¡Tumbaron los corridos!
Por: Einar Yonadab Barragán Vásquez/Estudiante UMAR
En fin de año las plataformas musicales recuerdan a sus usuarios aquellas canciones y artistas que escucharon durante el 2024, según Los Angeles Time el medio más popular, Spotify, reveló que la categoría musical más escuchada en nuestro país fue la música mexicana y de los diez intérpretes más reproducidos, nueve pertenecen este género, en los que destacan los nombres de Natanel Cano, Junior H, Gabito Ballesteros y el reconocido Peso Pluma que ocupa el primer lugar de esta lista.
Lo anterior hace obvio el aumento que han tenido las reproducciones de los corridos tumbados y por consecuencia las regulaciones de estos, ya que son alternativas que tomaron los gobiernos debido a la creencia de que hay una relación entre el aumento de la violencia y la reproducción de estas canciones. Aunque la idea parece plausible, no hay resultados significativos que avalen un progreso de la misma.
Dichas medidas iniciaron por el 2016, cuando el gobernador de Sinaloa en ese entonces, prohibió la interpretación de esta música en los lugares de venta de alcohol y se mantienen hasta la actualidad, lo que genera conflicto porque este Estado fue pionero en la creación de las canciones.
Otro ejemplo, fue en noviembre de 2023 cuando el cabildo de Tijuana, impidió que los narcocorridos se reprodujeran en eventos públicos con una multa de 57 mil dólares como castigo a quien reproduzca o cante este género, esta prohibición sigue vigente debido al aumento de amenazas de grupos armados hacía los intérpretes de esta música.
La propuesta es interesante para la disminución de la delincuencia y el aumento de la seguridad, pues si la violencia proviene de los corridos y para erradicarla hay que prohibir estas canciones, la violencia tuvo que bajar a partir de estas medidas, pero en cambio los datos del Índice de Paz México 2023 constataron que la delincuencia aumentó en un 64.2 por ciento desde el 2015.
Es decir, si la suspensión de los corridos reduce la violencia, esta tuvo que disminuir desde el comienzo de la restricción, pero según los datos anteriores no pasó, por lo que la erradicación de los narcocorridos no es herramienta suficiente para derribar los actos ilícitos.
Este tema también nos involucra, porque, aunque las autoridades creen y fomenten alternativas para la regulación de contenidos violentos, la respuesta por parte de la sociedad también importa. Pues no habrá un cambio real, si no hayuna reflexión colectiva sobre la supuesta relación entre los corridos y la violencia, así como su influencia en la cultura.
Es como tratar de arreglar un automóvil descompuesto con un sólo cambio de neumático. Aunque parece que el problema se resuelve, el motor aún falla y el vehículo no funcionará correctamente. De igual manera, censurar un género musical no resuelve los problemas estructurales que subyacen en la violencia y el crimen organizado, es un trabajo en conjunto.
Fotos: redes sociales