Víctor Fuentes / Un libro viajero
El libro viajero surgióen un grupo de niños, 20 que forman el quinto grado de la escuela primaria Emiliano Zapata, de la comunidad de Chicapa de Castro, municipio de Juchitán de Zaragoza, Oaxaca, ese día la maestra, se sintió enferma, me avisó que no vendría (si se mejoraba se incorporaría más tarde) todos estábamos con ganas deirnos, les pedí un poco de paciencia mientras me fui a los estantes de libros de la escuela, tomé de ahí algunos, noté que se mostraban contentos, ya en otras ocasiones habíamos trabajo.
Me motivé proponerles para esta ocasión hacer algo distinto, que no solo disfrutáramos nosotros en la escuela, sino con la mayor cantidad de personas, quizás sus mismos familiares.
Mientras buscábamos el tema, nos fijamos en la pared, la maestra dejó colgado algunos carteleshechos como si fueran zarapes, sobre él,pegó papeles de colores donde escribió palabras en zapoteco dela sierra norte y su respectiva traducción al español.
Fue cuando unode ellos señaló y dijo “Podemos hacer un libro que lleve palabras en zapoteco” a todos les asombró la propuesta, para eso usaron las palabras que conocían, uno de los niños nos dijo: “¿Por qué no ponemos también palabras con el zapoteco de Chicapa?” Así lo hicimos.
Algunos le aplaudieron la idea, se implicaron a buscar máspalabras, el cartel no les fue suficiente, buscaron las que tienen traducción o las que se saben su significado tanto en zapoteco como en español.
Acordamos usar una carpeta y no hojas bancas, pensando que, sí lo leen varias personas entonces, podría romperse, así que usamos una cada quien.
Decidimos usar todos lapiceros “para que se vea bonito”, comentó Yenifer, una niña de ojos claros. Además, agregó: “Chamacos hay que hacer las letras grandes” les recomendé que podemos poner del lado izquierdo de la carpeta palabras en zapoteco y a la derecha su traducción, abajo la palabra elegida en zapoteco de Chicapa. Algunos se fueron más allá, colorearon las letras, una a una de vivos colores, y le dibujaron ya sea el animal u objeto referido.
Nos llevamos un poco más de dos horas para buscar palabras, traducir y escribirlas dela manera correcta, cuando yateníamos reunido todo,“maestro, podemos juntar nuestras carpetas.” La escuche decir.
Y continuó: “podemos ponerle un hilo en el centro para que se abra como un libro”, otro dijo que mejor lo perforáramos y ponerle también unmecate o un broche, una niña se acercó a decirme, ¿Porquéno las ponemosdentro de una caja, y cada vez que lo queramos ver debemos abrirla”.
Me pareció muy buena idea ymuy creativa, al ver la cara de larga de algunos, les recordé el formato del libro:“Tener un patito es útil”de Isol, me gusta mucho, y sípodíamos haríamos con las carpetas algo similar, les gustó la idea y todos se formaron para ir juntando su carpeta con la del otro, elpegamento noeramuy bueno, pero síresolvimos juntarlas.
Quedó como un acordeón, con un poco de dificultadparaplegarlo, les encantóabrirlo y usarlo, leían de nuevo las palabras que usaron, jeid para gallina, shi es diez, za’a elote y zaa frijol, y para yei flor. Le siguió bidao que es niño, yeta para la palabra tortilla, beco es perro, entre otras más todas en zapoteco de la sierra norte.
Una vez que estaba listo y puesto sobre el escritorio, tomaronuna determinación, que el libro debe salir a pasear, “si no, pues ya no es viajero” expresó con entusiasmo Daniel, con su eterna sonrisa.
A la salida se acomodaron en círculo, para plegarlo y desplegarlo, lo llevaron a una de las tiendas cercana a la escuela, que también es casa de Daniel. Se lo mostraron a una de las madres, que fue por su hijo a la salida. Me dieron una lista de los sitios donde irían a compartirlo, a la farmacia, una especia de abarrotes y farmacia recién abierta en la población. En la iglesia, o todos los templos evangélicos, a la tortillería, y en todos los lugares que la gente pueda y quiera verlo.
Ya han pasado dos meses y el libro viajero, aun no regresa a la escuela y al grupo.La última vez me avisaron que estaba en un consultorio médico, quizás se tarde un poco más, pues ellos se encargan decambiarlo de sitio, mientras el libro viaja están pensadoquè otros librosúnicos podrían hacer.