Se organizan en defensa del patrimonio arquitectónico del Istmo  

#Ixtaltepec 01 Oct (#istmoprees) – Integrantes de la sociedad civil y organizaciones sociales de diversas localidades como San Mateo del Mar, Unión Hidalgo, Ixtepec e Ixtaltepec se organizaron para defender el patrimonio arquitectónico de tipo vernáculo de los pueblos del Istmo ante la demolición masiva que realizaron las autoridades posterior al terremoto de 8.2 grados que sacudió esta región oaxaqueña.

Conformados como “Consejo Regional por la reconstrucción de nuestros pueblos” explicaron que su defensa es a conservar las viviendas tradicionales que son de ladrillo, arcilla y tejavana que tienen alrededor de 100 años o más y que sufrieron afectaciones por la fuerte sacudida, pero que se pueden salvar  y no demoler como lo han estado haciendo los tres niveles de gobierno.

 Explicaron que sin previo dictamen de especialistas como arquitectos o ingenieros civiles, las autoridades como es el caso de Asunción Ixtaltepec encabezado por Oscar Toral derribaron cientos de viviendas en las primeras horas del 8 de septiembre, apenas unos cuantos minutos de que se suscitó el terremoto.

 Gerardo de Gyves Ramírez, arquitecto de más de 20 años realizando trabajos de reconstrucción de viviendas en esta zona de Oaxaca dio a conocer que la Cenapred tiene una cartilla breve para refuerzo de vivienda rural y de autoconstrucción contra sismo y viento pero que lamentablemente  no se está siendo aplicada por las autoridades en esta contingencia.

 Carlos Manzo, integrante del Consejo Ciudadano para la reconstrucción de Unión Hidalgo explicó que lamentablemente se ha lucrado con la desgracia de la gente y lo que se busca es evitar la demolición.

“Es lamentable que el gobierno solo piense en hacer negocio, demoler para que las grandes constructoras arriben y construyan casas que no son la identidad de nuestros pueblos,  y sin peritaje previo”, dijo.

 Al igual denunció que  la demolición se ha convertido en un panteón de escombros y daños a los afluentes naturales como el río de los perros el cual esta invadido de piedras, por lo que dijo ser hará la denuncia ante la Profepa.

 Dijo que en Unión Hidalgo a través de ese consejo ciudadano han formado cuadrillas de apoyo para la limpieza de escombros y por otro lado arquitectos e ingenieros realizan el dictamen de las viviendas para evitar que se tiren.

 Manzo recalcó que rechazan los prototipos de viviendas que han puesto de ejemplo las autoridades para la etapa de reconstrucción, en primera por que es ajena a la arquitectura de las comunidades indígenas y segunda por que solo favorecerá a los grandes consorcios y no a los constructores locales.

“En los próximos días vamos a dar el banderazo de inicio a una vivienda que se remodelará con el apoyo de la sociedad civil, la gente necesita un refugio y no solo lonas pero antes debe haber un estudio de suelos”, señaló.

 Rey Altamirano, quién representa a la Coordinadora Única de Damnificados de Ixtaltepec (CUDI) detalló que las autoridades están imponiendo la demolición con miedo, al señalar que “todo es gratis”  refiriéndose al derrumbe y el transporte de los escombros además de decirles que quién “no demuela, no le llegará el recurso para la reconstrucción”.

 “Lamentablemente no existe un plan emergente de las autoridades, por ejemplo en esta localidad más de 100 casas tradicionales  han sido derribadas para no dejar evidencia, aquí esta trabajando la empresa CINSA, es la que hace muchos viajes con sus volteos, suponemos es un negocio redondo de las autoridades”, dijo.

 Exigió que las autoridades deben detener de manera para inmediata la demolición de las viviendas por que lo que han hecho es demoler sin previo dictamen.

 “Exigimos el derecho a la vida digna y  con justicia, por eso creamos este consejo regional ante la deficiencia y lentitud de respuesta  de nuestras autoridades, lamentamos que no haya información con lenguaje accesible”,  señaló.

Rubén Valencia, representante del Comité Ixtepecano Vida y Territorio dijo que todo esto que esta pasando en los pueblos del Istmo con la reconstrucción es una “Política de miedo” a lo que como organizaciones sociales, agrícolas y ganaderas se han organizado para luchar a favor de sus viviendas tradicionales.

 “Estamos removiendo escombros y materiales y tenemos un convenio para que se lleven a los caminos agrícolas, estamos reciclando. Tenemos en total 3 mil casas foliadas y no hay un estudio técnico, de 175 casas tradicionales que visitamos, el 70 por ciento son recuperables”, dijo.

Valencia dijo que en esta comunidad no están esperando el apoyo de las autoridades y comenzará con la etapa de la autoconstrucción con el apoyo de voluntarios.

“La casa es parte de nuestra estructura y la ciudadanía, no podemos dejar que esa casa donde nacimos y crecimos se demuela así de raíz, al contrario estamos autoconstruyéndonos para que siga viva”.

Reina Gutiérrez, es damnificada de la localidad ikoots de San Mateo del Mar explicó que ahora el gobierno además de demoler sus viviendas también quiere reubicarlos por que asegura en ese suelo no pueden construir.

 “El gobierno mete miedo para que nos vayamos y dejemos nuestras tierras, ahora dice que esas tierras ancestrales no podemos vivir, recuerdo que aquí en mi tierra las sombras elaboradas con palma  y los de arcilla resistieron, nuestra tierra seguirá viva”, dijo.

Fernanda Latani, integrante del colectivo feminista “Las nietas de los binnigualasa” demandó la presencia de científicos especialistas, pues dijo “Han brillado por su ausencia” en esta tierra istmeña.

“Un simple comunicado emitido por las autoridades no es suficiente, queremos gente experta que haga levantamientos de suelo, que nos digan como están  y si son aptos para construir,  vivimos temerosos, con el Jesús en la boca, en la incertidumbre, mientras que los científicos de la UNAM y politécnico no se acuerdan de que aquí hubo un terremoto”, expresó.

Este conjunto de agrupaciones sociales y voluntarios a partir de esta fecha comenzaran a repartir información casa por casa además colocaran lonas con leyendas de defensa de viviendas.