Parteras zapotecas son un legado vivo de los pueblos del Istmo de Tehuantepec
*Ayudan a parir y enseñan a las madres la crianza de sus hijos
*Luchan contra la violencia obstétrica y la muerte materna
*En el 2016 se crea una escuela de partería en el Istmo
#Xadani 18 Oct (#istmopress) – En el sur del Istmo de Tehuantepec se localiza una comunidad zapoteca llamada Santa María Xadani, un pueblo indígena, mítico y mágico donde vive Catalina López Aquino, una mujer que toda su vida lo ha dedicado a la partería tradicional, tiene más de 40 años de ayudar a las mujeres de su tierra a dar vida, ella es un tesoro vivo.
Muy cerca de ese lugar, a unos 9 kilómetros, se ubica la ciudad de Juchitán Oaxaca, ahí habita Rebeca Aquino, quién durante más de 65 años practicó la partería tradicional y que ahora que tiene 83 años de vida recuerda a través de sus libretas de registro los más de 3 mil alumbramientos que ayudó a dar vida, ella también es un legado cultural de este pueblo indígena.
Las dos, Catalina y Rebeca han ayudado a parir a miles de mujeres de esta tierra, además enseñan a las madres primerizas a la crianza de sus hijos, a cuidar el ombligo como dador de vida y sin saberlo han contribuido a disminuir los índices de la violencia obstétrica que según organismos como el Grupo de Información en Reproducción (Gire), en México, alrededor de siete mil mujeres al día padecen de violencia obstétrica en diversas clínicas y hospitales.
El acompañamiento de Catalina y Rebeca no solo comienza el día del parto, sino desde que la mujer queda embarazada, es decir mes con mes llegan para saber la evolución del bebe, y con el uso de sus manos sin requerir aparatos tecnológicos como el ultrasonido detectaban la postura en que venia y el sexo.
Catalina López Aquino “Na Cata” como la conocen, es la partera de mayor edad de su natal Santa María Xadani donde apenas suman tres las mujeres que se dedican a esta practica dadora de vida, sus conocimientos los ha compartido con una de ellas de nombre Irma porque su mayor anhelo es que no muera.
Tiene 71 años de edad y aunque heredó de su madre Zenaida Aquino esta sabiduría se considera autodidacta porque con el paso de los años ha desarrollado habilidades durante el parto.
Na Cata posee una gran sabiduría, ella lo cataloga como un don que Dios le dio, porque sin saber leer y escribir logró ejercer este oficio que le ayudó a criar a sus tres hijos.
Con una textura de manos extremadamente suaves ha sido una mujer que se ha entregado en cuerpo y alma a la partería y es que el don lo trae porque de sus labios siempre brota una sonrisa que calma todo dolor mientras atiende un alumbramiento.
Ser partera no es cosa fácil explica porque el primer requisito que se debe tener en cuenta es la “fortaleza y valor” de enfrentar un parto, a Na Cata nunca se le ha muerto una criatura, lo que hace cuando sabe que es un embarazo de alto riesgo es canalizarlas a las unidades de salud.
Na Cata ha desarrollado ampliamente su sexto sentido, una vez que la mujer alcanza la dilatación de 10 centímetros comienza el ritual, primero introduce sus manos y comienza a sentir al bebe, es tan mágico ese momento, porque muy lentamente y con delicadeza va sacando cada extremidad, primero las manos, después coloca al bebe a un costado y lo saca suavemente, el llanto da la señal de una nueva vida.
Pero todo es un ritual porque además de sabanas, agua caliente y el suero vitaminado que no debe pasar por alto, al día siguiente y hasta que el ombligo caiga acude todos los días a bañar al bebe y a la mujer le recomienda lavados herbolarios y un vendaje en su vientre.
También sugiere alimentos de la madre tierra: el queso seco natural, totopo de maíz, atole blanco de maíz, caldo de gallina y jugo de arroz.
Que una recién parida alimente de leche materna a su criatura es el mejor regalo para Na Cata, quién recordó que cada vez son menos las mujeres que amamantan.
Las fuerzas físicas parecen acabarse pero Na Cata no se rinde, ella resiste porque asegura que todavía le falta mucho por enseñar, no quiere dejar esta tierra sin que su legado quede firme, todavía da masajes a las parturientas que la visitan y hace apenas una semana atendió dos partos.
*Un homenaje a la juchiteca Rebeca, la partera tradicional
Rebeca Aquino, partera zapoteca
Rebeca Aquino de 83 años de edad dejó de practicar la partería hace 5 años pero es una enciclopedia viva de esta practica tradicional, recuerda perfectamente cada etapa de su vida, principalmente sus 13 años de edad cuando comenzó como ayudando del doctor Amador Zárate Palacios.
Celosamente guarda sus libretas de registro y las hojea cada vez que sus nietas le preguntan sobre la partería, allí tiene escrito el nombre de la mamá y la fecha de nacimiento de cada uno de los bebes que ayudó a nacer.
Rebeca desarrolló mucha sensibilidad de su ser durante su práctica de partera tradicional, y aunque ahora solo le quedan recuerdos siempre los menciona como un triunfo de su vida.
La alimentación influye mucho asegura Rebeca, que en sus años de partera siempre recomendó caldos, frutas y abundante agua a sus pacientes, y después de dar a luz las vitaminas no podían faltar.
Le causa tristeza que la practica de la partería ya no atraiga a las mujeres como antes, ahora muchas van y sin sentir un dolor prefieren la práctica de la cesárea sin concebir que se pierde la conexión entre mujer y madre tierra.
*La partería ha dejado de ser la primera opción para la mujer embarazada, y las cifras de alarma aumentaron
Según datos del Observatorio de Mortalidad Materna en México en su semana epidemiológica 40, el estado de Oaxaca ocupa el onceavo lugar en defunciones maternas con 18 casos en este 2018.
En México, las principales causas de defunción son: Hemorragia obstétrica (24.0%), Enfermedad hipertensiva, edema y proteinuria en el embarazo, parto y
puerperio (21.2%) y Aborto (9.0%).
De acuerdo con la Red en Defensa de los Derechos Sexuales y Reproductivos (Ddser), 80% de las mujeres indígenas embarazadas son las principales víctimas de violencia obstétrica.
*En el 2016 surge la primera escuela de partería en el Istmo
El medico ginecólogo y obstetra, Anastasio Rodríguez Antonio quién es presidente de la fundación para el desarrollo integral Rio petate y comunidades rurales fundó el 15 de agosto del 2016 la primera escuela de partería en el Istmo con la única intención de privilegiar esta practica milenaria y disminuir las estadísticas de mujeres que mueren por tener a un hijo.
Son alrededor de 10 estudiantes las que acuden a esta escuela de partería que se ubica en la colonia Rincón Viejo y que pertenece al municipio de Santa María Petapa, en la cual el doctor Rodríguez Antonio ha creado con el acompañamiento de la asociación civil CASA A.C. quién inauguró la primera escuela de parteras profesionales en la localidad de San Miguel de Allende Guanajuato y posteriormente en el estado de Guerrero y desde el 2016 en Oaxaca.
Lo que desea es que las jóvenes retomen esta practica tradicional y se conviertan en parteras, una practica que resiste a morir, porque cada vez son menos las mujeres parteras.
“Nosotros impulsamos la partería para combatir las muertes maternas, en mi experiencia en la costa y la mixteca he visto que esta practica cada vez es menos y se está perdiendo, por eso decidí retomarla y me alegra que las chicas acudan con entusiasmo y ganas de aprender, quiero que hereden esos saberes y también los multipliquen”, dijo.
Los estudios de partería comprenden seis semestres, en las cuales las estudiantes realizaran practicas en hospitales, clínicas y comunidades rurales y al termino recibirán sus títulos profesionales con reconocimiento oficial, listas para emplearse en sus comunidades indígenas.
Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress
Jacciel Morales / Agencia de Noticias Istmopressfoto
Catalina López Aquino, una mujer que toda su vida lo ha dedicado a la partería tradicional