromisos basados en recuperar al niño curioso y transformarlo en un ser con ideas críticas y reflexivas.
“Si los hijos de los políticos y de aquellos que están en las dependencias encargadas de la educación en México visitaran las escuelas publicas desde el fondo, es decir desde sus hijos, comprendieran que hay muchos rezagos y que los maestros hacemos maravillas, es un orgullo ser maestra de una escuela donde hemos formado niños y niñas críticos, que a pesar de no tener una infraestructura propia, porque es rentada, tendríamos mejores oportunidades”, abundó.
**SU SALIDA DE LA 22…
Sin tapujos y remordimientos, Guadalupe expresó que por más de 15 años perteneció a la cúpula de la Sección 22 de la CNTE, inclusive fue delegada sindical de su centro de trabajo apenas con dos años de servicio, por allá de los años noventas cuando laboraba en la región de la Cuenca.
Sin embargo hace menos de una década (2008) al no contar con el respaldo de su dirigencia (Sección 22), sentirse abandonada y observar una serie de irregularidades encabezados por sus representantes decide incorporarse al CCL, hoy Sección 59.
“A veces el sindicato o los que están en la cúpula se invaden de ambición, viven rodeados de un vicio que creen se llama “poder” en donde todo es compadrazgo, recomendaciones de amigos y se olvidan de apoyar realmente al docente, durante más de cinco años solicité mi cambio de centro de trabajo y nunca me lo concedieron, en cambio a hijas o hijos de recomendados y amigos de políticos, se hacían de inmediato, por eso decidí abandonar el sindicato más no el sindicalismo”, dijo.
Relató que es lamentable que la educación en Oaxaca se vea como un negocio de amigos, político y funcionarios, cuando los que salen afectados son directamente los estudiantes.
Expresó que hace un año, la cúpula de la Sección 22 los desterraron de lo que era su centro de trabajo y ahora pagan renta, dizque por que “eran disidentes”, ante lo cual señaló que actualmente y en pleno 2016 la educación es educación, no hay calificativos.
Guadalupe dijo estar agradecida con todos sus amigos y familiares, además del apoyo de docentes, quienes sin detenerse a mirar si es de la sección 22 o 59 la han felicitado por este logro, el cual no concluye con un reconocimiento sino que seguirá con miras a mejorar la educación en Oaxaca y México.
“Oaxaca lo que necesita es maestros que enseñen niños críticos y con una base docente bien fundamentada en el sindicalismo por la verdadera lucha laboral y no un sindicato que busque riqueza y poder”, concluyó.
Diana Manzo/Corresponsal