Seguiré tomando las decisiones con el pueblo, no con caciques políticos: Emilio Montero
- Recibe el apoyo de vecinos de las colonias Gustavo Pineda y Lucio Cabañas.
#Juchitán 28 May (#Istmopress) – Como lo he venido haciendo, tomaré las decisiones de gobierno con el pueblo, no con caciques políticos, señaló contundente el abanderado del Partido del Trabajo a la presidencia, Emilio Montero, ante vecinos de la colonia Gustavo Pineda, esta cálida tarde de viernes.
Con la presencia de la coordinación general de la colonia, en la cancha de basquetbol el joven político agregó que bajo su gobierno “la aplicación del recurso público continuará atendiendo a verdaderas necesidades de secciones, colonias y agencias”.
“No a la repartición mezquina de los dineros del pueblo entre líderes, el pueblo es el que debe decidir cuáles son sus auténticas prioridades; los tiempos en los cuales los viejos dirigentes se despachaban con la cuchara grande no deben regresar, ¡es el tiempo del pueblo!”, remató con energía.
Sus palabras fueron celebradas con gran entusiasmo por los asistentes, que al término del acto lo rodearon para asegurarle que cuente con su voto el cercano seis de junio.
Posteriormente, el candidato del PT se trasladó a la colonia Lucio Cabañas, ubicada al norponiente de la ciudad, donde una comitiva de vecinos lo recibió con música y alegría, en la entrada principal del lugar.
Ya instalados en la avenida Na Serapia, Emilio declaró que el poder proviene del pueblo, no del capricho de unas cuantas personas, por eso, aseguró que seguirá gobernando con el pueblo.
“Nos interesa la prosperidad de Juchitán en su conjunto, por tanto, no vamos a distinguir colores o religiones, a la hora de gobernar, nuestro gobierno es y será de todas y todos los juchitecos, remachó.
Antes, Francisco Javier López Ortiz, le dio la bienvenida y aseguró a la muchedumbre que “Emilio da la cara, es hombre de palabra, y está rompiendo el viejo paradigma de la forma de gobernar en Juchitán”.
Con la misma alegría, las y los vecinos acompañaron a Montero a la salida del lugar, repitiendo una consigna que se va volviendo costumbre en sus actos: ¡Se ve, se siente, Emilio presidente!
