Salvarle la vida a Sergio implica 10 mil pesos semanales porque el Hospital civil de Oaxaca no tiene medicinas
Diana Manzo
Oaxaca, Oax.- Santa Aquino ya no sabe ni como hacerle para salvarle la vida a su esposo Sergio, paciente renal de 40 años de edad, quién durante 17 años ha sido atendido en el Hospital Civil “Aurelio Valdivieso” de la capital de Oaxaca que atraviesa una crisis de salud por la falta de insumos y medicinas. Ahora ella tiene que juntar 10 mil pesos semanales para que su esposo pueda recibir las dos hemodiálisis que requiere para sobrevivir.
“Estoy desesperada, porque de donde voy a sacar para la hemodiálisis, el pasaje, la comida y todos los gastos que mi esposo necesita” dice llorando la mujer de 40 años y madre de seis hijos, quién para obtener unos cuantos pesos para la salud de su esposo ha tenido que trabajar como afanadora o bien “saca turnos” en esta misma unidad médica, que actualmente ni para un vaso de agua que soliciten los pacientes abastece.
El hospital civil de Oaxaca es referente en todo el estado, sin embargo, desde la llegada del gobernador Salomón Jara Cruz, personal médico ha denunciado la falta de insumos y medicinas, pero en esta semana se agudizó, porque ya no tienen agua de garrafón ni gas, los pacientes tienen que comprar agua y hervirla para bañar a los recién nacidos.
Tiene 15 especialidades, entre las que destacan Ginecología y Pediatría. En este 2025 cumplirá 60 años de fundación, indígenas de diversos pueblos acuden a este sitio por su bajo costo, como ocurrió con Santa y Sergio, quienes tienen que viajar durante 6 horas de la comunidad de Cuicatlán, Buenos Aires a la capital de Oaxaca.
“Llegamos acá porque mi esposo no tiene acceso a ningún servicio de salud, y nos decían que era gratis, al principio sí, pero ahora tenemos que sufragar todos los gastos. Para la hemodiálisis requiere de medicamentos muy caros, hierro y multivitaminas, sin eso, la máquina no funciona en su cuerpo, y la única alternativa es un trasplante de riñón, pero aún no conseguimos”. dice-
De no recibir sus hemodiálisis, Sergio puede morir por un infarto. “Estoy muy desesperada, yo no tengo un trabajo fijo, me dedico a la venta de pollos y mi esposo desde hace 3 años que se le practica la hemodiálisis ya no trabaja, mis hijos son menores de edad, hemos vendido todo, y muchas veces me han dado crédito, pero ya no sé si aguanto más, debemos mucho dinero”.
Las autoridades, médicos, enfermeras y personal del hospital informaron, que tras el paro de labores, funciona con 15 pacientes críticos, 30 graves, 20 no graves y el resto, unas 200 personas no saben qué destino tendrán, de seguir el paro de labores, aseguran que retornarán a sus casas para continuar su tratamiento.
“De nada sirve que nos registren en el IMSS bienestar sí no hay medicinas, sí tu tienes que pagar todo, acá se han ido mis días, mi vida, confiando que mi esposo puedan trasplantar un riñón, no pienso más, porque lloro de saber que me lo puedo llevar muerto”, asegura Santa.
Al respecto, el gobierno de Oaxaca solo se ha limitado a decir que se trata de intereses internos y que dará las atenciones a otras unidades .