Xandu’”: Familias istmeñas rinden ofrendas a los fallecidos por Covid-19

#UniónHidalgo 31 Oct (#Istmopress) – El humo del copal se expande por toda la casa, dicen las abuelas biniza’ (zapotecas) que los muertos ya llegaron. En el Istmo de Tehuantepec el Xandu’ (Día de muertos) se celebra el 30 y 31 de octubre, y este año en los hogares del Istmo de Tehuantepec las ofrendas se dedicaron a las personas que fallecieron por Covid-19.

Los aromas que desprenden las frutas de mil colores y velas aromáticas, es la llegada del Biguie´ o biye que significa culto a los muertos y se representa por un retablo llamado Beedxe´ que significa jaguar, animal totémico de los pueblos indígenas.

Xandu’

De acuerdo con los Servicios de Salud de Oaxaca, esta región oaxaqueña mil 184 istmeños muerieron por esta pandemia entre ellos José Santos de 65 años de edad y originario de Unión Hidalgo, Oaxaca quién falleció tras un contagio por Covid- 19.

A nueve meses de su deceso que ocurrió el 4 de enero del 2021, sus familiares dedicaron dedicarle una ofrenda como lo marca la tradición zapoteca. En su hogar las flores, velas y alimentos preferidos acompañaron esta celebración anual.

“Le pusimos todo lo que le gustaba, mi esposo era un señor alegre, desafortunadamente falleció por esta pandemia y ahora con todo nuestro cariño le dedicamos esta ofrenda”, expuso Esther, su esposa.

Para el historiador juchiteco, Victor Cata, el biguie´ remite al calendario religioso de los zapotecos que constaba de 260 días.

También significa: ‘pilar, tiempo, periodo’. Esta ofrenda es un cuadrete hecho con carrizo u otate al que se le llama beedxe’ ‘jaguar’. Sobre este armazón se trazan rasgos geométricos y se tapiza con flores de cordoncillo, cempasuchitl y cresta de gallo en la parte superior, justo donde se localiza una cruz llamada ique beedxe’ ‘cabeza de jaguar’.

El biye’ se cuelga en el centro de la casa, como si fuese una puerta, la puerta de los muertos, mientras que en otros hogares, realizan un altar de nueve pisos, que es una tradición mestizada, que se efectuó a la llegada de la conquista española con la incursión de la religión católica.

Asimismo al Biguié, algunos pobladores le llaman Xandu´ (Día de muertos) y que se divide en Xandu ya´o Xandu ´iropa , el primero se refiere cuando el difunto apenas cumple los cuatro meses y el segundo cuando ya tiene un año o más de haber muerto, posteriormente los familiares colocan únicamente una ofrenda pequeña por el resto del tiempo.

El cronista juchiteco Tomas Chiñas Santiago narró que esta celebración es la alegría de los vivos de volver a ver a sus muertos, aquellos que ya partieron al cielo y a su regreso le dedican ofrendas.

“En todo el Istmo, según los pueblos y sus tradiciones, la celebración del día de muertos es mágico, los zapotecas elaboran el Biguie´, el cual es una ofrenda ancestral y que hasta hoy en día se niega a morir”, resaltó.

“A la llegada de los españoles a Juchitán, se da una fusión de dos culturas, sin embargo los Binigulasa (auténticos zapotecos) no acataron los días de celebración impuesta por los conquistadores que son el 1 y 2 de Noviembre, ellos interpusieron la fecha 30 y 31 de Octubre”.

Según datos históricos, se dice que hace muchas décadas, el pueblo juchiteco vivió conflictos políticos y sociales, el pueblo se dividió en partido rojo y verde; los primeros celebran el día de muertos el 30 de Octubre realizando su ofrenda con el biguie´. Mientras que los de la parte norte de la Ciudad realizan altares el 31 para niños y adultos, es decir ellos adquirieron todas las enseñanzas del pueblo español.

El BIGUIE´ o BEEDXE´

La fiesta de los Binigulaza en el culto a los muertos es el Biguie’ que significa flores del viento y el cual consiste en un retablo rustico, se elabora con rollo de palma, hojas frescas de guiedana (cordoncillo), flor de zempazuchil, cresta de gallo, refirió Tomás Chiñas.

Abundó que el Biguie´, va más allá de las tradiciones del día de muertos, es la esencia de recibir a un familiar en tu casa, convivir con él durante varios días y consentirlo con su comida favorita.

“Al terminar el retablo se cuelgan panes de azúcar y se pone el nombre del difunto, en el piso se extiende un petate de palma donde se colocan otros ofrecimientos como cocos, alimentos, bebidas, fotografía del finado o finada, un vaso de agua, en el lugar se ilumina con cirios y veladoras de incienso de copal ( Gushu Bido), en la entrada principal, se ponen tallos de palma y caña para dar recibimiento a los muertos”, dijo Tomás Chiñas.

Tomás Chiñas dijo que el Beedxhe para los zapotecas es un centro sagrado, es el recinto donde se realiza el contacto con el muerto y el vivo. “Para los zapotecas, significa que es el núcleo de la tierra, es el universo mismo, por eso rinden culto a esto y mucho más”.

EL ALTAR.-

En otros pueblos del Istmo, los zapotecas y otras culturas realizan el tradicional altar, el cual es adoptado tras la llegas de los españoles y fue interpuesto por la religión católica. En Juchitán la parte norte lo realiza y lo celebra el 31 de Octubre.

Los biniza’ (zapotecas contemporáneos) han adoptado en su mayoría los altares, el cual son gradas con tablas o estructuras que son cubiertas de sabana blanca y papel picado, en la parte superior colocan una imagen católica y en el resto de las tablones, son colocados las frutas, flores, velas y todas las delicias que eran favoritas del difunto, la fotografía del difunto, vaso de agua y diversas bebidas.

OFRENDA DE LOS VIVOS

Durante ambos días (30 y 31 de Octubre), los familiares hombres y mujeres visitan la casa del difunto, los hombres comienzan a arreglar el altar o el beedxe’; por su parte las mujeres realizan los tamales de hoja de plátano, pollo y mole negro”.

Xandu’2

A media mañana, las mujeres salen a visitar las ofrendas, llevan flores de cempasúchil, dan su apoyo económico (limosna) y una veladora, a cambio reciben dos tamales y un pan; mientras tanto los hombres también aportan su contribución económica, los invitan a cenar y permanecen en el velorio.

La música es imprescindible, no puede faltar en este tipo de celebraciones y se cantan o interpretan canciones preferidas del difunto.

El 3 de noviembre a partir de las 3 o 4 de la tarde, el altar o biguie´, se levanta después de realizar un rosario, porque según cuentan los zapotecas, es a que esta hora en que las almas retornan a su lugar de origen.

Mientras tanto, las frutas y los alimentos se comparten con los amigos y familiares como muestra de agradecimiento por su acompañamiento en este culto a los muertos.

 

Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress

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