Toman clases en la intemperie , la reconstrucción de escuelas es lenta en el Istmo de Tehuantepec

 

#PuenteMadera 22 Oct (#istmopress) – Espacios abiertos como un patio,  la sombra de un árbol  y  refugios improvisados de techo de lamina y paredes de palma continúan siendo las aulas de clases de  los  109 estudiantes de la escuela primaria “Ingeniero Víctor Bravo Ahuja” en la comunidad zapoteca de Puente Madera que pertenece al municipio de San Blas Atempa,  a un año del terremoto de 8.2 grados que dañó  las instalaciones de su escuela.

 

Desde el año pasado para no perder el ciclo escolar y ante la lenta reconstrucción de su escuela, los padres de familia y profesores construyeron aulas provisionales, sin embargo el intenso calor ha provocado que estudiantes prefieran tomar clases al aire libre.

 

Según datos de la sección 22 de la CNTE, unas 2 mil escuelas de la región del Istmo resultaron dañadas por el terremoto, entre ellas esta escuela primaria que hasta el momento lleva una 10 por ciento de avance en su reconstrucción, pues se tiene contemplado construir 6 aulas  nuevas y una rehabilitación.

 

Además del calor,  los estudiantes tienen que soportar la enorme plaga de zancudos que se han apoderado del sitio debido a que las lluvias registradas en los últimos días ocasionaron encharcamiento dentro de las aulas y en el patio sin que hasta el momento alguna autoridad de salud fumigue la zona con el  temor de que puedan generar enfermedades como el dengue, zika o chicungunya.

 

No  hay sanitarios y son las madres de familias las que ofertan alimentos a la hora del recreo, los niños son de escasos recursos y la mayoría  de los padres se dedica al campo, mientras las madres  de familia elaboran totopos de maiz en hornos de comixcal.

 

Sodel Cabrera Ríos, director del plantel y también  maestro de grupo señaló que los estudiantes están recibiendo la educación en situaciones no aptas y precarias , porque no hay apoyo de las autoridades estatales y tampoco federales, solo el agente municipal les ha brindado ayuda.

 

Explicó que a pesar de las presiones y movilizaciones que la sección 22 ha realizado,  el avance de la obra de reconstrucción es lenta por lo que tendrán que continuaran dando clases en esta  situación.

 

“Es una situación crítica lo que estamos padeciendo porque no vemos otra opción para impartir clases, por ejemplo en el aula de primer grado la maestra tiene que prender un repelente de moscos para que pueda impartir su cátedra, otro maestro dejo el aula improvisada y se fue al patio porque el piso de tierra se convirtió en lodo por las lluvias”, indicó.

 

Abisai Reyes López, estudiante de quinto grado de primaria expresó que ya quiere volver a su escuela porque es más cómoda y no  sufren con la lluvia, debido a que el agua se encharca y crea moscos.

 

“Nuestros padres nos mandan diariamente, pero cuando llueve se suspenden las clases, este espacio crea mucho mosco, además de que las aulas también gotean, merecemos mejores condiciones”, dijo.

 

 Mientras las horas avanzan, los niños juegan en sus ratos libres con su trompo, canicas y yoyo, el estar en contacto con el aire libre también les gusta pero como recreación dicen, no para tomar clases.

Diana Manzo / Agencia de Noticias Istmopress

Jacciel Morales / Agencia de Noticias IstmopressFoto

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