A 99 años del asesinato de Zapata

#México 10 abril (#istmopress).- El 10 de abril de 1919 muere asesinado uno de los militares más importantes de la revolución mexicana: Emiliano Zapata, líder militar y comandante del Ejército Liberador del Sur. Nacido en la población de Anenecuilco, cerca de Villa de Ayala, Morelos, sus padres fueron Gabriel Zapata y Cleofas Salazar, quienes se dedicaban a la producción de sus tierras y a la venta y compra de animales. 

con estudios de primaria y con sólo 16 años, fallece su madre y 11 meses después su padre, por lo que Zapata hereda el patrimonio de sus padres, el cual le fue suficiente para abstenerse de prestar servicios de peón en alguna hacienda.

En 1906 se unió al movimiento político que buscaba defender la tierra de los campesinos morelenses de la codicia de los hacendados porfiristas y, como consecuencia, fue forzado a integrarse al noveno regimiento de Cuernavaca (1908). En 1909 resultó electo presidente de la junta de defensa de las tierras de Anenecuilco, cargo que aprovechó para estudiar documentos que acreditaban los derechos de los campesinos. En 1910 estalló la Revolución Mexicana y Emiliano se incorpora a las fuerzas maderistas atraído por las demandas agrarias del plan de San Luis. En 1911 protagonizó enfrentamientos para proclamar el Plan de Ayala que apoyaba los anhelos de los campesinos al llamado de “Tierra y libertad”, y demandó la destitución del presidente Francisco I. Madero.

En 1914 Emiliano Zapata envió una carta al presidente de Estados Unidos, Woodrow Wilson, explicándole que en México todavía se vivía una época feudal y que las autoridades actuaban en complicidad con los ricos. Sostuvo argumentos a favor de una reforma agraria y le comentó la mala relación que sostenía con la prensa mexicana, concluyendo con una felicitación a Wilson por su política de respeto a la soberanía del pueblo mexicano.

El 17 de marzo de 1919 mandó una carta a Venustiano Carranza en la que hablaba acerca de la miseria que se encontraba el pueblo, de la dotación de tierras a los hacendados y del bandolerismo causado por el llamado Ejército Constitucionalista. Por último, le pidió su renuncia y que dejara su puesto a una persona capaz de gobernar con honestidad. 

Zapata llegó a una cita con el coronel Guajardo en una hacienda de Chinameca, acompañado por una pequeña escolta en su arribo. Las tropas de Guajardo presentaron armas simulando rendirle honores y cuando el caudillo entró a la hacienda, abrieron fuego dándole muerte en el acto.

“Es mejor morir de pie que vivir de rodillas”. Emiliano Zapata

Agencia de Noticias Istmopress