Focalizar la lente / Víctor Fuentes

Cada nuevo ciclo escolar es una realidad que nos exige adentrarnos en la vida escolar, los maestros de educación primaria en general estamos preparados para afrontar cada periodo  escolar, con altibajos o con todas las facilidades tanto humanas como materiales.

Estar laborando en las comunidades apartadas representa un mundo aparte, una cultura especial y unas relaciones con dinámicas propias, muy internas. Si el o los docentes se alejan de las decisiones comunitarias, de los consensos y acuerdos de la comunidad en general, muy poco se puede hacer.

Nada desalienta saber que un nuevo grupo de docentes recién egresados hasta el ciclo escolar (2012-2013) llegaban a las localidades con todas las energías y ánimos de desempacar la maleta y poner en práctica las teorías y estrategias aprendidas en las normales del estado, este grupo de maestros una vez adscritos a la zona escolar 075 de Santiago Choápam. Manifestaban actitudes de viejos docentes enfadados con todo lo educativo.

Con mucho desanimo, me fui percatando, y quizás ellos más, que ánimos y teoría no encajaban del todo, la realidad es distinta, no saben qué  hacer con tal o cual teoría, la distancia de casa a la localidad los entristece, el clima, las condiciones de vida de los niños, su cultura,su lengua, sus costumbres, sus ancestrales ritos y sus vestigios arqueológicos.

Santiago Choápam, sufriódurante el año 2011, un conflicto político que vino a cambiar la dinámica  interna del municipio, el poder se había centrado en manos solodel municipio, y las agencias pedían participación activa e incluso ser representados por alguna agencia de las muchas que  conforman Santiago Choápam, esto devino en conflicto político y se emboscaron carros de policías del estado y hubieron muchos muertos de los  pueblos en cuestión.

Para evitar agravios se tomó la decisión de instalar de manera provisional la oficina dela supervisión escolar en la comunidad vecina Totontepec,Villa de Morelos; Mixe. Y es allí  donde nos reunimos maestros, directores ysupervisor, hasta el año 2013, queme tocó estar en la supervisión escolar como Asesor Técnico Pedagógico (ATP).

La visita a las escuelas de lazona abarcaba comunidades de habla zapoteca, mixe y chinanteco, una multiculturalidad distinta, variada y de mucha riqueza cultural, tanta que rebasa los límites de los saberes delos docentes, la mayoría provenía de distintos puntos  del estado y muy pocos o casi nulo pobladores de la región, se ejercen como docentes en sumisma zona geográfica. Asíque,era impensable mantener una riqueza activa con la lengua, la mayoría de los egresados jóvenes lo ven y lo plantean como un serio problema para la apropiación dela cultura escrita.

Durante mis dos años de adscripción, ejercí, unocomo director de escuela primaria Minerva, ubicada en Totontepec,y el otro lo realicé como ATP, lo que me sirvió para recorrer comunidad por comunidad, visitar las escuelas, almenos, una vez al año, organizar talleres yencuentros de profesores para el fomento dela lectura, y escritura desde su función social, sin descuidar el aliento para resolver el conflicto que los docentes plantearoncomo asunto problemático. “Los niños dicen todo ensu lengua”. Y naturalmente no  los entienden.

Para ello, a mi llega asus escuelas les leía alos niños en español y le solicitaba a unos padreso madres que estuvieran en la escuela oalgún vecino o algún maestro que pudiera leer y escribir o solohablar mixe, al elegido lo instruía y le contaba elcuento, selo leía ole decía si podría traducirme, una vez hecho el trato, entrabamos en escena. Invitaba alos niños y les pedía poner atención a la persona que me acompañaba, (o sea, al elegido que es de su propia comunidad que podría ser padre o madre de uno de ellos) asíleíamos los textos seleccionados, con latraducción simultánea.

Unas ocasionesencontraba personas tímidascon mucha pena y no podía realizar la actividad como quería, en otras, les pedíaa los niños que dijeran con mímicas el nombre de los objetos que estaban a nuestro alcance, los trataba de adivinar, y ellos me lo decían  en mixe, zapoteco o chinanteco, según el área lingüística, trababa de repetirlo y no me salía,  ellos me motivaban a escribirlo en el pizarrón.

De todas estas acciones terminábamos haciendo un glosario ilustrado oun grupo de palabras aisladas con sencillos dibujos. Estas dinámicas a pesar de ser efímeras o fugaces me hacían sentir que realizaba algo fructífero, que valía la pena las horas de traslado, o la travesía a pie para llegar hasta donde ellos se encontraban.

Una cosa que considero valioso e importante fue plantear y encausar la construcción de un proyecto educativo, que surgió en estos recorridos por las comunidades. El proyecto operaria en el ciclo escolar 2013-2014.

“Voces de la sierra”, así denominamos el proyecto educativo de la supervisión escolar 075. Nació, como expongo. De los deseos y la inquietud, no con un dejo de temor al riesgo, pero firmes ante la máxima de Paulo Freire: “No perdemos nada si intentamos una nueva pedagogía. Por el contrario, podemos ganar una nueva sociedad, un nuevo hombre, un nuevo mañana”.

Nos pareció razonable entonces partir de lo que los pueblos pueden devolvernos, a nosotros los maestros, y qué mejor el intemporal recorrido de estos por sus ancestrales maneras de concebir el mundo, su modo de explicarlo, su modo de interactuarlo.

La mayoría de los pueblos que hemos caminado en esta nuestra tierra mixe, podemos como registrando en una cámara fotográfica, guardar distintos momentos emotivos, y de conflictos, por ejemplo, pueblos hermanos que ya no lo son. Sin juzgar y calificar a manera de ilustración: Yahuivé, le niega autorización, colaboración y hermandad (tequio)  a Yaveloxi, para el trazo de su camino de acceso, entre ambos pueblos y, a los habitantes de Tres Arroyos, el uso de la toma energía eléctrica, actos violentos, a los derechos de ‘progreso’ de estos pueblos suyos hermanos.

Pero también nos ha maravillado, la contemplación armoniosa de los reductos naturales de los que aún gozan estos pueblos. La presencia del agua en sus múltiples formas, irrigan esta tierra, lugares donde la neblina es una cortina por demás onírica y poética.

Surgió entonces la idea de devolverles a estos pueblos, un poco de esa riqueza que los rodea, animados con la idea de educarnos los docentes, afinar nuestra mirada, herramienta primigenia para comprender nuestras acciones.

Considerábamos que esta ruta podría ser una ruta literaria y de acompañamiento con el arte visual, el arte en sus diversas manifestaciones, para ello, habría que recorrer sistemáticamente por este pasado, imaginario o tangible de estos nuestros pueblos. Y, los niños serían nuestros mejores aliados .

De eso, se esperó diera cuenta el proyecto educativo Voces de la sierra, de la comunicación de la palabra, de la fortaleza de ese pasado, tan arraigado, justo por ello más valioso.

Víctor Fuentes

 

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  • febrero 1, 2017 en 1:47 am
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    Felicidades Mtro. Victor un abrazo
    Isabel Bardales

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