Un año sin Irma Galindo, la guardabosques Ñuu Savi que desapareció aun con protección federal
#Oaxaca 27 Oct (#Istmopress) – Han pasado 365 días y no se sabe nada de Irma Galindo Barrios de 39 años de edad, la guardabosques Ñuu Savi (mixteca) que desapareció el 27 de octubre del 2021 en la Ciudad de México, aun cuando tenía protección del Mecanismo Federal para Defensores de Derechos Humanos y Periodistas.
La ambientalista Ñuu Savi (mixteca) conocida entre sus amistades como la princesa Mononoke, fue vista por úlltima vez en la estación del metro Barranca del Muerto, y se sabe que iba a reunirse con personal del Mecanismo, pero no llegó y desde entonces no se sabe nada de su paradero.
La desaparición de Irma ocurrió en un contexto de conflicto comunitario que ha dejado como saldo más de 100 casas quemadas, 300 personas e infantes desplazados sin que tengan fecha de retorno en el municipio de San Esteban Atatlahuca, Oaxaca, de donde era originaria y encabezaba un activismo como guardabosques.
En noviembre de 2019, la guardabosques subió fotografías en sus redes sociales de la tala de árboles en la zona comunal de Yozo Tiza’a. Días después fue cuando le quemaron su casa y tuvo que huir para salvarse.
La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), la Organización de las Naciones Unidas (ONU), organizaciones civiles, colectivos y defensoras han solicitado al Estado Mexicano que den con ella, pero todo es omiso.
“No sabemos nada de Irma, pareciera que se la tragó la tierra”, narra Maurilio Santiago, defensor comunitario de la CEDHAPI y amigo de la guardabosques, quién la recuerda como una mujer valiente y siempre defendiendo su bosque.
Maurilio expresó que el caso de la desaparición de Irma la atrajo la Fiscalía General de la República (FGR), pero nada ha ocurrido, Irma sigue sin aparecer.
“Nosotros hemos insistido en la búsqueda de Irma, sabemos que como defensora comunitaria su actuar era valioso en la comunidad, porque además de cuidar el bosque, también estaba ayudando a las mujeres a rescatar sus huipiles tradicionales, a revalorizar la identidad, y a cuidar por supuesto los recursos naturales”, señaló el activista mixteco.
Integrantes de la Red Mexicana contra la Minería (Rema) y la Articulación por la vida y contra la minería del valle de Ocotlán también hicieron un llamado urgente al estado mexicano a localizar a la guardabosques y recordaron que el bosque no se vende, se defiende.
Señalaron que dos años antes de su desaparición, el 10 de noviembre del 2019 Irma ya había desaparecido después de un intento de asesinato por las autoridades de San Esteban Atatlahuca, municipio del cuál Irma era autoridad, regidora de cultura.
“Irma había descubierto el contubernio de las autoridades municipales y agrarias de Atatlahuca con la deforestación del bosque, la tala ilegal, el tráfico de especies nativas y únicas de la región de fauna y flora”, denunciaron.
A través de un comunicado, exigieron que a un año de la desaparición de la defensora del bosque Irma Galindo Barrios, es urgente su aparición con vida, una investigación profunda de los asesinatos y las condiciones de seguridad para que los y las desplazadas regresen a su territorio.
****“En México puros llamados a Misa, urge aplicar el acuerdo de Escazú”: Laura Barranco, activista y defensora del bosque
Laura Barranco es beneficiaria del Mecanismo desde el 2019 y trabaja en medios de comunicación. Como Irma, Laura protege su bosque de la tala clandestina en el Parque Nacional de los Remedios en Naucalpan, Estado de México.
A un año de la desaparición de Irma, Laura opina que lo único que ha ocurrido son “puros llamados a misa”, refiriéndose que no hay acciones para localizar a la guardabosques, y que lo urgente sería la aplicación del Acuerdo de Escazú, que México rafificó el 5 de noviembre del 2020.
La defensora mexicana con raíces oaxaqueñas detalló que el Acuerdo de Escazú es un documento obligatorio para el estado mexicano y que tiene 3 objetivos: Acceso a la información, participación y justicia, pero a casi dos años de su ratificación, su acción es omisa.
“El presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho que nadie hace caso a la ONU, pues dejenme decirles que el estado mexicano tampoco, llevamos un año de que Irma desapareció y casi dos años de la ratificación del acuerdo de Escazú, y no hay respuesta para una mujer que por cuidar su bosque está desaparecida”.
Agregó también que Irma no desapareció sola, pues cuatro días antes, el 23 de octubre del 2021, ella había denunciado el incendio de más de 100 casas, de dos asesinatos y de otras cuatro personas desaparecidas de nombre Mayolo y Marcos Quiroz, Donado y Miguel Bautista, que igual que como ella no se sabe nada de su paradero.
Laura lamentó que por la desaparición de Irma debería haber sanciones administrativas para el personal del Mecanismo de Protección, pues sabían que la defensora estaba huyendo y ni aún así la protegieron.
“El personal tiene un desconocimiento absoluto, no tienen idea de los alcances del Mecanismo, y eso es grave, no hay sensibilidad, no saben nada”, agregó la también defensora ambiental. Laura concluyó diciendo que es lamentable que Irma no sea localizada, y que es lamentable que México ocupa el horroroso primer lugar de agresiones contra defensores de acuerdo con el último informe de la Global Witness.
***Oaxaca la entidad con más crímenes contra ambientalistas***
A un año de la desaparición de Irma Galindo, Oaxaca nuevamente se tiñe de rojo, y registra el asesinato de otro defensor ambiental, Filogonio Martínez, activista comunitario tenía medidas de seguridad del Mecanismo de Protección para personas defensoras y periodistas.
El homicidio del defensor del Río Verde, ubicado en el municipio de Santiago Jamiltepec, ocurrió en la comunidad de Piedra Blanca, localizada entre Paso de la Reyna y la comunidad de La Humedad.
De acuerdo con la organización CEMDA, en el año 2021, 8 oaxaqueños fueron asesinados en este año. “Fidel Heras Cruz, Raymundo Robles Riaño,Noé Robles Cruz, Gerardo Mendoza Reyes, Jaime Jiménez Ruiz, Manuel Cartas Pérez, Jacinto Hernández Quiroz e Isidoro Hernández”.
Oaxaca concentró el mayor número de eventos de agresiones con un total de 24 (21.82%); eventos en los que se perpetraron, al menos, 60 agresiones diversas, señaló en su informe 2021.
Los casos de Isidoro y Jacinto, defensores de los bosques San Esteban Atatlahuca, Oaxaca, constituyen 2 de los 3 casos registrados como probables ejecuciones extrajudiciales durante 2021.
De acuerdo con esta organización ambiental, al menos 58 personas defensoras ambientales fueron asesinadas en lo que va de la actual administración que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
Además señala que el año pasado detectaron la multiplicación de los proyectos de desarrollo y la erosión de las condiciones bajo las cuales las personas y comunidades defensoras del medio ambiente, la tierra y el territorio realizan su labor.
Asimismo, reconoce que fue el segundo año en que las personas, pueblos, colectivos y comunidades continuaron enfrentando la pandemia de COVID-19 causada por el virus SARS-Cov-2, lo cual asegura “tuvo impactos en las dinámicas organizativas internas, los vínculos con organizaciones, la articulación entre movimientos y, lamentablemente, la pérdida de la vida de personas defensoras”.
CEMDA puntualizó que “Las cifras expuestas en este informe deben ser leídas dentro del contexto mexicano, atravesado por una severa crisis de derechos humanos, la imposición de proyectos de desarrollo a gran escala y una agravada impunidad”.
Por último aseguró que la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), a través de sus relatorías, ha manifestado su preocupación sobre el tema e incluso ofreció asistencia técnica al Estado mexicano para combatir esta situación, sin que hasta el momento haya alguna respuesta gubernamental al respecto.
Diana Manzo / Agencia de Noticias IstmoPress