Diidxaladxido’ /Palabras del corazón – Víctor Fuentes.
Desde temprano, antes de diez de la mañana del 21 de febrero del año 2017. Acarreamos de la Galería Gubidxa al centro. Mesas, sillas, equipo de sonido y lo principal. Dos huacales que contenía más de 80 títulos, en su mayoría escritos en lengua zapoteca, por ubicarnos en la región del istmo, pero llevamos otros títulos escritos en nahual, maya, tzotzil, huave, zoque , mixteco entre otras lenguas de las 68 que todavía se habla en México.
Llevamos con esta ocasión seis años consecutivos, conmemorando el día internacional de las lenguas maternas, surgió la idea de acercar este decreto que por el año 2000, fue incluida en la agenda 2030, de la UNESCO,que después del decreto se tardaron tres años más, para que los países miembros consideraran importante impulsar con actos públicos y actividades artísticas, esta resolución para vitalizar las lenguas madres.
Cuando tomamos la decisión de sumarnos a este acontecimiento mundial, no pensamos que podría implicar grandes complicaciones, o que se redujera sólo a un acto público de poca impronta.
Han pasado ya seis años, desde esa fecha y hemos variado las actividades y las sedes de los eventos. En esencia consideramos que nos hace falta mucho, por hacer, y revalorar estos pequeños momentos de revelación, nos sentimos bien por hacer, quizás no mucho, pero bajo nuestra propia voluntad, de llamar la atención de nuestra gente para pensar sobre nuestra riqueza cultural, nuestra riqueza patrimonial, que es la lengua.
Las actividades desarrolladas para la conmemoración consintióen crear unmural que la artista Dell Alvarado, plasmó bajoel título Diidxaladxido’/palabras del corazón. De un corazón florido resurgen palabras que a ella, le llama la atención, por su semántica o por la forma gráfica ylas comparte sobre el muro de una de las escuelas primarias de la localidad.
Para ello,se invitó a todoslos niños de la escuela, los maestros nos avisaron que saldría sólo la mitad del alumnado. Los niños tomaron pinceles y pintura. Se implicaron en la dinámica del taller,seles sugirió que podían pensar en una palabra que saliera de su corazón, una que a ellos les gustaramás.
Una vez pensada las palabras, podían plasmarlas sobre una pizarra negra que se pintó para ese día, en poco tiempo lapared quedó inundada depalabras y dibujos de los niños, una vez cubierto el muro negro, alalimónterminaron de ilustrar sobre el muro a una niña que bautizaron como Badudxapahuini Guie’/La niña de las flores, los niños la prodigaron de incontables dibujos y varias flores y palabras.
Una de las tantas niñas que participaron, al terminar muy gustosa, fue en busca de su maestra, una vez frente a su trabajo sobre el muro le dice: “Maestra esto lo pinté yo” y repite la frese de manera insistente, la maestra puso cara alegre yalmismo tiempo de asombro, pues el dibujo quelaniña le mostró era una mota negra, una mancha desperdigada. Que en repetidas veces coloreó de negro.
A este taller, se le agregó la presentación de algunos libros tomados de los 80 títulos que contenía los huacales,y fueron colocados sobre una mesa. El público visitante, se tomó tiempo para hojear,al leer iban de la traducción al original y viceversa. Ello ocurrió a lo largo de la conmemoración. Así mismo, escuchamos música y poemas directo del equipo de sonido. Dell Alvarado, quiso integrar a su obra un fragmento del poemario intitulado: Doo guie’ cayelegasi/Hilos floridos.
Consideramos que esta conmemoración concluyó más vitalizada, los transeúntes seacercaban, o se detenían a lo lejos a mirar, algunos más preguntaban, ¿Qué es esta fiesta?, ¿Qué celebran ahora? Pueden existir más motivaciones urgentes, nosotros seguiremos pensando que es necesario que la gentese involucre.
Deseamos que para el próximo año 2018, seamos más,los interesados en compartir, no sólo la lengua que conocemos si no el valor que ello representa para cada uno de nosotros, y seguir constrúyanlocaminos prósperos en mejora de nuestra casa y comunidad.