“Ladidoo”, una exposición de la poeta zapoteca, Natalia Toledo que rememora su niñez a través de la piel de hilo
Diana Manzo
Oaxaca, Oax.- Dedicado a su madre Olga de Paz, la poeta zapoteca Natalia Toledo expone “Ladidoo”, una colección de huipiles, enaguas, aretes de filigrana, que rememoran su niñez a través de la piel de hilo.
Textiles elaborados con hilo de algodón y seda recuerdan que las flores, las frutas y la vida misma de la poeta zapoteca están más vivas que nunca y que vivirán para siempre están expuestas a partir de este viernes y hasta el mes de febrero en el Centro Cultural San Pablo, en la capital de Oaxaca.
De acuerdo con la escritora y ganadora de diversos premios por fomentar la literatura en lengua indígena, está exposición surgió primeramente de la palabra «ladidoo», que para los zapotecas significa la piel, pero también es la ropa, es decir “nuestra propia piel” y para ello se basó en dos textos, que le inspiraron a crear esta colección.
“Para los zapotecas, la ropa y la piel es lo mismo, es decir, cuando nos vestimos, nos vestimos con nuestra propia piel. Y está inspirado en el libro de Fray Juan Caballero y su libro acerca de la dendrología, asimismo, la del Códice de la Cruz Badiano, en ambos encontré nos textos textiles donde surgió mi inspiración”, dijo.
Ladidoo/piel de hilo muestra la niñez de la poeta, de cuando vivía con su madre en la séptima sección y como los pescadores, las artesanas, las flores como el guie´chachi, el guie´xhuba y las frutas como la anona, esa textura de algodón, que su madre traía en sus viajes de Chiapas formaban parte de su cotidianidad.
“Cuándo leí ambos textos, mis ojos los masticaron, es decir, les di de comer para que me inspirarán, y de ahí surgieron las formas, los colores y todo lo que hoy es esta amada exposición y de la cual dedico a mi madre, pues gracias a ella, tuve estos recuerdos gratos de mi infancia”, dijo.
Alegre y feliz por exponer parte de su legado textil y de filigrana, a través de figuras como el totopo, la mosca, el pescado, la escritora e hija del pintor oaxaqueño, Franciscos Toledo da cuenta que su exposición “es parte de lo que le ha picado y ha comido”, lo que considera un tesoro vivo.
Además de las flores, frutas, animales expone parte de sus textiles que tienen que ver con el béisbol, a través de la colección de María Isabel Grañen, quién le pidió que le diseñara sus trajes regionales zapotecas.
Natalia recuerda que pensar en cómo plasmar el béisbol en un traje regional, en una enagua y huipil sí le pensó varios días, pero poco a poco, retornó nuevamente a su niñez recordando el patio de su casa, cuando su mamá le prestó el espacio, debajo de un árbol de olivo, a una cooperativa de pescadores, y al ayudarlos, a cambio le regalaban pescados y camarones.
Asimismo, enfatizar que el béisbol, es un juego que tiene que ver con el taladxi que sus paisanos juchitecos juegan con una pelota de esponjas y casi siempre descalzos o con huaraches, o bien el tapú que era un juego usando pelota de trapo.
“Estoy muy contenta, muy alegre y muy feliz, acá está parte de mi niñez, de mi piel, de lo que me vestí, de lo que comí, bebí y que ahora lo comparto con todas y todos ustedes”, concluyó.