A propósito de “Seara Vázquez y la Primera Reunión de Inteligencia Artificial en México/1”: reflexiones desde la experiencia en la Universidad del Mar campus Huatulco
Dra. Lourdes Alonso Serna
Dr. Damián González Pérez
(profesores de la Universidad del Mar campus Huatulco)
#Huatulco 10 Jun (#Istmopress) – El pasado 03 de mayo se publicó en el diario Noticias un artículo cuyo título se alude en el encabezado de la nota que presentamos ahora. En él se menciona una serie de ideas a manera de reconocimiento del trabajo realizado por Modesto Seara Vázquez como rector, prácticamente, vitalicio, de las universidades pertenecientes al Sistema de Universidades del Estado de Oaxaca (SUNEO). Entre otras cosas, se afirma que Seara Vázquez revolucionó la educación superior en Oaxaca, en particular la universidad pública; además, que logró formar un sistema universitario con un diseño “original”, cuyo objetivo ha sido el desarrollo regional “a través de su propia gente”; incluso, que encausó la riqueza cultural y natural del estado hacia el desarrollo local, mediante la conformación de “universidades temáticas”.
Queremos expresar, no una crítica a dicho artículo, propiamente, sino, una reflexión derivada de nuestra experiencia como docentes en la Universidad del Mar campus Huatulco (UMAR Huatulco). Nos parece pertinente hacerlo, ya que en distintos momentos ha habido posicionamientos externos sobre el Sistema de Universidades Estatales de Oaxaca (SUNEO); sin embargo, se carece de manifestaciones públicas por parte de miembros de la comunidad universitaria (académicos, trabajadores administrativos y de servicios, y estudiantes) sobre lo que es este sistema universitario, así como propuestas para su mejora.
Comenzamos por mencionar que las universidades pertenecientes al SUNEO, si bien se ubican en distintas regiones del estado, son, en realidad, instituciones creadas bajo un mismo molde, sin atender a las características culturales y ecológicas de dichas regiones; la ausencia de espacios físicos para la interacción y convivencia de estudiantes, docentes y trabajadores en general.
El SUNEO funciona a partir de una estructura centralizada del gobierno de las universidades, donde el rector (nombrado o ratificado por el gobernador) elige a toda la estructura de administración y gestión académica. La estructura de gobierno es el Consejo Académico, formado por los vicerrectores (de administración y académico), jefes de carrera y de instituto en cada universidad. Éste es un mecanismo de gestión de trámites y de convalidación de las propuestas del rector, donde no hay representación de la comunidad universitaria. De manera general, no existe un contrapeso real o efectivo a la figura del rector, quien, a lo largo de estos años, ha tenido la última palabra en las decisiones que se toman en dichos órganos.
Las 10 universidades que componen al sistema (con sus 19 campus, 700 edificios y 1100 profesores de tiempo completo), atiende a unos 11,000 alumnos (información proporcionada en el documento institucional Hechos 2022, disponible en la página WEB de la UMAR). Estos números evidencian que, a pesar de la gran oferta de formación profesional y de infraestructura, las universidades no se han convertido en la opción de educación superior para los estudiantes de las distintas regiones. Así, en promedio cada universidad tiene unos
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1,100 alumnos, y contrasta con el número de estudiantes de la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca, que en 2021 tenía 20,000 estudiantes en los niveles de licenciatura y posgrado.
En la UMAR Huatulco es evidente la cada vez menor matrícula, situación que inició desde antes de la contingencia derivada de la pandemia de COVID-19. Esta disminución se debe a la mayor oferta de educación superior, tanto pública como privada, y a la rigidez del sistema de tiempo completo, el cual se describe a continuación.
El sistema está diseñado a partir de la vigilancia y la coerción, cuyo fin es impedir la organización de la comunidad académica en general, situación que se expresa en los documentos institucionales Reglamento de alumnos de Licenciatura y Un nuevo modelo de universidad [:] Universidades para el desarrollo (disponibles también en la WEB). El sistema de tiempo completo, a partir de las ocho de la mañana y hasta las siete de la noche, obliga a los estudiantes a estar todo el día en la universidad. Esto se hace bajo el argumento de que las deficiencias de los estudiantes son tales que solo en este horario podrán nivelarse; sin embargo, la congestión de información, las jornadas tan largas y la carencia de actividades complementarias para la distracción del estudiantado, tiene efectos diversos sobre ellos, tales como el estrés y ansiedad. Además, este control absoluto del tiempo y de actividades no garantiza que los estudiantes sean capaces de incorporar analíticamente dicha información y convertirla en conocimientos.
Por otro lado, el tiempo completo les impide trabajar y poder solventar los gastos que implican el pago de renta y de manutención que, en lugares turísticos como Huatulco, tienen altos costos. Debido a ello, con frecuencia los estudiantes se ven obligados a trabajar en horarios nocturnos o venden, de manera clandestina, dulces y alimentos en la universidad, con el riesgo de que los prefectos les quiten su mercancía, pues se les prohíbe hacerlo. Además, lo que se considera como prestigio e imagen es cuestionado adentro y afuera de la Universidad, debido al sistema de control a la falta de vinculación de estudiantes y docentes con la comunidad.
La propia UMAR funciona (aún) como una institución de puertas cerradas de adentro hacia afuera y de afuera hacia adentro, no hay un involucramiento sustantivo con la comunidad, síntoma de ello es la falta de información y transparencia y de rendición de cuentas en los asuntos concernientes a la universidad. A ello se agrega la falta de atención de varias denuncias de violación de derechos humanos y laborales, así como de acoso sexual, inclusive ha habido recomendaciones emitidas por órganos de gobierno que no han sido atendidas por las autoridades universitarias. El hostigamiento institucional incluye temas tan personales como la vestimenta, en distintos momentos se ha intentado prohibir a los estudiantes y profesores de la UMAR utilizar shorts u otra vestimenta corta; a algunos se les prohibió el ingreso a las instalaciones y a otros se les amenazó con hacerlo. El último de estos episodios, ocurrido entre marzo y abril de 2022, los estudiantes de la UMAR Huatulco hicieron publicaciones de denuncia en redes sociales.
En los 33 años de existencia del sistema, el rector fue Modesto Seara Vázquez. Llama la atención la normalización sobre su permanencia por tres décadas, en un contexto político nacional y estatal donde el cambio de autoridades, la participación y la rendición de cuentas han sido demandas de una ciudadanía que aspira a una sociedad más democrática. Detrás de
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ello está la relación entre Seara con los gobiernos priistas de Heladio Ramírez, Diódoro Carrasco, José Murat y Ulises Ruíz, en cuyas administraciones se construyó el mencionado sistema, tal como lo señala el documento institucional Hechos 2022. Sin embargo, el SUNEO no es propiamente un sistema oficial, ya que cada una de las universidades que lo conforman cuenta con su propio decreto de creación.
Finalmente, lo que cuestionamos es un sistema educativo que no se corresponde con el contexto actual y que necesita cambios urgentes. Esta reforma deberá incluir a la comunidad universitaria en su conjunto, pues es a la comunidad a la que pertenece. La UMAR es una universidad pública que se mantiene con presupuesto público y, por ello, se debe a la sociedad. Es éste un momento crucial para replantearse qué tipo de universidad y de universidades requiere cada una de las regiones en las que tiene presencia el SUNEO.
