Leo, un artista de los inocentes.
05 ago (#Istmopress) .- En el día mundial del arte Leo, trajo una lapicera (¿Arte objeto?) según sus propias palabras. Una vez que nos encontramos otro día cualquiera. Ese día en especial me sentía acongojado y me recosté, al cabo de unos minutos dormí largo tiempo, para cuando vi el recado de Leo, ya era muy tarde casi anochecía, hasta pensé que otro día amanecía.
Dejó en el marco de la puerta de la Galería Gubidxa, su esculpido hueso, acompañado de un recado. Leo, por supuesto no sabe que es día mundial del arte, ni le importaría saberlo supongo, pero yo me sentí el más afortunado de tener a un artista que se preocupara por mí.
Me dio una aletargada preocupación que él, omitiera la fecha, producto de sus carencias para acercarse a la escritura y sus reglas de oro, aun así, valoro el esfuerzo que ha hecho para obsequiarme el hueso esculpido, tallado hasta hacerlo un objeto atractivo.
Leo, en este ciclo escolar 2015-2016, pese a su irregularidad, y él, su poco aprovechamiento como lo expone la cartilla de evaluaciones. Leo esta fuera de la primaria, ira a la secundaría, ha dejado de ser el niño gordo, el simpático Leo. Leo, toda sonrisa.
Sus profesores ignoran que este joven Leo, ha expuesto sus obras en la Galería Gubidxa, por tres ocasiones, dos de ellas en compañía de otros pintores y una dedicada a él solo y su trabajo artístico. Está trabajando ahora para una muy próxima exposición.
Leo, es una persona aplicada, tenaz puede pasar horas y horas tras el papel, ha recibido apoyo por parte de artistas que lo han conocido como Sergio Bido’ Guuze’, Ese Ortega, Julián López “Tayan” y en especial de Emily C-D.
Estas ayudas han sido profundas para él, a pesar de su corta edad sabe diferenciar una intencionada opinión a una severa crítica, por su trabajo. Sus padres, le han inculcado seguir por el camino de la fe que ellos profesan, él se aferra ser un artista aplicado, no pierde oportunidad para seguir expresándose en el papel y en los soportes que encuentre, como este regalo que ahora he recibido.
Su mejora se nota en lo que pinta, dibuja o esculpe, su creatividad solo espera un empuje, no tiene límites, su imaginación. Sabe escuchar atento y opina al momento proyectando a un Leo, orgulloso de poder hacer algo por sus padres, sus hermanos y por el mismo.
Es un ser humano gigante en cuerpo de un joven lleno de sed, de hacer, de realizar, cambiar todo como lo hace su cuerpo, su voz, sus actitudes y su reluciente sonrisa. Leo, piensa como los grandes artistas, espera exponer en otros sitios concurridos, que la gente admire su obra, lo adquiera y hasta sabe cuánto puede costar una pieza. “Si me compran compro más pintura y pinceles, y lápices”. Me dice con los ojos desbordantes.
Leo, pinta y esculpe a prisa, al momento que la animación de la inspiración le llega, una vez esculpió un trozo de ladrillo rojo en media hora, le metía punzadas de cuchillo, de serrucho, golpes de martillo y finos punzones de picahielos. El resultado un mascaron para la cabeza de un Goliat.
Dibuja incesante, todos los días, es un seguro refugio, desde niño registré sus obras, hice un pequeño archivo, que quizás ni él lo conserve, dibujaba sobre hojas blancas, y por las tardes venía a buscarme para mostrármelas, una de tantas le tomé fotos, eso le agrado y no dejo de buscarme para el registro, después loanimé y lo alenté para hacer su primera exposición, así ya no dejo de sentirse siempre unartista,todos los vecinos del barrio inocentes lo conocemos como Leo, el artista.
A pesar de su talento, él se enfrenta a la realidad que lo circunda: Vende de todo, lo que su madre organice para ofrecer a los clientes. Bolea y repara calzados, hace mandados y los quehaceres de la casa, ve por sus tres hermanos menores. Y después de todo ello y los deberes de la escuela Leo, pinta, dibuja y crea esculturas tan caprichosas, tan excéntricas, tan nuevas y llenas de anima.
“Leo, es tan duro para el estudio mejor que pinte, ya que” dice su madre, “aunque sea para eso sirva” repite entre sonriente e irónica. “yo pinté de niña, pero mi mamá me regañaba mucho, mejor ya no tomé las clases que una maestra me daba en La Venta, Pero, mi hermana si, ella le siguió, un día te enseñaré lo que hace”, me lo promete con otrosonrisa.
El padre, se siente orgulloso de tener un hijo que sabe dibujar, lo puso a prueba, y Leo, lo pintó echado en una hamaca y lo que sobresalía en la superficie era su enorme panza, y con unos ojos salidos de la órbita. No sé qué dijo, pensó o quizás reprendió con severidad a Leo, pero yo, de manera inevitable reí incansable el día que éste me mostro el dibujo y me refirió lo expuesto.
Sus temas frecuentes eran animales prehistóricos, hasta rinocerontes,mamuts elefantes y tortugas, todos ellos, eran dibujados y pintados enormes, hasta las cosas y animales pequeños como la tortuga. La enormidad lo seguía, a punto de que en elsoporte le quedaba parte de estos animales, personas u objetos elegidos, todos para Leo,lo son con solo poner una parte de ello. Y cumplían su cometido de plasmar.
Ese punto de vista lo compartí, y siempre pensé y, no conoce las obras de Botero, ¿Qué pasaría si así fuera?Cuando pasado el tiempo, vi que se alejaba de su estilo personal, que tanto admiraba; mi tentación por saberlome llevó a proponerle leer el único libro que tengo consigo, sobre las obras del pintor. Después de llevárselo por varios días a su casa, volvió y me pidió conocer más sobre él, buscamos vía internet, ahí tienes más le dije. Así fue como entróen la vida delas obras de Botero.
Pasaron suficientes días, llegó sonriente acompañado de una libreta nueva, logréescuchar mientras trazaba unas líneas “yo no quiero ser como es él. ¿Quién? Pregunté olvidé de pronto el suceso y él repite “ese pintor, que pinta la gente gorda, yo quiero ser como yo¿Tú crees que pueda? Me interpeló.
Víctor Fuentes
Nos gustaría poder conocer y exponer las obras de Leo. Tienen forma de ponernis en contacto?
Enviaremos sus datos al autor del texto, para estar en contacto. Saludos!