Escuela de Paz cumple diez años de contribuir a la visibilización de mujeres para su comunidad
La Escuela de Paz es una propuesta pedagógica integral que facilita conocimientos, herramientas y experiencias en la construcción de paz. Desarrolla y fortalece capacidades en torno al análisis y diseño estratégico para la transformación positiva de conflictos, acompañado de estrategias de diálogo, incidencia política, comunicación estratégica y seguridad
Texto: Yessica Morales / Chiapas Paralelo
Fotos: Serapaz
CHIAPAS.- Servicios y Asesoría para la Paz A. C. (Serapaz) conmemoró los 10 años de la Escuela de Paz de mujeres en Chiapas, a través de un foro, Mónica Hernández, mujer indígena que colaboró con la asociación durante 5 años, compartió por qué las mujeres indígenas juegan un papel menor en los conflictos de las comunidades.
Hernández dijo que las mujeres no son invitadas a estos encuentros, sin embargo, no quiere decir que no viven el conflicto, por lo tanto, en Serapaz se vio en la necesidad de brindar talleres, ya que las mujeres tienen otro punto de vista y ven el problema de una manera más integral.
Mencionó que la primera escuela de mujeres surgió en el 2012, estaba conformada por pobladoras de la zona Selva, quienes solo hablaban tseltal, por ello, los módulos se impartían en esa lengua.
Algunas de las mujeres ya eran parte de diferentes organizaciones locales, así que en alianza con Serapaz comenzó el trabajo, posterior a ello, las mujeres de esa generación multiplicaron los conocimientos en diferentes espacios.
En 2015, observó que las tseltales que llegaban a la escuela tenían miedo, timidez y dificultad para expresarse, por el poco valor que se les da dentro de las comunidades, pero al encontrarse con otras mujeres se sintieron en confianza, empezaron a contarse sus vivencias cotidianas y se da la participación.
A partir del 2018, se empezó a ver multiculturalidad e interculturalidad, pues se integraron mujeres hablantes de diversas lenguas, así que no bastaban los talleres en una lengua, además las tseltales debían conocer otras culturas.
«Ahora veíamos a las mujeres riendo, cuando en el primer día llegan cansadas, con pena, y dificultad de expresión», enfatizó Hernández.
Lo que las nutrió de energía y les hizo confirmar que la escuela debe conservarse e invertirle fue una evaluación y las historias de las mujeres quienes demuestran que sí hay resultados.
A mí más me gustó el fortalecimiento del corazón porque éramos puras mujeres, nos pudimos desahogar, pudimos decir, sacar todo lo que teníamos, expresó una de las mujeres.
Por otro lado, Claudia Pérez, colaboradora en Serapaz, dijo que las escuelas también son espacios donde encuentran la camaradería, amor y cariño. En la actualidad está integrada por cuatro módulos.
«Todas llegan con una expectativa de lo que va a pasar, en el segundo modulo observamos a compañeras que comparten teléfonos y chistes, tenemos el chat para comunicarnos con las compañeras, en la medida que vayan necesitando algo vemos la manera de cómo compartirles un poco de nuestro apoyo», mencionó Pérez.
Puntualizó que aún hay comunidades donde a las mujeres no se les permite participar, pero se logra tener la importancia de la palabra, muchas dicen que no pueden hablar dentro de sus asambleas, pero les gusta seguir aprendiendo, por eso siguen asistiendo a los talleres, y hay jóvenes que se nutren de la palabra de otras.
Por la pandemia, no hubo módulos durante el 2020, sin embargo, en este año han logrado realizar dos, es decir, ya se dio la oportunidad de compartir estas herramientas y cómo poder articularse.
«Ahorita tenemos mujeres de diferentes comunidades, entre ellas están Altos y Selva, tenemos el gobierno comunitario que ha sido muy importante, la lucha que ellos han tenido y cómo es la forma en que ellas se contagian de esta vibra, de la lucha, tenemos compañeras feministas que activan a estas mujeres, es un taller muy didáctico», mencionó Hernández.
Escuela de Paz
Es un espacio educativo de encuentro y fortalecimiento de las capacidades para las organizaciones y actores sociales en el camino de la transformación de conflictos sociales.
La experiencia educativa está basada en el enfoque de Transformación Positiva de Conflictos (TPC) apoyándose en la propuesta didáctica y metodológica de la Educación Popular.
Serapaz se basa en la metodología pedagógica de educación popular de Paulo Freire, a través de recuperar las experiencias de conflictividad que viven las personas que participan, y juntos dan forma y sentido a las herramientas para el análisis y diseño estratégico del proceso en que se encuentran inmersos.
Por lo tanto, señalaron que este espacio está encaminado a la acción y práctica de las herramientas compartidas por quienes viven o experimentan algún conflicto social específico y defienden sus vidas, territorios y derechos, enfocado a la construcción de una paz con justicia y dignidad.
Esta nota fue realizada por CHIAPAS PARALELO, integrante de la Red de Periodistas de a Pie. Aquí puedes consultar la original.