Por segundo año damnificadas pasaran navidad en refugios temporales
*Sin dinero las tarjetas de bansefi que recibieron para reconstrucción
*Por duplicidad de folio y nombre no fueron beneficiadas con apoyo para reconstrucción
#Ixtaltepec 24 Dic (#istmopress) – Este año tampoco colocaron su árbol de navidad y como el año pasado pasaran esta época decembrina en espacios temporales por que no recibieron apoyo para la reconstrucción de sus viviendas que colapsaron con el terremoto del 7 de septiembre del 2017, Rosa López Jiménez originaria de Juchitán recibió folio y tarjetas con valor de 120 mil pesos pero nunca pudo cobrar un solo peso por duplicidad de nombre, mientras que Olivia Enríquez Figueroa de Ixtaltepec sus tarjetas se clonaron y Lourdes López Sánchez oriunda de Unión Hidalgo su folio se duplicó, las tres damnificadas no tienen casa y viven en refugios temporales.
Olivia Enríquez Figueroa de 52 años de edad desde hace dos años no coloca un pino navideño en su hogar porque la tristeza la invade, el año pasado vivía en el albergue temporal y en este segundo año porque no tiene casa, sus tarjetas fueron clonadas y no recibió un solo peso de los 120 mil que le destinaron para reconstruir su vivienda.
Está triste porque por segundo año pasará una navidad en un espacio ajeno al que estaba acostumbrada y que adornaba con flores, esferas y un árbol inmenso de navidad, ahora no tiene ganas y lo que hará es dormirse temprano.
Ha caminado en distintas dependencias en busca de alguien que la ayude, ha dejado documentos por doquier tanto en oficinas de Sedatu como de Bansefi, pero le dicen que ya nada puede lograr, porque su tarjeta fue clonada, mientras eso ocurre vive en un cuarto de lamina que los Menonitas le regalaron y que adaptó como su vivienda.
Aunque las paredes del refugio son frías, Olivia soporta todo y junto con su esposo que es alfarero viven en ese lugar con la esperanza de que algún día puedan reconstruir su casa, solo varillas y unas cuantos blocks se miran en el enorme patio que quedó de su vivienda.
“He caminado y tocado puertas de distintos lugares y oficinas para que me ayuden a lograr que el dinero vuelva a mis tarjetas, fueron dos las que me entregaron, una de 30 mil en efectivo y otra de 90 mil en materiales, pero nunca pude obtener nada de dinero para construir mi casa que colapsó con el terremoto”.
Personas altruistas que saben de su caso le han donado algunos tabiques y laminas, pero apenas y pudo construir sus baños, la casa tendrá que esperar otros años aún porque no tiene recursos.
Rosa López Jiménez de 70 años de edad, no tiene casa y vive en un refugio temporal que aguarda algunas de sus pertenencias, el terremoto del 7 de septiembre le destruyó su vivienda, recibió folio de Sedatu y dos tarjetas Bansefi que nunca reflejaron los 120 mil pesos del Fondo Nacional de Desastres que el gobierno federal otorgó como ayuda por “daño total” para la reconstrucción de su vivienda.
Rosa al igual que Olivia la navidad le trae recuerdos tristes, es viuda y madre de tres hijos pero todos casados, vive en la octava sección Cheguigo de la ciudad de Juchitán y es una de las 50 damnificadas que por “duplicidad” de nombre, es decir por llamarse igual que otra afectada, no recibió el apoyo económico para la reconstrucción.
“Entregué mi documentación y efectivamente en Sedatu me dijeron que hay dos personas que se llaman como yo “Rosa López Jiménez”, el error de ellos fue no investigar, porque en la dirección y en la credencial de elector hay diferencias y fácilmente me quitaron el apoyo, no cobre un solo centavo de los 120 mil pesos”, dijo.
Vive sola en ese refugio que sus hijos le construyeron y por las noches una de sus vecinas le da asilo para dormir, de su casa solo quedaron ventanas y puertas y un enorme patio, la nostalgia la invade todos los días porque está desesperada y no sabe que será de su futuro sin una vivienda digna.
A través de fotografías que aguarda celosamente, Rosa muestra como era su casa, de dos plantas, era grande, con más de 3 habitaciones, en el interior tenía todos los servicios, cocina y sanitarios, su esposo quién fue carpintero cubrió los pisos y paredes con madera, todo se esfumó la noche del terremoto.
Acompañada de la Red de Vecinos afectados y de mujeres en resistencia que dirige Magali Sánchez, Rosa acudió a la ciudad de México en busca de apoyo, sin embargo no tuvo éxito, tampoco la incluyeron en el apoyo para el segundo censo.
Lourdes López Sánchez ha caminado de oficina en oficina en busca que alguien le ayude, ha ido a la presidencia municipal de Unión Hidalgo de donde es originaria y también a la oficina bancaria de Bansefi, nadie le da informes de su tarjeta de apoyo, su folio llegó duplicado y no ha reconstruido su vivienda.
“No podemos empezar, no tenemos dinero, el terremoto lastimó mucho mi casa que no hubo otra opción que derrumbarla, a mi no me tocó tarjeta porque el funcionario de Sedatu duplicó mi folio con otra afectada, ahora sigo esperando desde hace más de un año que mi tarjeta de reconstrucción llegue y pueda construir mi vivienda, pero no hay nada”, explicó.
El terremoto del 7 de septiembre dejó más de 60 mil viviendas en la región del Istmo de Tehuantepec, el caso de Rosa, Olivida y Lourdes se asemeja a cerca de 8 mil damnificados que a 15 meses no han podido reconstruir sus viviendas porque no recibieron apoyos para la reconstrucción, en tan solo Juchitán son 5 mil 900 personas que esperan ansiosamente cobrar el apoyo de un segundo censo que se realizó en el mes de marzo, mientras que otros municipios los habitantes ni siquiera han recibido folios y siguen viviendo en espacios temporales, debajo de lonas, casas de lamina o madera.
Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress